1. Porque nos lees habitualmente y ha llegado la hora de formalizar la relación. No te pedimos amor eterno y un anillo de diamantes. Pero queremos demostrarte que nos merecemos, al menos, el precio de una suscripción.
2. Porque no eres un adolescente adanista recién llegado a la vida y sabes que las redes sociales, los vídeos de TikTok, los rumores sin contrastar y las noticias falsas no son periodismo, ni información, y muchas veces ni siquiera entretenimiento.
3. Porque los sustitutos de una prensa libre de pago no serán redes espontáneas de ciudadanos dispuestos a informar a sus vecinos por amor al arte, sino conejeras de bots y de propaganda gestionadas por los gobiernos, los partidos populistas y las multinacionales moralistas de Silicon Valley. Está sucediendo ahora, en tiempo real, mientras lees esto. ¿De verdad es eso lo que quieres? La propaganda no es periodismo. Es manipulación.
4. Porque todos los periodistas de EL ESPAÑOL firmamos con nuestro nombre y damos la cara por las informaciones que publicamos. No te fíes jamás de quien utiliza un seudónimo o no pone el cuello sobre el teclado cuando escribe.
5. Porque te necesitamos para ser más libres. Cada lector que se suscribe a EL ESPAÑOL incrementa esa libertad en una pequeña parte.
6. Porque en EL ESPAÑOL escribimos en español. Aquí nunca vas a leer eso de “les gallines” ni te pediremos que nos des tus pronombres.
7. Porque no hemos dejado de crecer desde que nacimos y porque en sólo cinco de años de vida ya somos los líderes de la prensa nativa digital y competimos de tú a tú con los grandes de la prensa española y sus ediciones de papel: El Mundo, El País y ABC.
8. Porque sólo en la sección de Opinión de un periódico como EL ESPAÑOL podrás leer a José Luis Martínez-Almeida y Bernard-Henri Lévy, Isabel Díaz Ayuso y Manuel Ruiz Zamora, José F. Peláez 'Magnífico Margarito' y Daniel Lacalle, Lorenzo Silva y Diego S. Garrocho, Inés Arrimadas y Miguel Ángel Quintana Paz, Manuel Hidalgo y Andrés Rodríguez, Enrique García-Máiquez y Guillermo Gortázar, Montano y Hasel Paris Álvarez, José Ramón Bauzá y Jorge Vilches, David Mejía y Xavier Salvador, Enrique Dans y Rebeca Argudo, Jesús Nieto Jurado y Dani Ramírez, Pedro Insua y Eli Cohen, Ángel F. Fermoselle y Sol Aguirre, Carmen Rigalt y Gari Durán, Elvira Roca Barea y Esperanza Ruiz, Pilar Marcos y Juan Abarca, Juan Claudio de Ramón y Aurora Nacarino-Brabo, Marcial Martelo de la Maza y Marta Rivera, Rosa Cullell y Juan Carlos Laviana, Eduardo López-Collazo y 'Jean Valjean', Manuel Hidalgo y Erika Rodríguez Pinzón, Guille Ortiz y José Luis Llorente, entre muchos otros.
9. Porque llevas toda la vida quejándote de las dos Españas y aquí tienes por fin a la tercera. Pero no nos pidas (por favor) que seamos como las dos primeras.
10. Porque trabajamos con una de las mejores encuestadoras del país (SocioMétrica) y con uno de los mejores analistas electorales del momento, Gonzalo Adán.
11. Porque una orquesta de 100 instrumentos puede generar un amasijo cacofónico de ruido o el Eine Kleine Nachtmusik de Wolfgang Amadeus Mozart. La única diferencia es la presencia de un director de orquesta que ponga orden en el caos. Las redes sociales son cacofonía, caos y ruido. El director de orquesta, los periódicos. Y sólo un periódico en el que trabaja un equipo de más de 200 personas (entre periodistas de plantilla y colaboradores externos) te puede garantizar una cobertura amplia, en profundidad, coherente y jerarquizada de la información que te interesa.
