Tánger inmortal, el novio de Rocasolano y Bárcenas sin papeles
María Dueñas, Tánger, Paloma Rocasolano y Luis Bárcenas; la autora comenta lo más destacado de la semana a través de sus protagonistas.
María Dueñas
Vuelvo de Tánger (algunos se equivocan y dicen Casablanca), de vivir una de esas vidas que llevo desparramadas en la maleta. Ninguna de ellas me pertenece, pero muchos españoles se sienten atraídos por la mítica de un nombre (Sira), que está triunfando en la literatura.
Es el último best seller de María Dueñas. Hizo suerte con El tiempo entre costuras y días atrás llegó al norte de África para asistir al bautizo de su criatura en la galería del Instituto Cervantes. En esta ocasión, la novela sigue un recorrido diferente a la anterior.
Marcada por el término de la Segunda Guerra Mundial, Sira viaja a Jerusalén, a Inglaterra y finalmente vuelve a Tánger, su paraíso.
Tánger, mon amour
Durante mi estancia en la ciudad coincido con amigos españoles que van y vienen por las calles bañadas de luz de oro. En la cuesta de la Kasbah tropiezo con María Vidaurreta, a la que no reconozco porque me lo impide la mascarilla.
María ha abandonado el negocio del lujo que antaño ocupaba casi todo su tiempo y actualmente se dedica a la universidad africana, de Uagadugú a Ciudad del Cabo.
Estamos en 'Las chicas', un comercio de la hija de Farida Benlyazid, directora de cine marroquí que llevó a la gran pantalla La vida perra de Juanita Narboni, novela del escritor Ángel Vázquez, fallecido en una pensión de Atocha, sólo y alcoholizado. Vázquez había ganado el Planeta en 1962 con Una luz se enciende y apaga.
En Tánger tropiezas todo el rato con españoles a los que jamás ves en Madrid.
Vidaurreta me recuerda que llegué por primera vez a esta ciudad acompañada de su marido, Jorge Verstrynge, que me presentó a su padre, un belga propietario de un hotelito gracias al cual sobrevivía.
Antes de explotar la propiedad hotelera, Verstrynge padre había ejercido de mercenario en el Congo, aunque yo no pondría la mano en el fuego. Después recaló en Tánger, hasta el final de sus días.
La ciudad era un vivero de personajes de entreguerras. Llegaban a patadas. Aquí vivía Paul Bowles, allá Bárbara Hutton, Adolfo Velasco, Rachel Muyal, Francis Bacon, Claudio Bravo, Matisse o mucho antes, Delacroix, si bien de este último siempre se ha dicho que solo hizo bocetos. Muy cerca de casa, en la Kasbah, hay una fuente con azulejos de color rojo y un caño del que mana abundante agua. Mis primeros recuerdos de esa fuente es que las mujeres se pasaban las horas lavando mantas.
Maria Vidaurreta me habla de la querencia de sus hijos por esta tierra. Uno de ellos debe de ser rico, pues tiene varios inmuebles en la ciudad. El sábado fuimos a la casa de Tapiró, llamada así porque la construyó el pintor orientalista cuando abandonó España para mudarse a Tánger, donde murió, en 1835, arropado por la amistad de su amigo Fortuny, de cuyo arte siempre estuvo prendado.
La casa de Tapiró es hoy propiedad del catedrático Bernabé López Garcia y Cecilia Fernández Suzor, licenciada en filología árabe e Islam, además de directora de varios Institutos Cervantes del Mediterráneo.
En Chez Tapiró disfrutamos de un excelente cuscús preparado con la sabiduría de quien conoce la ciudad. Javier Rioyo, director del instituto Cervantes, cuenta algunos de sus descubrimientos tangerinos. Ada del Moral habla una vez más sobre Tapiró, el pintor de Reus.
Tuve el gusto de ver por primera vez un cuadro de Tapiró en el consulado de España en Tánger. La segunda vez que fui, sin embargo, el cuadro ya no estaba. Se lo habían llevado al Museo del Prado. Allí sigue.
La casa de Tapiró está cerca del puerto, junto a un edificio destartalado que en tiempos fue el cine americano, una sala donde se proyectaban películas de la época.
La calle es estrecha y antaño la ocupaban las legaciones diplomáticas (Alemania, EE. UU, Portugal, etc). Durante la sobremesa recibimos una importante dosis de información. Con nosotros está Julia Shumajer, un siglo de memoria tangerina, musa de Angel Vázquez en Fiesta para una mujer sola. Su hijo, el financiero Adriano Alí y su nuera Maruska.
Alfonso Fuentes, de la mítica familia Fuentes y sobrino del pintor tangerino Antonio Fuentes, se ha instalado en Tánger para comisariar la colección de arte con carácter permanente.
Paloma Rocasolano
Es una novia de moda, la discreta madre de la Reina Letizia a la que todos pudieron ver en el teatro Campoamor asistiendo a la entrega de los Premios Princesa de Asturias.
Paloma Rocasolano es noticia por su noviazgo con Marcus Tokuaboh Brandler, un poderoso calvorota, discreto y altiricón, que al parecer debe sus buenos oficios de novio a Robert Gavin Bonnar, la pareja (¿o es el parejo?) de Telma Ortiz.
Vuelven las bodas. De hecho, lo que más vuelven, son los figurines de moda: vestidos otoñales y novias caminando sobre una alfombra de hojas secas; velos crudos, mangas casi largas, escotes suaves.
Las primeras bodas fueron las de Claudia Osborne, la pequeña de Bertin, con un Entrecanales. Luego le tocó el turno a Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, con su enamorada. Y ahora repite otra Entrecanales, en este caso, Isabel, que fecha y pesadillas varias. Primero tuvieron el niño y ahora se casarán. Por todo lo alto, como corresponde a 'los Acciona'.
Luis Bárcenas
La Audiencia Nacional ha condenado a dos años de cárcel al extesorero popular, un verdadero experto en contabilidades furtivas y de paso al PP como responsable civil subsidiario (123.669 euros del ala) por pagar con dinero negro la reforma de su sede central en la calle Génova de Madrid.
Bárcenas tiene un aspecto pesado y grandullón. Es como si por el no pasaran los 29 años de cárcel que ya le habían caído por el caso Gurtel. No le sienta mal su residencia en Soto del Real, con sus permisos de salida por comportamiento "constructivo". Incluso se ha quitado de la nuca el rizo jerezano que lucía cuando jugaba al golf en Marbella y alternaba con los ricos de Guadalmina.
Nunca pensé que los "papeles" de Bárcenas iban a dar tanto de sí en la crónica de tribunales. Y en la política, por supuesto.