Miguel Ángel Rodríguez Arias es un tipo curioso. ¿Por dónde empezar? Es de Barcelona (1977), pero vive en La Palma por sus parajes. Aunque es abogado, tiene alma de poeta y explica el panorama judicial citando a Blas de Otero antes que la Constitución. De hecho, está ultimando un par de poemarios en los ratos que no redacta querellas. No usa WhatsApp, tira de SMS. De él nace la idea -malinterpretada- de que "España es el país con más desaparecidos después de Camboya". Le recibió el Papa… Ah, y tiene un cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau presidiendo su despacho. Se trata de un retrato del Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, por eso de ganar guerras aún estando en minoría.
Si el cuadro está ahí, mirándole mientras bucea entre sentencias para encontrar la jurisprudencia, es porque se siente un poco así en su trabajo del día a día. Y, de momento, no le falla la percepción: Rodríguez Arias es el abogado que ha logrado dar con la fórmula jurídica que está permitiendo poner en la diana de los tribunales a la cúpula de ETA, a los verdaderos cabecillas que estuvieron detrás del pistolero de turno.
Gracias a su labor, unida al de la asociación de víctimas Dignidad y Jusiticia para la que trabaja, en los últimos meses se han reabierto hasta siete casos, con 22 exjefes de la banda terrorista investigados y ocho de ellos formalmente imputados. Mientras se espera a ver qué resultados tiene todo esto, lo cierto es que su fórmula le ha llevado a convertirse en una especie de alquimista y azote contra el terrorismo que busca someter a ETA al Núremberg que nunca tuvo. Porque igual que pasó en los juicios contra los nazis, tan culpable (o más) era el dirigente de la organización como el soldado que acataba órdenes.
Grosso modo -ya desgranará él mismo los detalles en su conversación con EL ESPAÑOL | Porfolio- la fórmula consiste en considerar los crímenes de la banda como de lesa humanidad, para que no prescriban, y aplicar la "autoría mediata por dominio de la organización" y la "comisión por omisión". Es decir, que (1) los jefes tenían un control absoluto de la banda, por lo que son responsables de lo que sucede, y (2) que los mismos podían haber parado los crímenes y no lo hicieron.
Pregunta.- Usted tiene una amplia carrera como abogado a favor de los Derechos Humanos y, aunque empezó a despuntar con las desapariciones forzadas en el franquismo, entró en todo esto con ETA. Es como un "volver a casa".
Respuesta.- Sí, son los atentados de ETA los que despiertan la inclinación por el Derecho Internacional y por los Derechos Humanos. Mientras estudiaba la licenciatura, yo era lector de Francisco Tomás y Valiente [presidente del Tribunal Constitucional asesinado en 1996]. Me gustaba leerle en prensa y en todos los viajes que hice por universidades europeas mientras estudiaba siempre llevaba un libro de Tomás y Valiente. También fui a San Sebastián a las manifestaciones de ¡Basta Ya! y, cuando lo de Miguel Ángel Blanco, estuve en las vigilias junto a otros jóvenes pidiendo a los jefes de ETA que no lo mataran.
P.- Quién le iba a decir…
R. ¡Exacto! Quién me iba a decir a mí, entonces, que 25 años después iba a ser yo el que reabriría la causa contra los jefes. También influyeron, por supuesto, los crímenes impunes del franquismo y la toma de conciencia de las fosas de los desaparecidos. Pero creo que el factor que más peso tiene es el de ver los atentados en directo, eso de ver que a alguien que estás leyendo en prensa, de repente, lo matan. ¿Sabes?
Además del caso de Miguel Ángel Blanco, el trabajo de este abogado y de Dignidad y Justicia ha servido para que el Parlamento Europeo inste a considerar estos crímenes como de lesa humanidad y que se vuelva a investigar el atentado con coche-bomba contra la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa (2008), el asesinato de Gregorio Ordóñez (1995), el del juez Querol Lombardero (2000), los ataques a la T4 del aeropuerto de Barajas (2006), el asesinato de dos policías en Sangüesa (2003) y el de la comisaría de Santa Pola (2002).
