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La tecnología está revolucionando la medicina, propiciando nuevas curas y tratamientos, pero también reinventando procesos clásicos como los vendajes o las suturas. Los robots cirujanos que ya se usan en España para alcanzar mayor precisión en los próximos años puede que usen un nuevo tipo de suturas como las creadas por el MIT que detectan la inflamación o estas otras capaces de acelerar la curación de heridas y cirugías mediante la electricidad. 

Algunos procesos médicos como la curación de heridas llevan mucho tiempo sin evolucionar, el actual uso de las suturas, cataplasmas y ungüentos son un ejemplo. Sin embargo, recientes proyectos de investigación se han propuesto cambiar esto. Investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Rutgers (ambas en Estados Unidos) han planteado este mismo año el uso de vendajes inteligentes que aplican electroterapia a las heridas para curarlas más rápido, además de transmitir información al médico.

Estos vendajes inteligentes no pueden, por otro lado, tratar heridas internas, en su lugar se necesita la ayuda de suturas. También haciendo uso de la electricidad, un equipo de la Universidad de Donghua en China ha presentado un nuevo tipo de sutura biodegradable que acelera la curación de las heridas y reduce la aparición de infecciones. 

Suturas eléctricas

Las suturas cumplen una función primordial en medicina, mantener unidos los tejidos mientras la herida cicatriza. Un proceso pasivo que espera pacientemente a que la naturaleza siga su curso, salvo por el uso de medicamentos o cremas que ayuden al paciente. 

Al contrario que en las suturas tradicionales, donde el movimiento es perjudicial y se aconseja al paciente mantener reposo, en este caso puede ser beneficioso para su curación cierto grado de actividad. La sutura inventada por este equipo de investigación estimula eléctricamente la herida cuando se somete a tensión.

Sutura quirúrgica iStock Omicrono

Esto puede ocurrir durante el movimiento y acelerar el proceso de cicatrización, además de disminuir el riesgo de infecciones. De esta forma, un sistema pasivo como este podría convertirse en una cura activa que acelera la recuperación del cuerpo con los nuevos avances. Los resultados de este estudio se han publicado en la revista Nature Communications.

Para la medicina no es nueva la idea de curar una herida mediante estimulación eléctrica. Esta promueve la cicatrización a través de varios mecanismos, entre ellos, impulsando la migración de células a la zona. Sin embargo, la técnica para aplicarla mediante la sutura es una propuesta innovadora. 

Para ello, los nuevos hilos de sutura se componen de fibra mecanoeléctrica especializada. Al tocarse y separarse la capa central y la fibra externa por culpa del movimiento, se generan campos eléctricos. Cuando los músculos se relajan y contraen, se crean cargas opuestas en la capa media y externa de la sutura y se genera electricidad, según el efecto triboeléctrico. 

El proceso se hace de forma pasiva mientras el paciente se mueve y hace la vida más normal posible. Una vez terminado el tratamiento, el paciente no requiere de una nueva intervención, pues los materiales utilizados en esta sutura son bioabsorbibles. Incluso se si usan en cirugías internas, debería poder degradarse de manera segura en el cuerpo.

Heridas cerradas más rápido

El equipo llevó a cabo una serie de experimentos con la sutura, utilizando fibras musculares artificiales, y ratas con heridas. A través de experimentos en una placa de Petri, se descubrió que las tasas a las que las células migraban al área alrededor de las suturas aumentaban cuando había un campo eléctrico presente en comparación con cuando no lo había, mientras que la estimulación eléctrica también reducía el crecimiento bacteriano.

Ilustración de sutura bioabsorbible para estimulación eléctrica. Universidad de Donghua Omicrono

El equipo explica en su artículo científico que la herida utilizada para la prueba ocupaba el 69% de la superficie, tras aplicar las suturas eléctricas durante 24 horas, esta herida se redujo a solo el 10,8%. En su lugar, las suturas tradicionales solo redujeron la herida hasta el 32,6% en ese mismo periodo de tiempo.

En la siguiente fase, se descubrió que los roedores se curaban al cabo de 10 días. Las suturas eléctricas habían cerrado las heridas de las ratas en un 96,5 %, mientras que las suturas de control solo habían cerrado un 60,4 % en ese tiempo.

Cerrar la herida no es el único propósito, también se persigue evitar la aparición de infecciones lo máximo posible. Los investigadores desinfectaban a diario las heridas, pero incluso sin la desinfección diaria de la herida, el recuento bacteriano se mantuvo bajo en las ratas tratadas con la sutura eléctrica, lo que sugiere que los puntos de sutura podría reducir potencialmente las infecciones postoperatorias.

El estudio aún necesita superar la fase de pruebas en entornos clínicos para evaluar la eficiencia de estas suturas en humanos, pero los resultados son interesantes y como indican "si tienen éxito podrían ser una alternativa segura, barata y efectiva a los puntos de sutura tradicionales".