Más allá de Brais y Uxía: nombres gallegos que quizás no conocías y su origen
Repasamos las características y curiosidades de los nombres gallegos, muchos de ellos olvidados y poco usados en la actualidad. ¿Los conocías todos?
7 noviembre, 2020 06:00Según las estadísticas, cada vez son menos personas las que se decantan por un nombre gallego para sus hijos. A diferencia de otras comunidades como País Vasco o Cataluña, en Galicia no se cuela ningún nombre galaico entre los más empleados en el Registro Civil. Solo Iria, Brais o Iago salvan los muebles con algo de presencia.
Pero esto no siempre fue así. El fin de la dictadura franquista supuso también el levantamiento de la prohibición de poner a los niños nombres en gallego. En 1977, el padre Seixas publicaba 400 nomes galegos pra homes e mulleres, un libro didáctico que llegó a muchas viviendas gallegas gracias a que fue regalado por el Banco Pastor. Así lo cuenta Ana Boullón, catedrática y profesora de Filoloxía Galega en la USC, además de integrante del Instituto Galego da Lingua y de la Real Academia Galega.
En su trabajo Lingua, pobo e terra, esta experta en antroponimia y onomástica relata el auge de los nombres gallegos tras la dictadura, sus diferentes orígenes y sus formas. De los más comunes, como Brais y Uxía en la primera década del siglo XX, a otros menos extendidos pero con mucha historia.
Un cambio de tendencia
Tras el franquismo y la publicación del extendido libro del padre Seixas se produjo un cambio de tendencia. En el siglo XX, según los registros del INE, el 45 % de los nombres masculinos y el 35 % de los femeninos eran de origen español, mientras que el 51 % y el 58 % eran hispánicos comunes a los distintos territorios. Los nombres gallegos no llegaban al 1,5 %.
Sin embargo, según la lista de grupos lingüísticos en Galicia entre el año 2000 y el 2010, los nombres gallegos se situaban en el 13,43 % en mujeres y en el 11,64 % en hombres. Los nombres españoles bajaron hasta el 9 % en mujeres y el 24 % en hombres. Ahí se aprecia una tendencia conservadora a la hora de nombrar a un hijo varón, tal y como señala Ana Boullón. Es algo que se mantiene hoy en día.
Hay diferentes factores que explican el auge de los nombres gallegos tras la dictadura: el levantamiento de la prohibición franquista, la publicación del padre Seixas o la influencia de la literatura, el cine y los medios de comunicación. Por ejemplo, los libros Memoria de Noa y Breixo de Alfredo Conde, publicados en 1981 y 1982 supusieron un bum de estos nombres gallegos. También películas como Sempre Xonxa, de Chano Piñeiro, impulsó ese nombre en 1989. En 1992, Xesús Ferro dirigió el Dicionario dos Nomes Galegos, que representa el estándar de los nombres propios en la actualidad.
Los nombres gallegos más frecuentes
En la primera década del siglo XX, los nombres gallegos más comunes fueron Uxía, con 2.121 coincidencias, y Brais, con 2.227. La lista completa de los 30 más usados es la siguiente en ambos géneros:
- Uxía, Noa, Antía, Iria, Sabela, Xiana, Aldara, Helena, Mariña, Alexandra, Icía, Lúa, Rosalía, Olalla, Anxela, Naia, Xulia, Carme, Erea, Carmela, Noela, Irea, Zeltia, Xoana, Celtia, Flavia, Catuxa, Ximena, Xana, Xela.
- Brais, Iago, Anxo, Antón, Xoel, Roi, Alexandre, Xabier, Xián, Lois, Breixo, André, Xoán, Xavier, Xurxo, Breogán, Denís, Paulo, Nuno, Uxío, Martiño, Xavi, Xosé, Xabi, Xacobe, Artai, Eloi, Xan, Aldán, Cibrán.
Las variantes
Tal y como señala Ana Boullón en su estudio, "muchos de los nombres gallegos eran, hasta cierto punto, nuevos para una gran parte de la comunidad" tras la dictadura franquista. En muchos casos se aceptan diferentes formas del mismo nombre.
Hay variaciones gráficas, como Xabier o Xavier; fonéticas, como Manuel o Manoel; dialectales como Xenxo y Xes o Xián y Xiao; y hipocorísticas o formas diminutivas, como Anxela y Xela, Xoán y Xan o Xoaquín y Xaquín. Hay también casos en los que se conserva el étimo original lo máximo posible, como Xinés en lugar de Xenxo o Xes, o Benedito en lugar de Bieito. "Fuera de algunas iniciativas de instituciones como la Universidade de Santiago de Compostela, la de Vigo, la Mesa de Normalización Lingüística, no hubo política pública para la normalización de los nombres y apellidos", señala Boullón.
