Ofrecido por:
"Las medidas preventivas llegaron tarde": la labor de una enfermera coruñesa en Edimburgo
La joven de 25 años Laura Pozo vive y trabaja en un hospital de Edimburgo donde ha tenido contacto por primera vez con pacientes de coronavirus y compara la situación de crisis sanitaria entre Escocia y España
21 abril, 2020 06:00La UCI del Royal Infirmary of Edinburgh cuenta en su equipo de sanitarios con Laura Pozo, una enfermera coruñesa y orgullosa vecina del barrio del Castrillón que tanto echa de menos desde que dejó la ciudad herculina hace meses. La joven de 25 años acude diariamente al hospital y es una de las manos que lucha contra el coronavirus (además de atender a pacientes con otras dolencias) y opina que en Reino Unido "se han tomado las medidas de prevención y aislamiento un poco tarde" además de que "la cuarentena es menos estricta porque los números van más lentos que en España o Italia".
"Aquí la alarma social ha sido menor y por lo tanto las precauciones de los propios ciudadanos también. Aunque la cosa está mejorando, la gente va tomando conciencia, hay mucha seguridad tanto en los supermercados como hospitales y en la calle", cuenta y añade que en Edimburgo, al contrario que en España actualmente, se puede salir a comprar, a pasear al perro y a hacer deporte "solo o en grupos pequeños". Sobre las diferencias en el modo en que el estallido de la crisis sanitaria ha afectado a Reino Unido y a España, desde su punto de vista como profesional expone que "España se vio afectada antes y de una manera bastante brusca, tuvo menos tiempo para reaccionar y menos ejemplos como referencia" al mismo tiempo que "Reino Unido tuvo otras oportunidades y otros tiempos que no supo aprovechar".
Acerca de su labor en el centro sanitario en el que trabaja y en general en los hospitales de la zona, detalla que "en un principio se centralizaron todos los casos de Covid-19 en uno de los hospitales de la ciudad para intentar tenerlo un poco más controlado pero ahora ya existen demasiados casos y las UCI de todos los hospitales lo están tratando". Pozo especifica que "se están tomando medidas estándar comunes a todos los países siguiendo las recomendaciones de la OMS" pero alerta de que en algunos servicios "empiezan a escasear materiales y se están reutilizando los trajes y mascarillas de protección", una complicada tesitura en la que por suerte ella no se encuentra ahora mismo. "En mi unidad por el momento no tenemos que preocuparnos por el material, pero Reino Unido ha empezado más tarde con la pandemia y Escocia va un paso por detrás. Todavía nos espera mucha curva que subir", explica.
Para hacer frente al coronavirus la coruñesa admite que no ha recibido una formación a mayores pero cuenta que gracias a la iniciativa de su supervisora de planta les han impartido un par de cursos sobre aislamiento y cuidados intensivos a gente que ha empezado a trabajar en estos servicios y no tenía experiencia previa. Sobre el reconocimiento al personal de los hospitales en Escocia, la enfermera afirma que "se les respeta y aprecia mucho durante todo el año" y que sí han surgido iniciativas de ánimo como los aplausos desde las ventanas a las 20:00 horas pero reconoce entre risas que "no puede corroborar si esto sucede todos los días porque casi nunca está en casa porque está trabajando".
"La gente se conciencia más cada día"
Pozo asegura que en Edimburgo por lo que ella ve en las calles "a nivel social la gente se conciencia un poco más cada día sobre la importancia de tomar medidas de prevención, mantener las distancias y salir lo menos posible", pero advierte de que "es complicado cuando tienes una cuarentena menos restrictiva". "Aunque sea triste, ahora que los números de casos y muertes van en aumento, la precaución ciudadana crece paralelamente", expone.
A nivel personal afirma que lleva bien al situación "por el momento" pero que "muchas veces tiene la sensación de que está viviendo una historia repetida" porque como su familia vive en Galicia ha seguido la situación muy de cerca. "Me frustra un poco la incertidumbre que siento al pensar cómo puede avanzar aquí la enfermedad y cuanto tardará en normalizarse la situación", reconoce, a parte de que está tranquila porque su familia también "lo está llevando bastante bien". "Cada uno está con sus preocupaciones entre los míos. Los estudiantes agobiados por saber qué va a pasar, los que trabajan estresados por la exposición y la posibilidad de contagiar al resto y los que están en cuarentena intentando llenar el tiempo libre, como dice mi abuela: “si el bicho me lleva no va a ser de aburrimiento”, concluye con optimismo.