[Las Tres 'Muertes' de Miguel Ángel Blanco: Su Tumba, Su Despacho y Donde ETA lo Asesinó]
Este último atentado ha tenido este jueves una actualización. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha acordado tomar declaración como imputados a seis exjefes de ETA por el atentado en la ciudad alicantina. La decisión se ha producido tras identificarles como dirigentes de la organización en aquella fecha. Las cosas están empezando a cambiar, parece, la Justicia no se fija ya sólo en el pistolero.
Jefes de ETA investigados gracias a la actividad de Dignidad y Justicia
La fórmula ideada por Miguel Ángel Rodríguez Arias y aplicada a través de la asociación de víctimas ha servido para reabrir siete casos en los que hay un total de 22 exjefes de ETA investigados.
- Por el asesinato de Gregorio Ordóñez (1995): Ignacio Miguel Gracia Arregi (Iñaki de Rentería)* / José Javier Arizkuren Ruiz (Kantauri)* / Mikel Albisu (Mikel Antza)* / Julián Achurra Egurola (Pototo) / Juan Luis Aguirre Lete (Isuntza).
- Por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco (1997): María Soledad Iparaguirre (Anboto) / Mikel Albisu (Antza) / José Javier Arizcuren (Kantauri) / Ignacio Miguel García Arregui (Iñaki de Rentería).
- Por el asesinato del magistrado del Tribunal Supremo José Francisco de Querol Lombardero (2000): Ignacio Miguel Gracia (Iñaki de Rentería)* / Juan Carlos Iglesias (Gadafi) / Javier García Gaztelu (Txapote) / Juan Antonio Olarra Guridi (Jokin)* / Ainhoa Múgica Goñi (Olga)* / Asier Oyarzabal Chapartegui (Balza) / Mikel Albisu (Antza)* / Vicente Goicoetxea Barandiaran (Willy) / Ramón Sagarzazu (Ramontxo)* / María Soledad Ipaguirre (Anboto)* / Gorka Palacios Alday (Andoni).
- Por el ataque a la casa cuartel de la Guardia Civil en Santa Pola (2002):
Juan Antonio Olarra (Jokin) / Ainhoa Mujika (Olga) / Mikel Albisu (Antza)* / María Soledad Iparragirre (Anboto)* / Ramón Sagarzazu (Ramontxo) / Félix Ignacio Esparza Luri (Navarro).
- Por el aesinato de dos policías en Sangüesa (2003): Juan Fernández Iradi (Susper) / Gorka Palacios Alday (Andoni)* / Garikoitz Aspiazu Rubina (Txeroki) / Aitzol Iriondo Yarza (Gurbitz)* / Félix Ignacio Esparza Luri (Navarro)* / Mikel Albisu (Antza)* / Ramón Sagarzazu Gaztelumendi (Ramontxo)* / María Soledad Ipaguirre (Anboto)*.
- Atentado contra la T-4 de Barajas (2006): José Antonio Urruticoextxea (Josu Tenera) / Airtzol Iriondo (Gurbitz)* / Mikel Carrera Sarobe (Ata)* / Ainhoa Ozaeta (Kuraia)*.
- Atentado contra el cuartel de la Ertzaintza en Ondarroa (2008): Garicoitz Aspiazu Rubina (Txeroki) / Aitzol Iriondo (Gurbitz) / Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe (Ata) / Ainhora Ozaeta Mendicute (Kuraia).
*Hay algunos nombres que se repiten en distintas causas.