12. Porque aquí vas a leer a María Peral, la mejor periodista de tribunales de España. La encontrarás en su despacho, más conocido en EL ESPAÑOL como la Sala de lo Peral.
13. Porque EL ESPAÑOL cuenta con la mejor sección de economía de la prensa española: el diario económico Invertia. Y es que Arturo Criado, María Vega, Fernando Cano y su equipo no sólo conocen la diferencia entre un fondo de inversión y una sociedad de inversión de capital variable, sino que saben explicarlo de forma comprensible sin que parezca que están invocando a Satán en arameo. Y por Miguel Sebastián, Lorenzo Bernaldo de Quirós, María Blanco, Gustavo Rivero, Marta del Amo, Juan Ignacio Crespo, José Ramón Pin o Alberto Roldán.
14. Para que no se te quede la misma cara que se le queda a los que se quejan de que tal o cual entrañable cafetería de toda la vida ha cerrado. ¿Cuántos cafés se habían tomado en ella los que se quejan? ¿Cero o ninguno?
15. Por todas esas veces que has leído en Facebook aquello de “esto no te lo contarán los medios” y has descubierto que el autor ha copiado y pegado una información de EL ESPAÑOL (o de cualquier otro periódico).
16. Por Alberto López, Quique Lavilla y su equipo, al cargo de esa sección que nunca cierra, que nosotros llamamos la Mesa y que nos permite una cobertura de 24 horas al día, siete días a la semana, 365 días al año. Ellos son el corazón del diario.
17. ¿Saben aquello que se dice en el Ejército americano? ¿Lo de que las guerras no las ganan los generales, sino los capitanes? No es del todo cierto, pero en EL ESPAÑOL (por si acaso) tenemos a los mejores capitanes: Mario Díaz, Vicente Ferrer y Miguel Ángel Mellado. Gente de esa a la que, como dice el tópico, no le corre sangre sino tinta por las venas (o, en este caso, píxeles).
18. “¿Por qué debo pagar por algo que puedo conseguir gratis?” piensan muchos. Pero se equivocan. El periodismo nunca ha dejado de ser de pago. Sólo que ahora estás pagando por él, sin ser consciente de ello, a Google, Facebook o Twitter en vez de al periodista que se trabaja la noticia.
19. La pregunta que debes hacerte no es si quieres pagar o no por la información que lees, sino a quién quieres pagarle. ¿Al periodista o a aquellos que parasitan el trabajo de ese periodista (Mark Zuckerberg, Jack Dorsey, Sundar Pichai, Jeff Bezos...) para acumular información privada sobre ti y vendérsela luego al mejor postor?
20. Cuando te dicen que la información debe ser gratis, lo que te están diciendo en realidad es que le des a ellos el dinero que antes invertías en tu periódico. Y digo bien: “invertir”. Porque tú no estás pagando por un diario: estás invirtiendo en él. Es decir, en una sociedad libre donde la información no sea controlada por gente que no ha escrito una sola línea de texto en su vida.
21. Por eso al populismo le encanta decir que el periodismo ha muerto mientras crea sus propios medios y pone al frente a personas sin la menor formación o experiencia periodística. El populismo no quiere periódicos porque no quiere ciudadanos libres e informados. Quiere hojas parroquiales, noticias falsas y parroquianos fanatizados. Y lo está consiguiendo.
22. Porque en España y en muchos otros países se está viviendo un ataque frontal a la libertad de expresión y de prensa por parte del populismo autoritario. No es una exageración, ni una hipérbole, ni una metáfora. Cada suscriptor nuevo es un soldado más en el bando de la libertad.
23. Porque EL ESPAÑOL te va a tratar como un adulto. Y eso quiere decir que a veces publicaremos artículos que no te van a gustar y otros que, incluso, te van a enfurecer. Hay otros medios que complacen siempre a su lector a costa de mentirle la mayor parte de las veces. Nosotros no vamos a hacer eso para ganar clics baratos.
