En el corazón de las Rías Altas, Ferrolterra se erige como el destino perfecto para aquellos que buscan disfrutar tanto de la cara más salvaje de Galicia, como de una cultura vibrante y una gastronomía tradicional exquisita. Y es que esta comarca costera de la provincia de A Coruña alberga entre sus límites tesoros tan mágicos y desconocidos como As Somozas, una pequeña localidad del interior coruñés que presume de una enorme riqueza patrimonial, histórica y paisajística, envuelta en cada rincón de su callejero por leyendas como la de la Casa Grande de As Enchousas. Esta mítica mansión perteneció a la reconocida escritora Emilia Pardo Bazán, una voz propia de las letras y el feminismo de finales del siglo XIX.
En la misma parroquia de As Enchousas, en una zona rural dominada por los paisajes verdes también podremos encontrar una interesante muestra del patrimonio gótico-religioso de esta localidad coruñesa: la pequeña iglesia de San Pedro, un templo austero y de muros desnudos cuya propiedad perteneció al Marquesado de Cavalcanti, un título nobiliario creado por el rey Alfonso XIII del cual formó parte una de las hijas de Pardo Bazán. A pesar de encontrarse semi abandonada y oculta entre la maleza, en el interior de esta capilla todavía sobrevive un singular retablo de características neoclásicas en el que se aprecia una policromía semejante al mármol.
Un tesoro oculto a simple vista
En el lugar de As Enchousas, un solitario camino asfaltado y rodeado de naturaleza nos conduce hasta las proximidades de la Iglesia de San Pedro. Este pequeño templo de estilo gótico está formado por una única nave y capilla de planta rectangular, con muros de carga y cubierta a dos aguas de pizarra irregular.
Extramuros, la realidad es que a día de hoy la iglesia se encuentra totalmente cubierta de enredaderas, sobreviviendo al paso del tiempo y viendo como el entorno natural va ganando terreno poco a poco. También en el muro meridional y exterior del templo, la inscripción que se conserva nos permite saber que su propiedad perteneció a la Marquesa de Cavalcanti.
Ya en su interior, las paredes de la iglesia de San Pedro de As Enchousas presentan muros desnudos y sin apenas ornamentación. La capilla cuenta con dos estancias con bóveda de crucería de una sola clave, separadas por un arco triunfal apuntado.
Uno de los elementos más interesantes de su interior se encuentra en la zona del altar, presidido por un retablo de rasgos neoclásicos y con una policromía que recuerda al mármol, adornado con una imagen central en la que se representa a San Pedro y en los laterales a San José y San Antonio.
El mejor ejemplo de arquitectura civil de As Somozas
Cuenta la leyenda que la Casa Grande de As Enchousas era el lugar donde encerraban (enchousaban) a las mujeres antes de embarcarlas en los veleros que transportaban con rumbo a África. Hablamos de un mito muy conocido en la zona y vinculado directamente con el topónimo de As Somozas. Al parecer, la historia de estas tierras se encuentra relacionada con un noble francés llamado Sumacas y el famoso tributo de las cien doncellas.
Según cuenta la historia, el citado caballero logró liberar estos parajes de dicha imposición impuesta por los musulmanes a sus habitantes, por la cual muchas mujeres eran cautivadas y trasladadas a los harenes moros. En este caso, las jóvenes eran recogidas de la Casa Grande de Enchousas con dirección al continente africano.
En la actualidad, la Casa Grande conforma un ejemplo perfecto de la arquitectura civil en el municipio de As Somozas, tanto por sus implicaciones históricas como por su funcionalidad. Esta residencia noble se enmarca en una zona rural rodeada de prados verdes y amplias tierras de cultivo, en un entorno en el que también podemos encontrar un pequeño núcleo de viviendas.
La casona principal se ubica en el centro de la propiedad, con una estructura rectangular y dos niveles a la que se encuentran anexadas varias dependencias exteriores, entre ellas las cuadras y el alpendre. Sin embargo, esta casa palaciega no presenta un aspecto homogéneo en su estructura, pues a lo largo del tiempo se han ido modificando ciertas edificaciones por necesidades de sus propietarios, como es el caso de uno de sus tejados a cuatro aguas en losas de pizarra y con cumbres de teja árabe. El hórreo, por ejemplo, de alta cepa y de tipo mixto, se suma a la complejidad arquitectónica que presenta el edificio matriz, siendo una muestra representativa más del estilo rural de la zona.
En lo que respecta a sus propietarios, el primer dueño conocido de la Casa Grande das Enchousas fue Pedro de Piñón das Enchousas, el cual todavía mantiene su propia inscripción en el muro de cabecera de la iglesia. Ya a posteriori, la emblemática casona de esta parroquia de As Somozas también cayó en manos de personajes ilustres de la talla de los Marqueses de Cavalcanti o la propia condesa de Pardo Bazán.