El cáncer es la enfermedad más temida del siglo XXI. Con un modelo de vida sedentario y un consumo de productos ultraprocesados, los cánceres son cada vez más habituales. Pero también los avances médicos para combatirlos. También la población es cada vez más consciente de la necesidad de adquirir costumbres sanas para evitar las situaciones comprometidas de salud antes de que lleguen.
Eduardo Martín, jefe de Servicio de Urología en el Hospital Universitario Ruber Juan Bravo 49, recuerda que hay pocas señales que adviertan de la presencia de cáncer de riñón, por eso puede ser uno de los más problemáticos. El riñón es un órgano filtrador encargado de limpiar la sangre donde se acumulan todas las toxinas del cuerpo.
Martín dice que algunos síntomas que advierten la presencia de tumores en el riñón son el dolor lumbar, el sangrado en la orina o perturbaciones en el palpado abdominal, pero lamenta que para entonces suelen estar ya en fases avanzadas. "Más del 50% de los casos se diagnostican incidentalmente con las pruebas de imagen solicitadas por otros motivos", dice Martín.
Este tumor es el más común en hombres, especialmente entre hombres de 60 y 70 años. Pero cuando se detecta a tiempo, todavía se puede extirpar. De hecho, su mortandad ha bajado gracias a la mejora en técnicas e instrumentos médicos. Por ejemplo, el robot quirúrgico Da Vinci, que es capaz de operar al milímetro.
Este robot, presente sólo en algunos centros, tiene la gran ventaja de permitir una "visión magnificada de los límites del tumor" y los vasos que los nutren. Los problemas en el quirófano más comunes, minimizados por manos expertas, son las lesiones vasculares de los vasos que nutren al riñón y en el intestino que lo rodea, y Da Vinci lo reduce aún más.
Una cirugía más meticulosa además tiene ventajas en el postoperatorio que se hace menos molesto. Al romperse menos vasos sanguíneos por una incisión más concreta, la recuperación se hace antes y la cicatrización deja menos marca.
El robot Da Vinci se compone de tres partes: los brazos quirúrgicos donde está el bisturí y otros utensilios para todo tipo de operaciones, una torre de visión que permite un visionado mucho más nítido y una consola donde el cirujano opera la maquinaria.
Mucho más preciso
El doctor Martín explica a EL ESPAÑOL, que el robot Da Vinci puede hacer todo tipo de cirugías. En el caso de las renales, "la cirugía robótica es especialmente útil comparada con otras técnicas, es cuando la intención del cirujano es la de preservar la mayor cantidad de tejido renal sano". Y añade: "Esto es de gran importancia en pacientes con insuficiencia renal previa, pacientes con un único riñón o con varios tumores en el mismo".
La tecnología ayuda, pero no opera sola. Detrás de los controles siempre hay personal cualificado y con los conocimientos necesarios para poder reaccionar en casos en los que la operación se complica. El ordenador, como la IA, no funciona sola y necesita un profesional que lo configure y supervise.
Aun así, es importante también la prevención. Esa es la parte del paciente de intentar llevar una vida más sana y reducir los factores de riesgo, como el alcohol o el tabaco. El riesgo se incrementa el doble en fumadores, según el experto en oncología renal. La tecnología cada vez es más efectiva y gracias a la inteligencia artificial las posibilidades seguirán mejorando, aun así es mejor prevenir que curar.