Los drones se han convertido en útiles herramientas de todo tipo. De sistemas de grabación, aliados en la agricultura, asistentes de construcción, militares y operadores logísticos. Ahora, la compañía especializada en este tipo de naves —y absoluta referencia en España— ha ido un paso más allá con un reparto único: directo al monte Everest.
Este hito, lo ha conseguido de la mano del DJI FlyCart 30, un dron que puede transportar cargas útiles de 15 kilogramos en condiciones adversas y extremas, tanto climáticas como ambientales, tal y como ha demostrado la compañía junto con la empresa nepalesa de servicios de drones Airlift, la empresa de producción de vídeos 8KRAW y el experimentado guía nepalés Mingma Gyalje Sherpa.
Durante las pruebas, se transportaron tres botellas de oxígeno y 1,5 kg de otros suministros desde el campo base del Everest al campo 1 (a 5.300-6.000 m sobre el nivel del mar). Aprovechó además el viaje de regreso para llevar de vuelta basura. Un viaje peligroso que, gracias al dron abre una nueva vía de agilidad logística.
Cabe tener en cuenta que estos campamentos están separados por la cascada de hielo de Khumbu, una de las etapas más peligrosas del ascenso. Aunque en teoría los helicópteros pueden hacer el mismo viaje, rara vez se utilizan debido a los importantes peligros y costes.
Antes de emprender los vuelos de entrega, los ingenieros de DJI consideraron los desafíos ambientales extremos del Everest, incluidas temperaturas que oscilan entre -15° y 5°C, velocidades del viento de hasta 15 m/s y grandes altitudes de más de 6.000 metros sobre el nivel del mar. Luego se llevaron a cabo rigurosas pruebas del DJI FlyCart 30, incluidas pruebas de vuelo estacionario sin carga, resistencia al viento, bajas temperaturas y capacidad de peso con cargas útiles sucesivamente más pesadas.
Una logística segura
El objetivo de esta prueba, más allá de demostrar las capacidades del potente dron de DJI en situaciones extremadamente adversas, llega con la idea de lograr operaciones de montaña más seguras.
Tradicionalmente, la responsabilidad de transportar suministros y limpiar la basura en el Everest ha recaído sobre los hombros de los guías sherpas locales, quienes pueden necesitar cruzar la cascada de hielo más de 30 veces en una temporada para transportar suministros como botellas de oxígeno, botes de gas, tiendas de campaña, alimentos y cuerdas.
La peligrosa subida a través de la cascada de hielo de Khumbu suele ocurrir de noche, cuando las temperaturas son más bajas y el hielo es más estable. Un dron no modificado puede transportar 15 kg entre campamentos en 12 minutos en un viaje de ida y vuelta, de día o de noche.
"Necesitamos pasar entre 6 y 8 horas cada día caminando a través de esta cascada de hielo", explica el guía Mingma Gyalje Sherpa, quien expone que el año pasado perdío a tres sherpas. "Si no tenemos suerte, si no es el momento adecuado, perdemos la vida allí".
Ahora, os drones de reparto de DJI tienen como objetivo aliviar la carga de los sherpas, que arriesgan repetidamente sus vidas navegando por la peligrosa cascada de hielo de Khumbu, al tiempo que buscan limpiar el Everest de forma acelerada.
El Everest se abre a los drones
La temporada de escalada del Everest está restringida a abril y mayo, y otras actividades y pruebas con drones están restringidas durante el resto del año debido al clima adverso. Sin embargo, debido a las recientes pruebas exitosas, el gobierno nepalí contrató a una empresa local de servicios de drones para establecer operaciones de entrega con drones en la ladera sur del Everest a partir del 22 de mayo.
Se estima que cada escalador deja unos 8 kg de basura en el Everest y, a pesar de los esfuerzos de limpieza, se estima que quedan toneladas de desechos en sus laderas. Ahora, la tecnología de drones abre una nueva vía para ayudar en esta limpieza. El dron DJI FlyCart 30 puede transportar eficientemente basura y excrementos humanos montaña abajo, reduciendo el volumen de viajes que los sherpas deben realizar a través de la cascada de hielo.
Ahora el despliegue de drones de reparto en regiones de gran altitud no sólo promete mejorar la seguridad y la eficiencia en estos entornos desafiantes, sino que también resalta la importancia de la conservación del medio ambiente y las prácticas sostenibles dentro de la industria del montañismo.