Nombres tradicionales
La gran mayoría de los nombres tradicionales corresponden a nombres de santos de la tradición cristiana. Estos nombres gallegos fueron marginados de los textos escritos oficiales y se recuperaron por varias vías como la tradición oral, la documentación medieval o la haxiotoponimia, es decir, los topónimos relacionados con nombres de santos. Por ejemplo, el nombre Icía tiene una mayor incidencia en las comarcas de A Coruña y Ferrol, más próximas a Santa Icía (Arteixo).
- Uxía, Olalla, Alexandra, Xiana, Mariña, Icía, Anxela, Olaia, Xoana, Minia, Xulia, Catarina, Carme, Saleta, Irea, Saínza, Amara, Vitoria, Margarida, Tareixa, Xosefa, Anxos, Martiña, Alla, Comba, Dores, Xema, Xosefina, Benedita, Madalena, Anxa, Xudit, Caetana, Ádega, Hadriana, Neves, Virxinia, Xaínza, Natividade, Xabela, Xaínza, Anxélica, Tereixa, Ánxeles, Baia, Piedade, Xuliana, Bríxida, Einés, Euxea, Evanxelina, Herea, Katuxa, Milagres, Xemma, Xuana, Xunqueira, Bieita, Caridade, Cilla, Eirea, Loísa, Madanela, Margariña, Natevidade, Páscoa, Pilara, Rocha, Rosiña, Sía, Aleixa, Xacinta, Xaquina, Xenerosa, Xenxa, Xoaquina, Xoelia, Xordana.
- Brais, Iago, Antón, Alexandre, Xoel, Xabier, Lois, Xián, André, Xosé, Xoán, Xavier, Paulo, Xurxo, Uxío, Xesús, Martiño, Xacobe, Domingos, Eloi, Alexandro, Alberte, Amaro, Xenxo, Cibrán, Xulio, Xaime, Manoel, Bieito, Xacobo, Hadrián, Aleixo, Xairo, Ero, Vítor, Fiz, Xiao, Xulián, Tomé, Xoaquín, Campio, Nicolau, Xerardo, Benxamín, Alexo, Xermán, Xes, Amadeu, Estevo, Ánxel, Aleixandre, Davide, Xusto, Agostiño, Vicenzo, Benedito, Anxelo, Caio, Xorxe, Mateu, Xacob, Xerome, Paio, Xosué, Adrán, Caetano, Elixio, Guillelme, Lourenzo, Xenaro, Arximiro, Cidre, Cristovo, Nicolao, Xocas, Xuan, Boaventura, Estebo, Xacinto, Xácome, Borxa, Queitán, Xeromo, Xohán, Xoxé, Xullo, Breo, Caetán, Caitán, Calisto, Cibrao, Clodio, Cristobo, Fins, Pascoal, Sadurniño, Sidro, Xerarde, Xeremhías, Xohel, Xonás, Xoquín, Zaquiel.
Uxía y Brais: ¿Por qué tan comunes?
Los nombres gallegos más comunes son Uxía y Brais. ¿A qué se debe? En el caso del femenino, nada tiene que ver con su correspondiente en español, Eugenia, que nunca tuvo mucho éxito en Galicia. En la comunidad existe Santa Uxía en distintas zonas de A Coruña y Lugo. Su masculino, Uxío, también goza de un gran éxito entre los nombres gallegos, aunque nada comparable al femenino, que comenzó a crecer desde los 80.
Por otro lado, Brais es un nombre procedente del latín Blasius con mucho recorrido en la tradición oral de Galicia. Sin embargo, su correspondiente en español, Blas, apenas tiene presencia en el territorio. Una curiosidad es que el nombre Brais podía esquivar la censura contra los nombres gallegos por "no tener sonidos diferentes del castellano". En la década de los 70 se dieron ya 60 casos en el registro.
Iria, un nombre exportado
En Galicia, el motivo de elegir un nombre u otro es muy diverso. Además de los ya mencionados, son importantes también los patrones fonéticos. Por ejemplo, la vocal tónica e es la más común en los nombres femeninos. El tirón de nombres como Andrea facilitó el crecimiento de Nerea, Erea, Sera... También destacan los terminados en –ía, como Lucía, Uxía, Antía, Icía, Rosalía…
No hay que olvidarse del pasado y la mitología de Galicia. Por ejemplo, Celtia o Zeltia es el nombre más recurrente. Fue creado por Eduardo Pondal como personificación de la tierra de los celtas e incluido en el libro del padre Seixas. También se puede destacar Breogán o Noela, presunto origen de Noia y relacionado con Noé y con Brigo, su nieto.
La toponimia de Galicia también está presente en los nombres, como es el caso de Navia, Aldán, Xalo, Lemos, Ulla, Sarela o incluso Galicia. El caso más claro y extendido es el de Iria. Este topónimo está presente en documentos desde el siglo VI. Se expandió a partir de la década de los 70 y tal fue su éxito que está más presente en el resto del país que en Galicia.