Derechos Humanos y el Papa
Miguel Ángel Rodríguez Arias nació en el Hospitalet de Llobregat, aunque acabó viviendo en Castilla-La Mancha con su familia y estudió en la universidad de ahí, en Ciudad Real. Lo suyo era el Derecho Penal Internacional y tenía el objetivo de convertirse en profesor e investigador jurídico. Después de acabar en la universidad española, inició una tourné por centros extranjeros de Italia y Alemania (Turín, Pavía, Milán y la Selva Negra) que han marcado su forma de ver el Derecho y allanaron el camino para la fórmula que ha patentado ahora.
Que es un fanático de la materia se le ve pronto, en cuanto abre la boca, y en las anécdotas que cuenta. Como cuando estando de Erasmus en Turín vio que la Corte Penal Internacional había convocado una de las reuniones preparatorias del Estatuto de Roma [el instrumento consultivo de la Corte Penal Internacional] en Trento y la universidad invitó a sus estudiantes a acudir. Él fue el único en hacerlo, ni siquiera fueron los italianos, ahí estaba solo ese entusiasta estudiante de Erasmus español. Tras la formación y numerosos galardones jurídicos, entró en el Instituto de Derecho Penal Internacional como profesor e investigador.
Pregunta.- ¿Cuál es la semilla de la situación a la que hemos llegado?
Respuesta.- Me otorgaron la medalla Cesare Beccaria, que está auspiciada por las Naciones Unidas, por una investigación sobre la responsabilidad de actores no estatales en crímenes de lesa humanidad. Es la primera vez que me aproximo, porque antes siempre se había pensado que los crímenes de lesa humanidad los cometían actores estatales y es evidente que no.
P.- Ahí ya se le abre el camino, entonces.
R.- Claro. Cuando acabo mi etapa de formación, me pongo a trabajar en paralelo en lo que yo creía que eran las grandes lagunas en España en relación a crímenes contra la humanidad: lo que sucedió en el franquismo y en ETA.
P.- Sin embargo, se le conoce primero por las desapariciones forzadas (las fosas comunes y los niños robados) en el franquismo.
R.- Yo ya abordaba lo de Miguel Ángel Blanco como desaparición forzada con ejecución extrajudicial, que es un delito contra la humanidad. Pero publiqué un artículo en Jueces para la Democracia, la revista jurídica progresista de referencia en España, que era la primera vez que se hablaba en España de las desapariciones del franquismo como crímenes contra la humanidad, no sólo como una cuestión de Memoria Histórica. Por otro lado, tenía que hacer un libro y decidí centrarlo en las desapariciones infantiles [en los niños robados], porque son desaparecidos que siguen vivos. Pero después ya me pongo con mi primer artículo de lesa humanidad de ETA, también nacional, y es el primer artículo en el que se habla de que lo que ha cometido la banda terrorista cumple con todos los requisitos de los crímenes contra la vida. Y yo creo que lo de ETA no se agota en el terrorismo. No pido tipificar nada nuevo, no, es que lo que hay que hacer es aplicar lo que ya está tipificado.
¿Más fosas comunes que Camboya?
Hay una frase recurrente en el debate político y social que viene a decir que "España es el segundo país del mundo después de Camboya con más fosas comunes". También se ha pronunciado hablando de desaparecidos o de asesinatos extrajudiciales. Miguel Ángel Rodríguez Arias es el autor del concepto como tal, aunque se le ha malinterpretado desde entonces: él se refería específicamente a las desapariciones forzadas como delitos de lesa humanidad. Lo dijo por primera vez en una entrevista en 2009, pero desde entonces se ha popularizado y pocos se han preocupado de replicarlo bien.
El último en usar este concepto, aunque lo hizo mal y refiriéndose a las fosas comunes, ha sido el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Lo hizo hace dos semanas durante el Debate sobre el estado de la Nación.
P.- He leído que le recibió el Papa.
R.- Sí, lo pedimos porque buscábamos la colaboración de la Iglesia para el tema de los niños robados porque, en España, en ese asunto hay una presencia e interacción por parte de organizaciones de tipo religioso.
"Soy progre, sí. Pero me importan los Derechos Humanos. No miro el carné de la víctima"
P.- ¿Y cómo es Francisco I?
