Desde octubre está prohibido el riego en zonas de España como en Cataluña o Andalucía, donde ya están sufriendo las consecuencias. Las restricciones por la sequía están afectando tanto en la vida diaria como en la economía, por ejemplo, en el sector de la jardinería. Sin embargo, la solución a este problema podría estar, al menos en parte, también en el uso de jardines capaces de reducir el consumo de agua potable un 30% y suavizar el calor sofocante que se avecina en los próximos meses en las ciudades.
A principios de este año, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) hacía una preocupante predicción. "Los datos de lluvia acumulada en los tres años previos han sido lo suficientemente escasos como para hablar de una incipiente sequía de larga duración en España", afirmaba en un informe. Aprovechar cada gota de agua es indispensable, incluso reutilizándola como propone Skywater, un jardín en el techo que depura las aguas grises y de lluvia para volver a utilizarlas en los hogares.
La empresa francesa Soprema propone subir al tejado la depuración de las aguas grises- aquellas desechadas en la ducha o la lavadora- mediante un proceso natural, la fitodepuración, que ya se usa en España en proyectos agrícolas, para volver a utilizar esas aguas tratadas en los hogares. El objetivo es reducir el consumo de agua potable en las ciudades, al mismo tiempo que estos jardines en alturas rebajan las temperaturas en verano.
Fitodepuración en altura
La empresa Soprema es experta en cubiertas verdes, techos repletos de vegetación, pero no en fitodepuración. Para esta solución han unido fuerzas con la compañía Aquatiris, con sede en Québriac. Cinco años de trabajo conjunto han permitido el desarrollo de la solución patentada Skywater Clear.
La fitodepuración se suele instalar en los jardines cercanos al edificio o en cultivos para reutilizar agua en el riego. Su colocación en el techo ha supuesto un desafío para ambas empresas, ante la necesidad de rebajar su peso para no forzar la estructura del edificio.
La propuesta resultante es una instalación de 20 cm de espesor donde se agrupa el sustrato y las plantas macrofitas. Su peso estaría en 300 kg/m2 para que el edificio pueda soportarlo. A parte se encuentran las nuevas tuberías para llevar el agua desde el interior del hogar hasta el tejado, además de los depósitos y otros sistemas de filtrado con los que se completa el proceso.
El proceso consta de cinco pasos. El primero recoge el agua utilizada en la cocina y los baños, tanto para la ducha como para lavar la ropa o los platos. No se utiliza el agua de los urinarios.
En segundo lugar, esa agua se acumula en la parte inferior del edificio en una sala donde se realiza el primer filtrado. Aquí se separa el agua de posibles sólidos que hayan alcanzado el tanque. Una vez filtrada, el agua gris se traslada al techo donde se usa como regadío de la fitodepuradora.
La fitodepuración es un sistema de humedales artificiales, su funcionamiento es natural y sin consumo eléctrico. En ellos se recrean las condiciones de ciertos humedales naturales para aprovechar las ventajas de este ecosistema en el tratamiento del agua y el clima.
Mediante la fotosíntesis, las plantas macrófitas producen procesos físicos y biológicos en los que se desintegran ciertos componentes que contaminan el agua impidiendo su reutilización. Otro de los beneficios es el aporte de oxígeno que las plantas le otorgan al agua, favoreciendo la vida en ella.
Esto se consigue en las raíces de estas plantas, cubiertas de bacterias, protozoos, actinomicetes y hongos, estos elementos participan en la descomposición la materia orgánica que ensucia el agua y producen biomasa. Por otro lado, la parte superficial de la planta que esté en contacto con el aire, transmite a las raíces acuáticas el oxígeno, actuando como mecanismo oxigenador.
Los dos últimos pasos consisten en almacenar esa agua filtrada, que después se puede utilizar en los urinarios y otros servicios como regar las plantas y los jardines cercanos. Pero, antes de llegar a su destino final, se mide el oxígeno del agua y se termina de comprobar que la depuración ha sido efectiva.
Recogiendo agua de lluvia
La empresa Soprema como demostración de esta técnica natural, ha instalado Skywatter en su nueva sede en Francia. El agua tratada por fitopurificación se va a utilizar para regar los jardines y para mantener limpios los baños del restaurante en el edificio. La empresa calcula que con este sistema se puede llegar a reducir el consumo de agua potable un 30% en los edificios.
Este sistema también permite que, desde el tejado, se pueda recoger agua de lluvia y almacenarla para su uso en la vivienda. En este sentido, la empresa Soprema cuenta con otra solución, Kipopluie, que facilita el almacenamiento y filtrado del agua de lluvia entre 20 y 200 metros cúbicos en depósitos bajo los edificios.
En ningún momento se propone usar este depósito de agua para beber o para lavar, pero sí en otros usos que también suponen un gasto importante en la vivienda. Tampoco se podría utilizar para llenar las piscinas que este verano quedarían vacías por la falta de agua. Como última ventaja, el hecho de contar con un jardín en cada techo puede ayudar a rebajar las altas temperaturas que alcanzan las zonas urbanas en verano.
En España, ya existen parques con sistemas similares que recaudan el agua de lluvia para filtrarla y reutilizarla en adelante, con el principal objetivo suavizar le impacto destructivo que tienen las inundaciones y las sequías en un clima cada vez más inestable. Además, estos hábitats, aunque artificiales, promete rebajar varios grados las temperaturas más altas a las que llegan las grandes junglas de asfalto.