Los vecinos y vecinas que viven en el número 58 de la calle Vizcaya de A Coruña están cansados de las molestias que, aseguran, llevan soportando durante los últimos tres años por la existencia de un narcopiso en el edificio. Por ello, han realizado una cacerolada este jueves a la que se han sumado varias decenas de personas.
Aseguran que han "hecho todo lo que estaba en nuestras manos para que cesasen con la actividad y las molestias que ocasionan a todo el vecindario", pero, pese a ello, "los problemas continúan" en el edificio. "A finales del pasado año el juez dictó un auto ordenando el cese inmediato de la actividad, pudiendo incurrir en un delito de desobediencia", relataba una de las vecinas, que lamentaba que "estamos en mayo y los problemas continúan" y que a pesar de las denuncias "las autoridades no hacen nada".
Por todo ello, el vecindario ha decidido movilizarse y ha celebrado esta primera cacerolada, si bien aseguran que seguirán manifestándose y ya han convocado dos más los días 6 y 13 de junio.
En los últimos meses se han vivido protestas similares en otros barrios de la ciudad. Monte Alto fue el primero en realizar el pasado mes de febrero una concentración que terminó de forma violenta, echando a los inquilinos del narcopiso. También los vecinos de O Ventorrillo se manifestaron el pasado mes de marzo en contra de otro inmueble de estas características. En abril fueron los vecinos de la calle Sagrada Familia los que salieron a la calle a concentrarse por el mismo motivo.