La sombra del candidato republicano en un mitin en Green Bay, Wisconsin.

La sombra del candidato republicano en un mitin en Green Bay, Wisconsin. Brendan McDermid Reuters

Tribunas LA TRIBUNA

¿En qué consiste el polémico Plan MAGA para 2025 y por qué Trump se desmarca de él?

¿Es el Plan MAGA una extensión del programa electoral republicano? ¿O son sólo las propuestas radicales de un think tank conservador que nada tienen que ver con Trump?

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"En el debate de esta noche van a oír lo mismo de siempre, un montón de mentiras, agravios e insultos. Lo que van a escuchar esta noche es un plan detallado y peligroso llamado Proyecto 2025 que el expresidente Donald Trump pretende poner en práctica si fuera elegido de nuevo".

Estas palabras, pronunciadas en el debate electoral por la vicepresidenta de los Estados Unidos y candidata demócrata Kamala Harris hacían referencia a lo que se ha bautizado en Estados Unidos como el Plan MAGA o como el Proyecto 2025.

Pero ¿qué es el Plan MAGA? 

Tabletas de chocolate con las caras de Kamala Harris y Donald Trump.

Tabletas de chocolate con las caras de Kamala Harris y Donald Trump. Reuters

MAGA hace referencia a las siglas del eslogan político con el que el magnate neoyorquino saltó a la fama en 2016: "Make America Great Again". Y el Plan MAGA es un plan para "volver a hacer América grande" en 2025 en caso de que el Despacho Oval sea ocupado por Trump tras las elecciones de este martes.

Lejos de abrazar este movimiento conservador que contiene casi novecientos folios de propuestas para Estados Unidos, Donald Trump ha tratado de desmarcarse de este plan.

"No tengo nada que ver, como sabéis y como ella (Kamala Harris) sabe mejor que nadie, no tengo nada que ver con el Proyecto 2025. Eso está ahí fuera. No lo he leído. Y no quiero leerlo, por cierto. No voy a leerlo. Se trata de un grupo de personas que se reunieron y a las que se les ocurrieron algunas ideas. Supongo que algunas buenas, otras malas. Pero no importa", dijo el expresidente Trump frente a Kamala Harris. 

El debate, pues, está servido. ¿Es el Plan MAGA una extensión del programa electoral republicano? ¿O es simplemente una serie de propuestas radicales de un think tank conservador que nada tiene que ver con el Partido Republicano?

En 2023, una docena de organizaciones cercanas al partido republicano (coordinadas por el think tank conservador The Heritage Foundation) publicó este Proyecto 2025 con las principales reformas que, a su juicio, deben llevarse a cabo en los Estados Unidos. 

"El Plan MAGA propone ilegalizar las píldoras abortivas, penar de forma severa la pornografía o eliminar el Departamento de Educación"

El proyecto se asienta sobre cuatro objetivos principales.

1. Restaurar la familia como eje de la vida estadounidense.

2. Desmantelar la excesiva burocracia.

3. Defender la soberanía y las fronteras.

4. Garantizar los derechos individuales "otorgados por Dios" para vivir libremente.

Su objetivo primordial es "empezar a deshacer el daño que la izquierda ha causado y construir un país mejor para todos los estadounidenses en 2025". 

Entre sus principales medidas, este proyecto propone ilegalizar las píldoras abortivas, penar de forma severa la pornografía o eliminar el Departamento de Educación por su incapacidad para cumplir con los objetivos que tiene encomendados.

El plan también aboga por una eliminación de la normativa medioambiental y por la supresión de los programas de fomento de la diversidad en los centros de trabajo.

Asimismo, el Plan MAGA defiende una expansión del poder del presidente de los Estados Unidos, aumentando el poder de este sobre departamentos como el de Justicia. 

A mediados de 2023, el discurso duro del MAGA comenzaba a popularizarse. Los demócratas (mucho más activos en este asunto que muchos otros durante la campaña electoral) trataron de sacar rédito político de ello. "El Proyecto 2025 es la prueba de que Trump adoptará una serie de políticas autoritarias y de extrema derecha si es elegido", dijo Joe Biden en sus redes sociales. 

Y lo cierto es que muchas de sus medidas, como la propuesta de concentración del poder político, o como la de la eliminación de las regulaciones medioambientales, van en la línea de lo que Donald Trump ha defendido en sus ya históricos mítines.

Cierto es también que The Heritage Foundation ha sido fuente de inspiración política para Donald Trump (algo de lo que la propia institución presumía en 2018). 

Es tanta la certeza, que hasta una encuesta de Tezanos tendría imposible errar en el número de firmantes del Plan MAGA que este martes 5 de noviembre votarán por Trump: el 100% de los suscriptores.  

"¿Cuántas son las probabilidades de que un partido conservador tenga simpatía por un programa electoral conservador?"

Sin embargo, la realidad es que Trump se ha posicionado públicamente en contra de alguna de las medidas del Proyecto 2025, como la introducción de restricciones en el acceso a las píldoras abortivas por parte de las mujeres.

Trump también ha insistido en reiteradas ocasiones en que nada tiene que ver su plan para Estados Unidos con este Proyecto 2025. O sí, pero no por un alineamiento consciente y voluntario.

Lo que lleva a preguntarse qué gana el presidente oponiéndose fervientemente a un plan que, en gran medida, se alinea con el pensamiento de sus votantes, pero también con el de muchas organizaciones republicanas y donors que financian su millonaria campaña electoral. 

Que cada uno haga sus propias cábalas. 

¿Cuántas son las probabilidades de que un partido conservador tenga simpatía por un programa electoral conservador? 

¿Desarrollaría un think tank amigo del Partido Republicano un programa que no vaya a ser tenido en cuenta por dicho partido? 

El refranero español, que es muy sabio, ya lo dice: si parece un pato, nada como un pato y grazna como un pato, seguramente sea un pato. 

No obstante, si Trump adopta ese programa como propio es algo que no confirmaremos hasta que gane las elecciones, si las gana.

Quizá tardemos incluso más en saberlo. Como mínimo, hasta que sepamos la configuración del Parlamento y las mayorías con las que cuenta cada partido en las Cámaras.

Así, parece más que probable que esta pregunta se unirá a todas las demás cuestiones sin respuesta de esta surrealista campaña presidencial. 

¿Por qué tardó el Partido Demócrata meses en sustituir a un candidato que les conducía al cataclismo electoral? 

¿Por qué los asesores de Donald Trump no le han preparado mejor durante la campaña para decir algo más que en Springfield los inmigrantes se están comiendo a las mascotas de los americanos? 

Este 5 de noviembre, los estadounidenses elegirán al cuadragésimo séptimo presidente de los Estados Unidos de América.

Proyecto 2025 en mano o no, conviene que el dueño del Despacho Oval triunfe en su objetivo de hacer América grande. Por su bien y por el de todos.

*** Gabriel Rodríguez es abogado y diputado del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid.