La piscina y patio interior de Sa Taronja.

La piscina y patio interior de Sa Taronja. Tomeu Canyellas Omicrono

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La impresionante granja avícola de Mallorca convertida en una residencia de cuatro apartamentos con piscina

Sa Taronja, un antiguo gallinero y centro cultural, se ha transformado en una vivienda moderna con varios pisos, elementos clásicos y cocina comunitaria.

21 julio, 2024 18:30

El sector de la construcción, que ha evolucionando con el paso de los años, no deja de sorprender con obras de lo realmente llamativas. Ejemplo de ello son unas ingeniosas casas de papel que no necesitan hormigón y se construyen en sólo unas horas o las viviendas prefabricadas, que arrasan en España. Ahora, un estudio eslovaco ha sorprendido convirtiendo una antigua granja avícola de Mallorca en una moderna residencia, que cuenta con piscina y con cuatro apartamentos.

Beef Architekti, un estudio de Eslovaquia, ha llevado a cabo la reformación y transformación de Sa Taronja, un lugar cargado de historia y transformación artística situada en la localidad Andratx, enclavado al pie de la Serra de Tramontana en Mallorca. Una construcción de 124 metros cuadrados que hasta finales de los años 90 fue la gran avícola más grande de las islas Baleares.

En 1997, el pintor alemán Hartmut Usadel compró la propiedad y la convirtió en un centro cultural. Para ello, este artista transformó los tres enormes gallineros de 80 metros de largo en estudios de artistas, una galería e, incluso, un pequeño teatro que acogió uno de los conciertos más trascendentales de la Orquesta Sinfónica de Berlín. Un lugar que ha permanecido activo hasta 2017. Ahora, el estudio de arquitectura ha apostado por transformarlo en una residencia. 

La fachada de Sa Taronja.

La fachada de Sa Taronja. Tomeu Canyellas Omicrono

Una de las piezas claves de Sa Taronja es su vivienda de piedra de 300 años, que recientemente ha sido reformada en cuatro apartamentos modernos. Un edificio, que anteriormente se utilizaba como un espacio de apoyo para el centro cultural, en el que la firma ha colaborado con trabajadores locales para retirar los añadidos modernos y dejar al descubierto la sólida estructura de piedra original. "Nuestra tarea ha sido convertirla en una casa de huéspedes con cuatro apartamentos y una oficina para el gestor del centro cultural", explica el estudio en un comunicado.

Una residencia que también cuenta con una cocina comunitaria con una gran luz natural y vistas verdes al exterior. El estudio de arquitectura también ha reforzado y conservado cuidadosamente los elementos de madera existentes del edificio para mantener su carácter original. Mientras que para los añadidos han utilizado materiales locales, como la roca blanca de marés. Una vivienda que ofrece una importante conexión con el patio, un espacio que viene con un sencillo diseño de celosía de madera para un toque moderno y que da sombra en toda la casa.

Una de las habitaciones de Sa Taronja.

Una de las habitaciones de Sa Taronja. Tomeu Canyellas Omicrono

Incluso cuenta con una piscina y una zona para tomar algo. Beef Architekti también ha mantenido en el interior de Sa Tarjona muebles antiguos, cristalería tradicional mallorquina y piezas de arte de la época del centro cultural para ofrecer un nuevo hogar dentro de la vivienda restaurada. En cuanto al futuro de esta residencia, el estudio abordará las tres largas salas, originalmente gallineros y, más tarde, estudios de artistas.

En ellas, Beef Architekti planea restaurar su singular arquitectura industrial, que se caracteriza por una delicada estructura prefabricada de acero. Mientras que el revestimiento exterior modular se reemplazará por una versión moderna, con ventanas ligeramente adaptadas para mejorar la funcionalidad; y los espacios interiores se equiparán con un sistema flexible de servicios públicos que garantizará una adaptación sin esfuerzo a usos futuros.