Frente a las sofocantes calles de las ciudades más grandes del mundo, el futuro se dibuja con diseños cargados de vegetación para reducir el impacto del cambio climático. Así surgen proyectos como el Jardín del Viento que rebajará cuatro grados la temperatura de Madrid o The Line, una nueva ciudad vertical y en línea recta en Arabia Saudí que despierta admiración y escepticismo a partes iguales.
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Estos días se está haciendo viral en redes sociales lo que parece ser el tráiler de una película de ciencia ficción, una utopía urbanistica llena de vegetación, caras sonrientes y entornos de ensueño. El principal heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, ha presentado esta semana la ciudad del mañana.
The Line acogerá a 9 millones de personas dentro de un pasillo de recto de cientos de kilómetros, amurallado por dos enormes paredes de espejos para que por fuera se camufle con el entorno, mientras por dentro crea su propio clima en un hábitat de vida más sosegado y sobre todo, sostenible. Una propuesta ecológica ambiciosa para un país que sigue siendo uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo.
Entre regiones
'La línea' nace del proyecto urbanístico más exuberante, NEOM, cuya junta directiva preside el propio príncipe. Esta semana ha presentado una ciudad en línea recta de 170 kilómetros que atraviesa tres regiones distintas, desde el mar hasta las montañas con diferentes climas y entornos naturales, pero que dentro conserva una vida completamente distinta y lujosa. Comienza en el mar del Golfo de Aqaba, apuntando al interior del territorio de Arabia Saudí.
Si esta dimensión es imponente, también lo son las demás, el edificio tendrá una altura de 500 metros sobre el nivel del mar. Si se tiene en cuenta que el Empire State tiene solo 318 metros, la comparativa refleja mejor la enormidad del proyecto.
Dentro, un pasillo de 200 metros de ancho en los que deben caber, no solo una gran avenida principal y jardines, sino también viviendas y demás edificios. Para hacerse una idea más clara, el Estadio Santiago Bernabéu en Madrid mide 200 metros de ancho, según las indicaciones de Google Maps. Por los planos de esta nueva megaedificación, el estadio deportivo que albergará en su interior cruzará de un lado a otro en una postura un tanto complicada, cruzado. Todo esto ocupará solo 34 kilómetros cuadrados en esa zona del país.
El uso de dos enormes muros de espejos para contener la ciudad lineal y separarla del entorno natural no es nuevo, otros edificios han usado este truco para 'evitar' el impacto medioambiental de la construcción. El arquitecto Tomas Osinski diseñó la Casa Invisible en el paraje árido del Parque Nacional Joshua Tree en California toda cubierta de espejos para aislar el interior del calor externo e invisibilizar la casa con el paisaje.
Su propio clima
Los 9 millones de personas que vivirán en ella se repartirán en distritos, como bloques unidos en una inmensa hilera y que servirán para separar a la población y ubicar todas sus necesidades en un espacio más cercano. Cada distrito tendrá escuelas, cafeterías y viviendas, entre otras cosas en vertical. "La comunidad vivirá cerca y en armonía con la naturaleza, la cual no se verá afectada en un 95% por la urbanización. Nuestro jardín vertical implica que estarás siempre a solo dos minutos de la naturaleza".
El vínculo entre naturaleza y urbanización que luce con tanto lujo en las ilustraciones pretende reflejar la esencia sostenible del proyecto. Sin coches, ni carreteras, lThe Line " será 100% eficiente mediante energías renovables, incluso la actividad de sus industrias". Los espacios verdes son la base en la que se sustenta la promesa de aire limpio para todo el mundo y con un microclima templado durante todo el año.
"Para garantizar el establecimiento de espacios microclimáticos, el entorno ha sido cuidadosamente diseñado para permitir un equilibrio óptimo de luz solar, sombra y ventilación natural". Lo que no explican es cómo se mantendrá tal explosión de vegetación en un entorno especialmente árido. Más cuando en el vídeo promocional se ven árboles casi en suspensión, como flotando. Aunque es posible que tomen ideas como el uso de drones para provocar lluvia en Dubái en época de sequías.
Transporte
La web asegura que esta nueva forma de vida más saludable permitirá que todo este a solo cinco minutos andando: "las comodidades cercanas significarán que los residentes verán a familiares y amigos a menudo a través de encuentros espontáneos". No obstante, siempre se puede escapar de las mismas caras todos los días viajando hasta la otra punta de la línea, que no está a cinco minutos andando.
Para ello los habitantes de esta ciudad dormitorio futurista se desplazarán en tren por ella, los coches no están permitidos. Recorrer los 170 km de una punta a otra solo llevará 20 minutos, según la descripción, una velocidad más propia de un ave de larga distancia en España que de una línea de metro que deba hacer paradas intermedias.
La ausencia de coches no solo pretende evitar altos niveles de contaminación, sino que también aspira a regalar tiempo y dinero a los habitantes de este oasis. Explican en el proyecto que este detalle permitirá ahorrar en impuestos, aparcamiento y gasolina.
Proyectos vecinos
The Line no estará sola, uno de los motivos por los que los defensores del medioambiente dudan que este proyecto sea tan sostenible como asegura, estará acompañada por otros entornos igual de sorprendentes. Por ejemplo, Oxagon será un centro industrial y económico, la fábrica The Line. Mientras que al otro lado, en las montañas, se edificará Trojena, destino de turismo de montaña que ofrecerá el primer esquí al aire libre del Golfo Arábigo.
Todas estas promesas se engloban dentro de Neom, que operará bajo su propia ley fundacional, aún en desarrollo, es decir, tendrían su propia gestión de los impuestos y leyes, pero los funcionarios saudíes explican en The Guardian que no tienen planes de suspender la prohibición del alcohol que impera en el resto del reino.
De momento, todo es un sueño bajo plano, aunque ya está en funcionamiento un aeropuerto en Neom, y las autoridades anunciaron en mayo que comenzarían a recibir vuelos regulares desde Dubái. No está claro cuando comenzarán las obras de construcción de The Line, puede que no acabe en saco roto como la torre Jeddah de 1.000 metros de altura que se anunció en 2018, también ubicada en Arabia Saudí, pero que a día de hoy solo se levanta unos cuantos pisos del suelo por problemas de financiación y política cuando debía estar terminada en 2020.