R.- En el trabajo del Derecho Internacional eso es habitual, el encontrarse con gente así. En ocasiones vas a una institución, en otras a otra. Yo recuerdo con cariño los encuentros con el papa Francisco, me dio una buena impresión personal. No siempre pasa así. Sentí que él se mostraba como era, que estaba a la altura de su persona.
P.- Entre los desaparecidos del franquismo y los crímenes de ETA… se mueve usted entre dos trincheras enfrentadas.
R.- Para mí es una cuestión de Derechos Humanos. Todos, ahí no distingo. A mis alumnos siempre les digo que no tengan genocida favorito, que tengan equipo de fútbol favorito y ya. Para que nuestro país avance de verdad hay que dejar las cuestiones ideológicas a un lado e ir a lo que dice el Derecho Internacional y aplicarlo con normalidad.
La fórmula del alquimista
Hartos de la impunidad de ETA en todos esos atentados sin resolver, desde la asociación Dignidad y Justicia decidieron ponerse en contacto con Rodríguez Arias. El presidente de la misma, Daniel Portero (que es diputado del PP en la Comunidad de Madrid e hijo de Luis Portero, fiscal jefe del TSJ de Andalucía asesinado por ETA en el año 2000), cuenta a esta revista que se interesó en el abogado por esa experiencia que había mostrado en el Derecho Internacional en sus trabajos anteriores. Fue allá por el año 2012.
Pregunta.- ¿Qué le dijo Daniel Portero? ¿Por qué le quiso Dignidad y Justicia?
Respuesta.- Le llamó la atención lo que había dicho de que los de ETA también son crímenes contra la humanidad. Contactó conmigo porque buscaba vías nuevas para luchar contra la impunidad. Y yo creo que las cosas se habían estado haciendo mal. Desde la lógica del Derecho Internacional, lo normal es ir a por los jefes. Sin embargo, en España vamos siempre a por los autores materiales. Y eso es como intentar volar sin alas. Yo también quiero a los autores materiales, claro, pero cógete el juicio internacional que quieras, a los del nazismo, a los de los crímenes de cualquier dictadura, siempre se va a por los jefes en primer lugar.
"Lo normal en Derecho Internacional es ir a por los jefes, pero en España nos contentamos con el autor material"
P.- Una de las labores más importantes que ha hecho ha sido la de sacar la cifra exacta de crímenes de ETA que habían quedado sin resolver. Antes se decía "más de 300", ahora se sabe que son 379. Me han contado que le afectó personalmente.
R.- Es que era muy abrumador. Yo soy una persona que escribe poesía, no sé, los Derechos Humanos significan algo… es que era estar durante más de un año despertándome rodeado de fichas de gente asesinada por todas partes. Veías el asesinato, si tenían hijos, viudas, etcétera, todos los días. De hecho yo no guardé ninguna copia en papel del trabajo. No lo quería tener en el escritorio ni en la estantería, y tuve que desconectar unos meses.
Pero, sin duda, el giro más importante que ha aportado Miguel Ángel Rodríguez Arias es esa fórmula que permite acercarse a encausar a los jefes de ETA como no se había hecho hasta ahora. Sus estudios en Alemania le hicieron caer sobre las tesis de los juristas Claus Roxin y Hans-Heinrich Jescheck, esencialmente la autoría mediata por dominio de la organización y la comisión por omisión. Esto es, primero, que el que tiene el poder en una organización también es responsable de sus actos y, segundo, que si tiene el poder de detener ciertos actos delictivos y no lo hace, también es responsable.
P.- ¿En qué le ha influido en su fórmula Claus Roxin de la autoría mediata por dominio?
R.- Él es el gran maestro del Derecho Penal Europeo y su doctrina no la contesta nadie de los Pirineos para arriba. Sirve para casos de impunidad, cuando hay organizaciones terroristas con una gran capacidad, que están muy organizadas, que tienen muchos miembros, que son complejas… que no sólo cometen actos delictivos, sino que tienen la capacidad de borrar las huellas de lo que han hecho.
