Así es Venus, el icónico superyate de Steve Jobs implicado en un incidente en las costas de Nápoles

El nombre de Steve Jobs, incluso tras su muerte, resuena en España hoy en día. El fundador de Apple junto a Steve Wozniak tuvo sus días de visionario, llegando incluso a predecir el concepto que hoy en día da vida a las Apple Vision Pro. Uno de sus últimos sueños tiene nombre: Venus, un lujoso superyate que el magnate nunca pudo estrenar y que ahora pertenece a su viuda, Laurene Powell. Este barco se ha visto envuelto en un incidente naval, chocando con otra embarcación en Italia.

El suceso quedó registrado en vídeo. Todo ocurrió en las costas de Nápoles, Italia, el pasado 22 de julio. El superyate Venus, perteneciente a Powell, chocó contra el Lady Moura, otro yate de 105 metros de eslora. Un suceso que han podido confirmar miembros de la tripulación del Venus a medios como Super Yacht Times, aunque como decimos, todo quedó registrado.

"No me lo van a creer, pero nos chocaron el yate mientras estábamos en Nápoles". Así lo cuenta Ricardo Salinas Pliego, uno de los empresarios y hombres más ricos de toda México. Pliego cuenta en redes sociales que él y su familia se encontraban de vacaciones cuando el barco de Steve Jobs chocó contra su yate.

El yate de Steve Jobs se choca

El propio Pliego expone brevemente lo sucedido en la descripción de su viral TikTok, subido hace escasas horas. "El yate de Steve Jobs [...] nos pegó mientras estábamos anclados frente a Nápoles. [...] Lo bueno es que no pasó nada más que un raspón, pero es un raspón grande que va a costar mucho arreglar", lamentó el empresario.

Miembros de la tripulación del Venus de Jobs aseguraron en medios que en el yate no se encontraba la viuda del magnate, y que solo había tripulación en ella. Al parecer, ambas embarcaciones estaban paradas en el océano, ancladas en el mar. Una fuerte ráfaga de viento habría movido los dos navíos, causando la colisión en cuestión.

@ricardobsalinas No me lo van a creer pero nos chocaron el yate mientras estábamos en Nápoles. Les cuento ☕️… el yate de Steve Jobs fundador de Apple (ahora de su esposa Laurene), nos pegó mientras estábamos anclados frente a Nápoles. Yo quisiera saber que andaba haciendo el capitán y la tripulación que no vieron un yate del tamaño del mío enfrente. Lo bueno es que no pasó nada más que un raspón, pero es un raspón grande que va a costar mucho arreglar ja ja ja. Así que vayan a @Elektra México ♬ sonido original - RicardoBSalinas

Dichas fuentes relatan que el puente del Venus no estaba atendido por nadie de la tripulación en aquel momento. Si bien es cierto que notaron los cambios de viento e intentaron maniobrar para evitar lo sucedido, nada se pudo hacer. Otro punto a destacar es que el Venus desplegó una cadena de ancla más corta que la del Lady Moura.

Las fuentes, en todo caso, varían. Algunos usuarios aseguran que fue el Lady Moura el culpable, mientras que otras acusan directamente al Venus; acusaciones imposibles de confirmar usando únicamente las imágenes publicadas en redes sociales. Lo que queda claro es que en ninguno de los dos casos hubo destrozos importantes o tragedias que resaltar.

Venus, yate de Steve Jobs SuperYatchFan Omicrono

El barco que perteneció a Steve Jobs sigue envuelto en cierto misterio. Según la información disponible hoy, el yate diseñado por el célebre Philippe Starck puede acomodar hasta 12 invitados, distribuidos en 6 camarotes con grandes ventanales, y una tripulación de 22 personas. Tiene una longitud de 78 metros de eslora y un estilo ultraminimalista, con detalles acristalados en la parte de la proa.

Monta dos motores MTU que permiten al navío alcanzar los 20,5 nudos de velocidad máxima (37,9 km/h) y 18 nudos de velocidad de crucero (33 km/h). Sus cuatro alturas están marcadas por una cubierta superior bastante amplia junto a otra dedicada al ocio, equipada con un jacuzzi. La planta inferior incluye las cabinas principales y el acceso al beachclub. 

Fue construido por Feadship y botado en octubre de 2011, el mismo mes en el que Jobs falleció, lo que supuso que el magnate nunca pudiera verlo terminado ni llegara a navegar en él.