La NASA lleva sin realizar pruebas de motores térmicos nucleares más de 50 años, desde el programa Nerva que pretendía llevar tripulación hasta Marte. Esta tecnología de propulsión es necesaria para acortar el largo trayecto que separa a la Tierra del planeta rojo y la agencia vuelve a apostar por ella con el programa DRACO, para el que ha confiado en la empresa aeroespacial y militar para crear el motor nuclear que podría llevar a los humanos hasta allí en tiempo récord.
La agencia espacial estadounidense, junto con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, DARPA, han anunciado este miércoles que Lockheed Martin es la empresa seleccionada para diseñar, construir y probar un sistema de propulsión con el que pretenden viajar a Marte en tiempo récord. Un reactor de fisión nuclear que deberá demostrar su potencial en un lanzamiento dentro de dos años.
Este objetivo se enmarca dentro del programa espacial DRACO Demonstration Rocket for Agile Cislunar Operations), de 499 millones de dólares. Más allá del interés por intensificar las misiones en Marte, DARPA invierte en este proyecto para aprovechar los avances en maniobras más rápidas para sus satélites militares desde la órbita terrestre. Otras empresas, y naciones, como Rolls-Royce también han patentado reactores de fusión compactos con intenciones similares, llegar a planetas lejanos en cuestión de semanas.
Nuevo motor nuclear
El motor Dracon que Lockheed Martin debe crear consiste en un reactor nuclear que calentaría hidrógeno partiendo de una temperatura de menos 420 grados Fahrenheit hasta los 440 grados de calor, disparando ese gas caliente para generar el empuje. Por su parte, BWX Technologies, con sede en Lynchburg, Virginia, construirá el reactor de fisión nuclear en el corazón del motor.
Ni falta hace recordar que la tecnología nuclear está relacionada con una de las armas más peligrosas en la Tierra, así como protagonista de graves accidentes como el de Fukushima o Chernóbil. Para evitar que el despegue de estas naves suponga un problema en la Tierra, el motor o reactor solo debería encenderse cuando llegara al espacio. "DRACO ya realizó todos nuestros análisis preliminares en todo el espectro de posibilidades de accidentes y descubrió que estamos en la baja probabilidad y en la diminuta cantidad de liberación", dijo Tabitha Dodson, gerente del proyecto DRACO a The New York Times.
El lanzamiento está programado para finales de 2025, principios de 2026, cuando se realizará una prueba de vuelo del motor termonuclear. Lo más probable es que la nave espacial orbite en esta prueba a una altitud de entre 700 y 1.995 km, ha explicado la agencia. Una distancia lo suficientemente alta como para garantizar que la nave permanezca en órbita durante más de 300 años, o para que los elementos radiactivos del reactor se descompongan a niveles seguros, aseguran.
Por qué nuclear
Si llegar a la Luna ha resultado ser un viaje complejo, alcanzar Marte es un reto para el que aún hacen falta muchos avances tecnológicos. Cada 26 meses, las órbitas del planeta rojo y la Tierra acercan a ambos a la mínima distancia a la que pueden estar, pero que sigue siendo una distancia que las naves actuales tardarían demasiado en completar.
Las naves espaciales, suelen navegar por el espacio con el impulso que sus motores les proporcionan en el lanzamiento, encendiendo los motores de combustión de hidrógeno o metano en situaciones puntuales para corregir la trayectoria. Con este sistema el trayecto hasta Marte puede hacerse demasiado largo. Las reacciones nucleares, con su proceso de división de átomos de uranio, son más eficientes.
El objetivo que se persigue con este nuevo tipo de motores que se pretende diseñar es que la nave pueda seguir acelerando por sí misma en la primera mitad del viaje, para luego reducir su velocidad cuando se acerque a su destino y tenga que realizar el descenso a la superficie de Marte.
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