España está presente en China, concretamente en la ciudad de Dongguan (Shenzhen). Una localidad en la que, además de su laboratorio de salud en el que crean los 'wearables del futuro', Huawei tiene su campus Xi Liu Bei Po. Un enorme complejo con una superficie de 140 hectáreas o 1,4 millones de metros cuadrados que está inspirado en algunas ciudades europeas, como Granada; y en el que se pueden encontrar desde oficinas hasta laboratorios, salas de reuniones, una impresionante biblioteca o restaurantes.
"Parece una ciudad dentro de otra" o "ahora estamos en Europa" son algunas de las frases que más se escucharon por parte de los periodistas desplazados en la visita al campus Xi Liu Bei Po de Huawei en Dongguan, en la que EL ESPAÑOL - Omicrono estuvo presente. Y es que la sensación de entrar en este complejo es totalmente sorprendente, ya que realmente parece que estás dentro del Viejo Continente, pero sin salir del país asiático.
El campus de Huawei está dividido en 4 áreas y 12 distritos, y cada uno de ellos representa a una región europea: Oxford y Windermere (Reino Unido), Bolonia y Verona (Italia), Borgoña y París (Francia), Friburgo y Heidelberg (Alemania), Granada (España), Brujas (Bélgica), Český Krumlov (República Checa) y Luxemburgo. Lo más llamativo es que estas zonas están recreadas inspirándose en la arquitectura local, por lo que realmente parece que estás en ella. En el caso de Granada -en la que no nos detuvimos- sus edificios se basan en la Alhambra.
Oficinas, laboratorios y restaurantes
Huawei destacó durante la visita que en su campus hay un total de 108 edificios que trabajan (y viven) 50.000 empleados, de los cuales 30.000 son trabajadores de I+D (investigación y desarrollo). Una de las curiosidades de esta 'ciudad' es que incorpora en un sistema ferroviario de cercanías que se extiende a lo largo de 7,8 kilómetros y por el que circulan pequeños trenes eléctricos que llevan y traen a los trabajadores; y que tienen un aspecto 'vintage' y basado en el diseño del Jungfrau suizo, aunque por dentro disponen de pantallas y paneles.
"Concretamente tenemos dos líneas de trenes diferentes que realizan viajes periódicos entre ellos. La primera tarda 27 minutos en dar la vuelta al campus; mientras que la otra completa el recorrido en 40 minutos", explicó la guía de Huawei. Durante el viaje en tren pudimos apreciar apreciar una gran variedad de espacios verdes, lagos artificiales con nenúfares y ríos. Incluso en algunos de ellos pudimos bajarnos, como en la zona inspirada en París, que está prácticamente pegada a la de Granada y que cuenta con una réplica de Versalles.
El campus cuenta con una variedad de estaciones de tren y con 600.000 metros cuadrados de oficinas, 200.000 metros cuadrados de laboratorios, más de 800 salas de reuniones, tiendas, residencias, gimnasios 15 comedores y 10 cafeterías. Los trabajadores también pueden alquilar bicicletas para moverse libremente. Durante la visita vimos callejones y pasillos que parecían sacados de películas, una gran variedad de puentes y muchas estatuas. Incluso pudimos cenar en dos de sus restaurantes, cada uno de ellos ofreciendo una comida diferente.
Desde el primer momento en el que se pisa el campus uno se siente maravillado por el esfuerzo que la compañía ha hecho para lograr estas réplicas de las ciudades europeas en suelo chino. Un espacio que llama la atención tanto a los locales como a los visitantes, pero que tiene una explicación. Y es que el gigante tecnológico quiso con esto replicar a los grandes centros de innovación del Viejo Continente en áreas tan diversas como el arte, la ciencia o el conocimiento con el objetivo de que sirvan de inspiración a sus trabajadores de I+D.
En el campus también hay una universidad y una impresionante biblioteca, que pudimos conocer. Un espacio en el que hay alrededor de 110.000 libros, de los cuales 70.000 están en chino y 40.000 en inglés. Incluso el fabricante tiene algunos libros exclusivos, por ejemplo, nos enseñó uno que apenas tiene mil ejemplares en todo el mundo. El fabricante explicó que en los centros de Xi Liu Bei Po se trabajan una variedad de tecnologías, desde computación en la nube, inteligencia artificial (IA), ciberseguridad, Internet de las cosas (IoT) y hasta redes 5G y el futuro 6G. Aunque, por desgracia, no pudimos entrar a cotillearlos.
Los coches de Huawei
Durante el viaje a China también asistimos a la tienda que Huawei tiene en Shenzhen, una de las ciudades industriales más importantes del país asiático y en donde la firma tiene sus oficinas centrales. Un establecimiento, una de las 'flagship stores' más grandes del fabricante, que se encuentra en el corazón de MixC World y que cubre un área total de 1.300 metros cuadrados. Por fuera, es un edificio moderno y acristalado que permite un primer vistazo a su interior, que es amplio y diáfano.
De hecho, el interior de la tienda tiene un aspecto y diseño que recuerda, y mucho a los establecimientos de Apple, con mesas de madera y todo bien organizado. Incluso los trabajadores de la Huawei 'flagship store' también van vestidos con una camiseta azul. En ella, los visitantes pueden probar a fondo los productos de la marca china, desde sus diferentes modelos de teléfonos inteligentes hasta los relojes, portátiles, tablets y demás dispositivos. También se pueden encontrar artículos que no se han lanzado en España y hasta un pequeño puesto para tomar un café o un zumo.
Aunque lo que realmente llama la atención de esta tienda es la presencia de los coches autónomos del fabricante chino, que se han lanzado en el país con la colaboración de diferentes marcas, como Chery o Aito. Unos automóviles -eran cinco en total- a los que uno se puede subir tranquilamente -dentro de la tienda- para conocerlos a fondo. Por ejemplo, estaba el Luxeed S7, de aspecto más deportivo, y, en nuestro caso, subimos al Aito M9, un SUV eléctrico grande y lujoso que cuenta con una gran variedad de pantallas táctiles en el salpicadero.
También viene con otro tipo de tecnologías, como una consola central táctil con el sistema operativo HarmonyOS, control por voz para abrir las ventanas o el techo panorámico, cancelación de ruido para que el conductor no escuche nada de lo que se dice en la parte de atrás y hasta un proyector y una pantalla en su zona trasera que se puede desplegar para que los pasajeros de las plazas de atrás (que son cinco en total) puedan ver una película o cualquier contenido mientras están viajando. Incluso los asientos tienen la opción de darte un masaje durante el trayecto.
En la visita a la tienda de Huawei en Shenzhen también pudimos subirnos durante unos minutos a este mismo coche y dar una vuelta por las calles de la ciudad china para comprobar el funcionamiento de la conducción autónoma. Una tecnología que sorprende y destaca, ya que rinde realmente bien y durante todo el trayecto el automóvil pudo moverse sin problemas y sin ayuda del conductor entre el tráfico, que en ese momento era elevado.