La compañía Neuralink, propiedad del multimillonario Elon Musk, ha conseguido implantar su primer chip cerebral en un humano, según ha asegurado el empresario en su cuenta de la red social X (antes Twitter). Un avance importante para la empresa que llevaba retraso frente a otros proyectos científicos similares y estaba envuelta en diferentes polémicas por maltrato animal y transporte de materiales peligrosos.
Hasta ahora Neuralink solo había trabajado con pacientes animales como simios o cerdos, mientras que otros proyectos ya habían aplicado implantes cerebrales en seres humanos como Stentrode consiguiendo que enviarán emails con la mente. Sin embargo, esta tecnología persigue propósitos más complejos como tratar el párkinson, la epilepsia o ayudar a personas con dificultades motrices.
"El primer ser humano recibió un implante de Neuralink ayer y se está recuperando bien", escribió Musk, "los resultados iniciales muestran una prometedora detección de picos neuronales". La noticia del primer implante de Neuralink en humanos se da nueve meses después de que la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés) diera su aprobación para que la empresa comenzara a hacer estudios en humanos.
Tras ello comenzó a reclutar voluntarios para esta delicada operación con la intención de contar con un estudio para el mes de mayo de 2024 con la evolución de los primeros pacientes. La empresa no ha indicado cuántos pacientes participarán en este estudio o se someterán a esta cirugía, ni quién ha sido el primero en pasar por el proceso.
[El implante cerebral que bate récords convirtiendo pensamiento en texto: 62 palabras por minuto]
Neuralink está desarrollando en paralelo dos tipos de implantes, uno para restaurar la visión "incluso en aquellos que nunca la han tenido" y otro para restablecer las funciones corporales básicas en personas con parálisis por daños en la médula espinal.
Hasta ahora, los implantes cerebrales se han desarrollado en una sola dirección: desde el cerebro hacia el exterior (generalmente una computadora que procesa las señales), pero el proyecto de Neuralink aspira a poder trasladar información también en la otra dirección, hacia el cerebro.
Para implantar en el cerebro estos implantes, Neuralink ha diseñado un robot cirujano con mayor precisión que la que tendría un especialista humano. Esta máquina equipa cámaras, sensores y una pequeña aguja fresada con láser para empujar uno a uno los 64 hilos, cada uno revestido con 16 electrodos, hacia el cerebro. Al mismo tiempo, debe esquivar con cuidado los vasos sanguíneos, esta complejidad requiere de una precisión que no podría tener los cirujanos humanos, según la empresa. La docena de robots de Neuralink realizaron 155 de estas cirugías en ovejas, cerdos y monos en 2021 y 294 el año pasado.