24. Porque las reuniones de redacción de EL ESPAÑOL son un master de periodismo. En esas reuniones discutimos y batallamos por nuestros textos (y nos mandamos a esparragar cuando toca) porque ésta es una redacción viva. Aquí en EL ESPAÑOL nada es de carril. Todo se lucha. Hasta el detalle aparentemente más irrelevante de los titulares.
25. Porque la portada de EL ESPAÑOL se decide en EL ESPAÑOL. No todos pueden decir lo mismo.
26. Porque en este diario no hay sólo periodistas trabajando para ti, sino un equipo de personas que hace posible que este salga a la calle. Empezando por nuestra directora general, Mamen Vázquez, y pasando por Ana Blanco (Diseño), David Murciano (director de Audiencias), Daniel Muñoz (director de Estrategia), Verónica Milo (directora de Producto), Sergio Sanz (director de Tecnología), Jesús Doncel (director de Publicidad) o Ana de Miguel, en cuya agenda de teléfonos está media España y una buena parte de la otra.
27. Porque nosotros no te vamos a reñir nunca por todo lo que (supuestamente) haces mal. EL ESPAÑOL no quiere convertirte en un hombre nuevo, más bondadoso, más perfecto, más cómodo para quienes te gobiernan. No queremos deconstruirte ni asarte a reproches. Sólo queremos informarte. Lo que hagas luego con esa información es cosa tuya.
28. Porque en EL ESPAÑOL no queremos transformar el mundo. Nos conformamos con contarlo y, sobre todo, con contarte lo que no te cuentan otros. Con ofrecerte nuevos puntos de vista sobre los asuntos de actualidad desde un ángulo que quizá no habías imaginado. Queremos hablar contigo, no sermonearte. Somos periodistas, no sacerdotes, ni salvapatrias, ni mesías de todo a cien, ni abducidos por la última ideología de moda.
29. Por una sección de Política que sabe cómo moverse en palacios y en cuarteles, en los despachos de los altos cargos y en los bares donde se reúnen sus asesores, con el Rey y con el último ujier del Congreso de los Diputados: Alberto D. Prieto, Ana I. Gracia, Daniel Ramírez, Brais Cedeira, Marcos Ondarra, Mariano Alonso, Irene Pérez Nova, Inma León, Dani Valero, Íñigo Zulet, Sara de Diego...
30. Porque tú también sabes que el periodismo real se parece más a Primera Plana que a Spotlight. Aunque nosotros, por si acaso, te daremos los dos tipos de periodismo gracias a una sección de Reportajes capaz de pasar la noche en el cadáver de un caballo, como Leonardo DiCaprio en El Renacido, para publicar un tema que nadie más va a atreverse a publicar. Son los Navy Seal del diario, gente como David Palomo, David López Frías, Andros Lozano, Diego Rodríguez Veiga, Jaime Susanna, Luis Casal, Enrique Recio y tantos otros.
31. Porque tú, como muchos de nosotros, estás cansado de cambiar de canción cada 20 segundos. De ver otra serie estúpida de Netflix y de preguntarte quién y cómo te ha podido convencer de que vieras ese esperpento. De hacer scroll en Instagram durante horas a la búsqueda de no se sabe qué petróleo. De no ser capaz ya de leer dos páginas seguidas de un libro sin aburrirte de él a los pocos minutos. Nosotros queremos poner pausa para que vuelvas a disfrutar de la lectura, de la información, del ocio. Queremos ser tu periódico, no uno más de los cientos de estímulos espasmódicos irrelevantes con los que eres bombardeado cada día.
32. Porque, reconócelo, no es lo mismo decir “¡No leo nunca EL ESPAÑOL, pero quiero que echen a X!” que “¡Soy suscriptor y exijo que echéis a Cristian Campos!”. Porque para darte de baja de algo, primero has de estar suscrito. Así que date ese gustazo, hombre: únete a nosotros y relámete durante años pensando en ese momento en el futuro (dentro de mucho tiempo) en el que nos castigarás con tu baja. Aunque estamos convencidos de que, para cuando llegue ese momento, ya seremos como de la familia y no querrás decirnos adiós.