P.- ¿Y se ha aplicado en la realidad?
R.- Sí, en Chile, en Argentina. La ha respaldado el Tribunal Supremo Federal alemán y es la gran doctrina que se ha aplicado en los últimos 50 años con normalidad en el escenario terrorista. Se ha aplicado también con los terroristas de Sendero Luminoso en Perú. En Colombia se ha aplicado contra líderes de grupos paramilitares, como es El Iguano, al que se le condena por 130 asesinatos como autor mediato por dominio. Y en su caso no hay órdenes, no hay nada. Lo que hay es la aplicación de los requisitos de Roxin.
P.- ¿En España se ha aplicado?
R.- Pues se da la circunstancia de que el Tribunal Supremo español también lo ha reconocido porque España, con la reforma del artículo 28 del Código Penal, lo hizo siguiendo el artículo 25 del Código Penal alemán. Y esto lo estamos combinando con la comisión por omisión. Y en otra sentencia del Supremo esto ya se había aplicado a miembros del GRAPO. Los jefes del grupo podían haber dado la contraorden y haber liberado a Publio Crodón (que murió durante el secuestro en 1995) y no lo hicieron y fueron condenados. El Código Penal español dice que no sólo responde un autor, sino todos, cada uno a su forma. Todos los que tengan una participación significativa deben responder. Eso sería la normalidad.
P.- ¿Siente que van sólo a por el que tiene las huellas en el arma?
R.- Se considera un asesinato resuelto cuando cogen a uno. Con Tomás y Valiente ya está resuelto porque el pistolero pagó con la cárcel. Resulta que asesinar al expresidente del Tribunal Constitucional fue idea de un pistolero... Ya, claro... Los jefes de ETA saben quién hizo qué. Porque si mataban era porque lo decía la zuba (la cúpula). Cuando hacía un comunicado de cada atentado, la cúpula recibía un informe directo del comando sobre cómo había sido y quién mataba a quién. Eran los que sabían quién había sido. Si hay 379 casos totalmente impunes todavía es porque hay toda una serie de jefes de ETA que saben perfectamente quién hizo qué y no lo dicen. ¿Si la jurisprudencia dice que un delincuente económico puede tener dominio del aparato empresarial, cómo no va a tenerlo un jefe de ETA?
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P.- De todas formas, si esto está tan extendido y, además, se puede aplicar… ¿Por qué no se hace?
R.- Sinceramente, creo que es una vuelta al "Que vivan las caenas" que le gritaban a Fernando VII cuando restableció el absolutismo. Es que aquí estamos muy bien con lo nuestro, que es lo auténtico y lo bueno. Es una ignorancia, un prejuicio, es una situación de irracionalidad gravísima. No podemos pensar que tenemos razón contra los postulados avanzados e ilustrados del Derecho Penal Europeo Internacional. A mí, que me gusta la poesía, veo esto muy gráfico con un verso de Blas de Otero que dice que "España sigue entre el Atlántico y el Mediterráneo, decorando su cueva de Altamira con decorados falsos".
Problemas con la Fiscalía
Aunque aún es pronto para saber si esta fórmula aplicada por Rodríguez Arias es tan exitosa como se espera, lo cierto es que está empezando a dar resultados. Tal y como se ha comentado, se han reabierto siete casos y se está investigando el papel desempeñado por 22 exjefes de ETA, ocho de ellos ya imputados. La última novedad en este frente ha llegado este jueves, respecto al atentado cometido el 4 de agosto de 2002 contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Santa Pola, Alicante, que dejó dos muertos. Uno de ellos era una niña de seis años.
