De crear un enorme complejo de decenas de islas artificiales en forma de palmera a trenes submarinos de alta velocidad. Las inquietudes arquitectónicas e ingenieriles de los Emiratos Árabes Unidos no tienen parangón en ningún lugar del mundo, tampoco en España, y queda patente con el último gran proyecto en el que ya están trabajando: unir la ciudad emiratí de Fujairah con la india de Bombay.
Entre ambas localidades, separadas unos 1.800 kilómetros en línea recta, se encuentra el golfo de Omán y buena parte del mar Arábigo que forma parte del océano Índico. La National Advisor Bureau Limited de los Emiratos ha comenzado sus estudios para llevar a cabo el proyecto y, según indica, pronto solicitará un informe de viabilidad para ver si realmente es posible ejecutarlo.
La primera vez que este plan salió a la luz fue en el 2018 cuando se publicó un modelo por ordenador y se planteó la idea. "Esto es un concepto", declaró Abdullah Alshehni, director del Bureau y consultor jefe, en ese mismo año. "Planeamos conectar la ciudad india de Bombay con Fujairah a través de trenes flotantes ultrarrápidos".
El proyecto toma ahora otro cariz debido a que desde Dubái, como polo financiero de los Emiratos, quieren impulsar la obra mientras Arabia Saudí —conocida por querer levantar la ciudad vertical The Line— no pretende quedarse atrás en infraestructuras. "Se exportará petróleo a la India desde el puerto de Fujairah y se importará el exceso de agua desde el río Narmada, al norte de Bombay", según indicó Alshehni.
Tren submarino
La longitud total, según indicó Business Today, será menor de 2.000 kilómetros con la práctica mayoría de ellos por debajo de la superficie del agua. Con un coste total estimado que todavía no se ha revelado —pero seguro que multimillonario— el concepto no busca construir la vía férrea en el lecho marino sino que el túnel se encuentre sumergido en un equilibrio de fuerzas constante.
Para conseguirlo, según un vídeo publicado en 2018, han planteado unos sistemas de flotación dispuestos cada cierta distancia a lo largo de todo el trayecto. De ahí, una columna vertical —ya sumergida— servirá para mantener cada sección del túnel convenientemente hundida. Para añadir más complejidad a la obra, se está estudiando que algunas partes del trazado se construyan con material transparente para que los viajeros se entretengan durante su periplo submarino.
A la complejidad de construcción de la infraestructura se une que el requisito del tren bala, que deberá tener una velocidad máxima de 1.000 kilómetros por hora. Actualmente, en todo el mundo, no hay un solo tren que consiga tal velocidad y si se tiene en cuenta el rozamiento será casi imposible.
Los trenes de levitación magnética como el que ya está operativo en Shanghái (China) alcanzan una velocidad máxima de 500 kilómetros por hora y las pruebas en la homóloga línea japonesa consiguió un tope de 603 km/h. Los detalles sobre el tipo convoy que se utilizará para el viaje no se han revelado y tan sólo queda la posibilidad de que se lleve a cabo con algún tipo de tecnología de levitación magnética desconocida por el momento o empleando Hyperloop.
"El túnel submarino flotante puede consistir en dos tubos curvos de hormigón sumergidos bajo la superficie del mar Arábigo", indican. Estos tubos se estabilizarían "uniéndolos a pontones en la superficie del mar o atados al lecho".
Carretera y hoteles
En la misma presentación de 2018, los impulsores de la idea pensaron ir un paso más allá del túnel. "La expansión futura puede incluir la iniciativa One Belt One Road que une el corredor económico China-Pakistán en el puerto de Gwadar con los Emiratos Árabes Unidos a través del puerto de Fujairah", explican. La One Belt One Road es el macroproyecto de China para establecer una red mundial de comunicaciones terrestres y marítimas, como la Ruta de la Seda.
"El plan futuro también puede incluir la construcción de una carretera dentro del túnel flotante para el transporte de automóviles y camiones", prosiguen. Asimismo, la idea recoge el levantamiento de un hotel flotante, centros comerciales y estaciones de combustible en medio del mar Arábigo "donde los pasajeros pueden descansar y comprar".
El trayecto tendrá una duración de unas dos horas si se consigue finalmente ejecutar el proyecto y alcanzar las velocidades previamente estipuladas. Pero estos dos retos no serán los únicos, dado que el sistema de construcción para el túnel flotante requiere de plataformas que asoman por la superficie en uno de los puntos de tráfico marítimo de petroleros más importantes del mundo. Pero también han pensado en ello.
"Se pueden prever suficientes espacios entre los pontones para permitir el paso de los barcos", prosiguen. "Los tubos se colocarían bajo el agua a una profundidad suficiente para evitar el tráfico acuático y las inclemencias del tiempo". Indican, del mismo modo, que el túnel sería hermético y resistiría el agua salada del mar, así como las fuerzas hidrostáticas de la columna de agua que tiene por encima.