33. Por esa sección de Ciencia comandada por Ainhoa Iriberri y en la que no se defiende la homeopatía, el terraplanismo, las dietas milagro o los chemtrails, sino las vacunas, los transgénicos y el racionalismo. Por una sección de Ciencia, en fin, científica, y no activista de la Pachamama.
34. Porque (reconozcámoslo ahora que estamos solos) tú también te pasas por EL ESPAÑOL por los cotilleos de Cristina Rodrigo y su equipo. Y no es para menos. Si hay un placer culpable en este diario, ese es Jaleos.
35. Porque en EL ESPAÑOL hemos logrado devolver a la vida el espíritu de Francisco Umbral, lo hemos embutido en el cuerpo de un ciclista y lo hemos puesto a escribir con el nombre de Jesús Nieto Jurado, alias Picalagartos, mientras imparte clases de spinning en gimnasios finolis de La Latina al ritmo de El novio de la muerte y otras marchas militares. Esto es verídico, le valió el despido (del gimnasio, no de EL ESPAÑOL) y es uno de los motivos que demuestran que en este periódico, si hay que ir, se va, porque ir pa’ná es tontería.
36. “Se me quejaban las niñas: ay me duele aquí, ay me duele allá”, dice Picalagartos. “Es que yo ni calentaba ni estiraba ni nada, yo iba directo al turrón. ¡Qué calentar ni calentar ni qué cojones!”. Pues eso es EL ESPAÑOL: un diario donde sus periodistas van al turrón.
37. Por esa sección de Cultura en la que Lorena G. Maldonado, Carmen Serna, Javier Zurro y David Barreira bucean en series, películas, obras de teatro, libros, exposiciones, conciertos y demás artefactos culturales para separar el grano de la paja e informarte de qué es lo que vale la pena (y qué es lo que mejor te ahorras). Y reconozcámoslo: nadie le suelta la lengua a los entrevistados como Lorena.
38. Porque el periodismo no ha muerto. En los Estados Unidos, el 50% de los adultos paga por algún tipo de información. El 25% paga por periódicos de información general. El 50% de los que no pagan son buscadores activos de información. Las cifras no son muy diferentes en el resto de países occidentales. Pero no es sólo que el periodismo no haya muerto: es que es más necesario que nunca.
39. Por Cocinillas, magasIN, Bluper, Vandal, El Androide Libre, Omicrono, los Deportes de Jorge Calabrés (y donde colabora Jesús Bengoechea), Series & Más y tantas otras secciones que ayudan día a día a hacer de EL ESPAÑOL el diario digital más completo de España.
40. Por nuestros viñetistas e ilustradores: Tomás Serrano, Guillermo Serrano y Javier Muñoz.
41. Por las docenas y docenas de excelentes periodistas a los que no he citado, por falta tanto de espacio como de memoria y para no convertir esto en la guía telefónica de Nueva York, pero que contribuyen día a día a hacer de EL ESPAÑOL un diario de referencia.
42. Porque al frente de EL ESPAÑOL está un periodista que si algo sabe es hacer periódicos. Y no lo digo por bienqueda catalán, aunque Pedro J. Ramírez sea mi jefe. Es que lo dice cualquiera que conozca las tripas del oficio y haya vivido en este país durante los últimos 40 años.
43. ¿Conoces el chiste?
–¿Y tú de que quieres el bocadillo, niño?
–¿Yo? Pues de Jabugo mismo.
¿Y este otro?
–Vóteme, caballero. ¿A usted qué más le da?
Pues eso. Si sólo te vas a suscribir a un diario, que sea de Jabugo mismo. ¿A ti qué más te da?
Aquí te esperamos. En tu diario. En EL ESPAÑOL.