El frío ha tardado en llegar, pero ya comienza a asomar en España. Las temperaturas comienzan a bajar tras un verano casi eterno, antes de que entren definitivamente las estaciones frías como el otoño o el invierno, es el momento de invertir en buenos sistemas de calefacción, especialmente después de la legislación de invertir en bombas de calor. Los más previsores podrán ahorrar dinero cuando el precio de la electricidad, la leña o materiales como el pellet se pongan por las nubes ante la alta demanda con dispositivos como un ventilador de estufa que funciona sin electricidad mediante un sencillo principio físico.
Los amantes de las chimeneas o estufas saben que a la confortable sensación que aportan estos sistemas de calefacción tradicionales les acompaña una experiencia menos agradable, el frío que se percibe al alejarse de ese centro de calor. Esto también ocurre con las históricas mesas camillas, tan populares en algunas regiones de España.
Este problema supone que en muchas casas se refuerce el gasto energético o de combustible para llegar a calentar toda la vivienda, cuando bastaría con invertir en un método más efectivo. Para ello hay una sencilla solución que no supone que permite ahorrar económicamente y disfrutar del fuego tanto cerca como lejos de él.
Se trata de los ventiladores de estufa que se pueden encontrar en muchas tiendas online, también desde España donde empresas como Prensa Stove, de Murcia, venden sus estufas y accesorios. Sirve para mantener toda la casa a la misma temperatura sin mucho esfuerzo, pues el simple calor de la chimenea activa su sistema.
Distribución del aire
Estos ventiladores se han diseñado para distribuir el calor que se genera en la estufa o chimenea por toda la habitación de forma más eficiente. Sin tener que acercarse a la lumbre para notar su calor, la temperatura de toda la estancia se iguala haciendo circular el aire caliente sin gastar en electricidad.
En vez de ascender el calor a lo alto de la estancia y obligar al aire frío a bajar, ocasionando que las personas tarden más en entrar en calor, el ventilador fuerza al aire caliente a dirigirse en horizontal hacia los habitantes de la casa. Esta es la principal ventaja que ofrecen los ventiladores de chimenea.
Lo más sencillo es pensar que bastaría con incorporar a la ecuación un ventilador en otro lado de la estancia para hacer circular el aire, o simplemente desde el techo. Sin embargo, como se entiende a continuación, eso implicaría conectar este segundo dispositivo a una toma de corriente y consumir electricidad al mismo tiempo, mientras que esta opción está específicamente creada para impulsar el efecto que se persigue, que el calor se distribuya sin tener impacto directo en la factura de la luz.
Funciona sin electricidad
Este sistema funciona gracias al efecto Peltier, un principio termoeléctrico que se produce cuando la corriente eléctrica fluye a través de la unión de dos metales diferentes, la unión se calienta o se enfría, dependiendo de la dirección del flujo. Para ello estos ventiladores utilizan un soporte metálico y frío para estar en contacto con el conducto o la estructura caliente de la estufa, así se ponen en marcha.
Suelen componerse de un molino decorado con peculiares esculturas en la parte trasera, el diseño no responde únicamente a la decoración del hogar sino a la necesidad de colocar tras el molino una pieza que absorbe el calor del aire que asciende por la estufa y así proyectar un torrente más caluroso hacia el frente. Algunos incluyen varios molinos para obtener más eficiencia, como el de la siguiente imagen que consigue un flujo de aire máximo de 200 CFM, perfecto para espacios grandes.
Un ejemplo son los modelos de la marca francesa Vounot que se pueden adquirir en Amazon. Cuando la temperatura alcanza los 50 grados centígrados, el ventilador comienza a girar automáticamente. En este caso se trata de una flor de 6 aspas que está fabricada en aluminio anodizado, el fabricante ha elegido este material por ser resistente al óxido y al desgaste, soporta hasta 345 grados centígrados. Asegura la marca que su producto solo genera un ruido inferior a 35 dB.
En otro modelo, que también se puede adquirir en Amazon por menos de 36 euros, cuenta con sistema de emergencia en forma de pestaña metálica. Cuando la temperatura de la superficie supera aproximadamente los 300 °C, el dispositivo de seguridad eleva ligeramente la parte frontal del ventilador de la estufa de leña para proteger el sistema.
Una diferencia sustancial de aquellos ventiladores que dependen de que sus dueños los retiren de la fuente de calor pasado un tiempo de una hora aproximadamente para evitar que se sobrecaliente en exceso. De ahí el pequeño asa metálica que suelen llevar en la parte superior. Aunque hay que fijarse bien en el modelo que se elige porque algunos no funcionan por calor, sino que dependen de una fuente de electricidad tradicional con cable.