"Estoy súper impresionado con cómo funciona esto", con estas palabras del segundo paciente de Neuralink, la compañía anuncia los avances de su nuevo intento. El primer implante de la empresa de Elon Musk se encontró con ciertas dificultades tras la operación. Parece que este detalle ya cuenta con solución y el nuevo paciente es capaz de jugar a videojuegos con este chip en el cerebro que pretende revolucionar la vida de las personas con dificultades motrices y comunicativas.
En una nueva entrada del blog de la compañía, Neuralink habla de su nuevo paciente del que solo se sabe que se llama Alex y trabajaba como técnico automotriz antes de sufrir una lesión en la médula espinal. La operación para colocar el implante se realizó en el Barrow Neurological Institute en Phoenix y un día después ya se le daba el alta a Alex. Este paciente ahora puede usar un software de diseño asistido por ordenador, según explica la empresa.
La empresa del multimillonario sudafricano va bastante por detrás de numerosos investigadores y empresas de todo el mundo que están focalizando sus esfuerzos en implantes cerebrales. Proyectos como el del Stentrode de la empresa Synchron o los avances de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) han adelantado o conseguido prácticamente lo mismo que Neuralink en pacientes con ELA y otras enfermedades.
Pero lo más importante, sus logros se han publicado en revistas científicas supervisados por expertos y disponibles para que la comunidad científica los examine. Por el contrario, los logros celebrados por Neuralink con este segundo paciente solo aparecen en un blog de la compañía, donde no se menciona ningún artículo científico revisado por pares.
En el anuncio presumen de las nuevas capacidades de este segundo paciente gracias a su implante, quién ya puede diseñar objetos 3D y jugar videojuegos como Counter-Strike 2. Neuralink explica también cómo en esta segunda prueba ha evitado los problemas que sufrió en su primer voluntario implantado.
En el anterior caso, algunos de los hilos con electrodos que se asientan en el tejido cerebral comenzaron a retraerse de dicho tejido, dificultad que también se solventó, según informaron recientemente. "Para reducir la probabilidad de retracción del hilo en nuestro segundo participante, implementamos una serie de mitigaciones, incluida la reducción del movimiento del cerebro durante la cirugía y la reducción del espacio entre el implante y la superficie del cerebro", dijo la compañía.
Por el momento, el implante Link permite a estos dos primeros pacientes controlar el cursor en la pantalla para realizar sencillas operaciones en ordenadores. Esto le permite diseñar figuras: "Alex utilizó por primera vez el software CAD Fusion 360 y logró diseñar un soporte personalizado para su cargador Neuralink, que luego se imprimió en 3D y se integró en su configuración", afirman.
La promesa de futuro de este implante es que Link podrá decodificar múltiples intenciones de movimiento simultáneo y reconocer intenciones de escritura a mano para ayudar a los pacientes a escribir más rápido. "Al igual que Noland, nuestro primer participante, Alex rompió el récord mundial anterior de control del cursor mediante interfaz cerebro-ordenador (BCI) con un dispositivo que no era Neuralink el primer día de uso del Link", dice la publicación.