Manuel García-Castellón, juez de la Audiencia Nacional, ha acordado tomar declaración a seis exjefes de la cúpula etarra por la posición que ocupaban en el momento del atentado. Según opina, el aparato "funcionaba de forma colegiada, y en él se adoptaban las decisiones estratégicas y en ocasiones tácticas de mayor relevancia". Añade además que "esa función incluía el diseño, planificación, la coordinación, dirección y en ocasiones también la autorización de ciertos atentados".
Sin embargo, no todo son buenas noticias. También este jueves, el que será fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha asegurado en una Comisión del Congreso de los Diputados que convocará a la Junta de Fiscales de Sala para sentar un criterio sobre los delitos que se le imputan a los presuntos autores intelectuales del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Las asociaciones de víctimas están viendo en este tipo de movimientos una serie de trabas, e incluso injerencia política, algo que García Ortiz ha tenido que desmentirlo diciendo que no ha recibido "directrices de ningún tipo, ni mucho menos de carácter político".
Pregunta.- ¿Cómo de histórico esto que están ustedes consiguiendo?
Respuesta.- A ver. Es una jurisprudencia que nunca se ha aplicado a ETA. Empezamos en 2013, con la primera querella que hice con Dignidad y Justicia. Ahí conseguimos el procesamiento de cuatro dirigentes de ETA por lesa humanidad y dirigida por autoría mediata por dominio contra los jefes. Creemos que lo que hicieron trasciende el terrorismo y para mí era lo normal, ir a por los jefes. Tras dos años de instrucción, en 2015, sale el auto en el que conseguimos procesar a la zuba a partir de 2004 por crimen de lesa humanidad por autor mediato por dominio y comisión por omisión. Después intentamos que la Fiscalía abriese esa puerta, aunque no terminaba de hacerlo. Al final somos pequeños, sólo una asociación, y estamos hablando de cientos de casos. Con el fiscal general José Manuel Maza veía que él entendía lo que estábamos diciendo, pero es que falleció, trágicamente, por desgracia, en paz descanse.
P.- Ahora están encontrando problemas con la Fiscalía en el debate sobre si estos crímenes están prescritos o se pueden perseguir. Hay quien dice que puede haber mano política, que puede ser algún tipo de cesión a los socios del Gobierno de Pedro Sánchez.
R.- Yo lo que sé es que la Fiscalía de la Audiencia Nacional desde hace cuatro meses ha venido diciendo que no hay ningún caso prescrito salvo uno. Y, de repente, en 48 horas y coincidiendo con el cambio de fiscal general, no sé por qué, el criterio es que todos están prescritos menos uno. Yo desconozco lo que pasa, pero constato eso, que de repente en 48 horas el panorama cambia como el negativo de una fotografía, se vuelve todo lo contrario. Además, sin que medie ningún informe concreto ni nada. Se ha producido un vuelco en el criterio que coincide con determinados acontecimientos nacionales. Eso es lo que puedo constatar.
P.- Ya la última, una pregunta personal: siempre ha estado considerado como un abogado de izquierdas. Pero ahora está en casos que, en las trincheras ideológicas que hay, se sitúan más cercanos al PP. ¿Cómo vive esas críticas?
R.- Me da igual. El problema no es mío… Cuando estaba empezando con los desaparecidos del franquismo tuve una reunión con Cayo Lara y uno de sus asesores me dijo que le descolocaba lo de ETA. Siempre ha descolocado en las dos trincheras. Me dijo: "Qué enfoque tan extraño de tu profesión". Pues mi enfoque son los Derechos Humanos sin importar el carné de la víctima. A mí se me tenía como un jurista progre. Me parece bien, lo soy, porque defiendo los Derechos Humanos, y mis primeras publicaciones son en Jueces para la Democracia. Más progresista no lo hay. Podía publicar en otros sitios, pero publicaba ahí. Pero yo estoy comprometido con los Derechos Humanos y eso es lo que dice mi trabajo. Son los demás los que tienen que dar explicaciones, porque hay una parte de la izquierda que sí hace distinciones, yo no.