Le Marais en París, San Pedro en Santiago de Compostela
El barrio más variopinto de Santiago celebra este fin de semana sus fiestas de verano.
24 junio, 2021 06:00El barrio parisino de Le Marais es uno de los distritos más antiguos de la capital francesa, situado en la orilla derecha del Sena y reconocido por su colorido, su estilo pintoresco y hípster y su gran actividad cultural. Podríamos pensar que para encontrar algo similar tenemos la obligación de coger un avión pero nada más lejos de la realidad. Durante la Revolución Francesa la nobleza que residía allí tuvo que abandonar sus hogares y entonces estos fueron ocupados por artesanos y comerciantes que pronto adaptaron el distrito a su estilo de vida burgués. Le Marais es ahora el paraíso bohemio, lleno de cafés, tiendas curiosas y tradicionales comercios parisinos.
Pero que non cunda el pánico… Podríamos pensar que para encontrar algo similar tenemos la obligación de coger un avión pero nada más lejos de la realidad. Existe un barrio en Galicia que cumple con todos esos requisitos. Existe y está cada día más vivo.
Y es que la Rúa de San Pedro es el primer contacto de los peregrinos con la ciudad picheleira, testigo de sus primeras fotografías y alabanzas entonando el "hemos llegado"mientras vislumbran a pocos metros la Berenguela.
San Pedro , en su momento, formaba parte de lo que muchos recuerdan como "el extrarradio" o de forma cariñosa los "Estados Unidos" pues este era un barrio con su propia idiosincrasia en el que unas pocas calles conformaban un universo.
Y en este universo uno puede (o debe) empezar por alimentar el cuerpo degustando la hamburguesa vegana más galardona en Galicia en el TS A Casa, disfrutar de la cocina de autor de Jorge Gago en A Maceta o saborear uno de los helados de Xearte Briggite tan propios para días calurosos como los que estamos teniendo.
Pero además en San Pedro uno puede alimentar el alma y el espíritu paseando por el espacio de diseño Ratas con faca, un laboratorio-tienda donde hacernos con piezas únicas de cerámica o ilustración, echar un ojo a los libros en Os mundos de Carlota o comprar flores y plantas en la floristería Embora. Parada obligatoria en la Iglesia de San Pedro de estilo neoclásico, construida en el siglo XVIII, levantada sobre otra más antigua del siglo XII y en cuyo atrio se descubrieron restos de enterramientos de monjes y peregrinos.
Y en esa bajada hacia la Porta do Camiño puede que aun queramos hacer otro pequeño descanso para un vermú en su plaza 8 de marzo, punto de encuentro donde es muy habitual encontrar actuaciones musicales bien animadas.
Una de las zonas más vivas de Santiago
El barrio de San Pedro es, sin lugar a dudas, una de las zonas más vivas de la capital gallega en donde conviven las tiendas y tabernas de siempre con los locales más punteros y a la moda. Vecinos de siempre con jóvenes que han encontrado en el barrio un hogar por el que pasean y llenan sus balcones de color.
Pero vivir en San Pedro es algo más que habitar sus casas y calles, ser de San Pedro es pertenecer a una especie de microcosmos único en donde todavía se compra en los ultramarinos, en donde te llaman por tu nombre y si una necesita un par de medias no duda que las mejores estarán en la mercería de confianza. Ser vecino de San Pedro es un sentimiento del que se presume aunque uno se haya mudado hace poco al barrio.
Y prueba de ese amor entre la veciñanza es la campaña que han lanzado este año para llevar a cabo sus tradicionales fiestas de verano, del 24 al 27 de junio. Fiestas que, el pasado año, a consecuencia de la pandemia, no se pudieron celebrar.
Debido a la situación actual todavía no es posible realizar la recogida de donaciones por los domicilios de los vecinos, como se venía haciendo en los tiempos pre-covid, así que han elaborado un proyecto de "goteo" en forma de aportaciones económicas que está resultando todo un éxito, a pocos euros de llegar a los 4.000 que se marcaron como objetivo y que contribuirán a llevar a cabo las actividades del programa de fiestas desde conciertos, cine, romería, pasarrúas y muchas más sorpresas.