En la búsqueda por mejorar la eficiencia energética de los edificios y reducir el impacto ambiental de la construcción, cada vez son más las empresas que se suman al uso de materiales reciclados en sus productos. En España ya conocemos originales iniciativas, como la que fabrica hormigón con neumáticos usados o la que busca convertir las palomitas de maíz en material aislante, que presentan alternativas sostenibles y eficientes para reducir la cantidad de residuos y aportar innovación al sector de la construcción.
Sin embargo, sigue habiendo multitud de elementos desaprovechados, que pueden servir para aportar nuevas soluciones y materiales constructivos. En España, el 90% de los residuos textiles acaban en vertederos, lo que equivale a más de 900.000 toneladas anuales. Por eso, empresas como Geopannel, con sede en Logroño, llevan años trabajando en desarrollar productos como unos paneles que proporcionan aislamiento térmico y acústico: están fabricados a partir de fibras textiles recicladas que, además, mejoran las prestaciones de los paneles que emplean espuma de poliuretano, lana de vidrio, lana de roca o poliestireno.
Lo que empezó hace más de 70 años como una empresa que reciclaba textiles para fabricar rellenos y plantillas de calzado ha ido evolucionando y, desde hace tres lustros, se dedica también a proporcionar "soluciones arquitectónicas acústica y de aislamiento térmico, basadas en nuestra experiencia en la industria automovilística", explica Ángel Ruiz, actual Director General de Geopannel y nieto del fundador de la compañía, a EL ESPAÑOL-Omicrono.
Desarrollo de los paneles
Frente a los aislantes más comunes, que no son reciclables, requieren un alto consumo energético o implican una compleja manipulación, van ganando terreno alternativas ecológicas como el cáñamo industrial o, en este caso, los residuos textiles. Para elaborar sus paneles, los técnicos de Geopannel han buscado elementos que normalmente no se aprovechan para exprimir al máximo sus cualidades y desarrollar "un producto ecológico, reciclado y reciclable", en palabras de Ruiz.
Así, la empresa obtiene "fibras textiles recicladas a partir de los recortes industriales de los fabricantes de ropa" para obtener "algodones, poliésteres, acrílicos, lana...". Otro de los orígenes para los poliésteres son "las botellas de plástico y, más recientemente, los plásticos recogidos de los océanos. Los polipropilenos los obtenemos de los fabricantes de moquetas y alfombras y otros residuos industriales".
Todos ellos acaban formando parte de sus productos, pese a que "no existe norma armonizada para nuestras soluciones ecológicas". Así, sus procesos de investigación y desarrollo han estado condicionados sobre todo "por la homologación final de producto, la búsqueda de la homogeneidad máxima, el control de calidad del automóvil transferido a la construcción y un equipo joven y muy preparado con una tremenda ilusión".
Gracias a esta combinación de factores, la empresa riojana ha obtenido los principales certificados y reconocimientos ecológicos a nivel europeo, pero sin renunciar a competir en prestaciones. Y lo hace frente a fabricantes que no tienen en cuenta cuestiones como la huella de carbono o el consumo de agua en el proceso, que en el caso de Geopannel han conseguido reducir a cero.
Para ello utilizan principalmente las fibras postindustriales de los fabricantes de ropa, que son descartadas antes de formar parte de los productos de consumo que cualquiera puede comprar en las tiendas. "El gran reto", sostiene Ruiz, "será utilizar prendas ya usadas, que Europa va a recoger obligatoriamente a partir de 2025".
Esta medida no les va a pillar desprevenidos, ya que "hace tiempo que nos venimos preparando para ese momento". Más que un deseo es una necesidad, ya que la Unión Europea ya ha aprobado una directiva para que los países, entre ellos España, establezcan leyes para que al menos el 55% de los residuos textiles se reutilicen o reciclen.
Cualidades y rendimiento
Geopannel, que se utiliza tanto en proyectos de nueva construcción como en la rehabilitación o renovación de edificios antiguos, proporciona el suministro de aislamientos para más de 3.000 nuevas viviendas al año. Entre sus proyectos más representativos citan la Clínica Universidad de Navarra, las oficinas centrales de Greenpeace, el Museo Luis Aragonés del Wanda Metropolitano o el Centro de Arte y Tecnología de Zaragoza, entre muchos otros.
La clave para lograr su posición puntera en el mercado es que sus láminas aúnan ambas cualidades, la térmica y la acústica, en un mismo producto. "Tenemos productos como INPAT, que supera en prestaciones a cualquier otra lámina anti-ruido de impacto a un precio que compite con soluciones con menores capacidades", explica Ruiz. "Si este producto lo conociera el comprador final de una vivienda, exigiría que su casa estuviese aislada con él, pues reduce en 27 dB el ruido entre plantas. De oír al vecino a no oírlo en absoluto".
El elemento más distintivo de sus productos, su origen reciclado y reciclable al 100%, tampoco es incompatible con otra de sus principales características: su durabilidad, garantizada durante toda la vida útil del edificio en cuestión.
Pero la información que más interesa a los usuarios finales es el ahorro energético que pueden suponer las soluciones de Geopannel. Aunque esto depende de muchos factores, como la carpintería exterior (las ventanas), "en proyectos cuya eficiencia energética es muy pobre, la ganancia puede ser muy notable, con ahorros contrastados de hasta un 80% en la factura de climatización", según los responsables de la empresa de Logroño. En cambio, si el edificio en el que se instalan los paneles de Geopannel ha sido construido o rehabilitado para optimizar su eficiencia energética, "podríamos hablar de un nivel mínimo del 20%".
A eso hay que añadir, "una mejora notable del confort" gracias al aislamiento acústico. Teniendo siempre en cuenta que forma parte de un sistema completo, los productos de Geopannel han sido diseñados y testeados para ofrecer "un aislamiento acústico global de 40 dB, pudiendo alcanzar incluso niveles de 72 dB con sistemas algo más complejos". Para hacerse una idea, un motor de avión en el momento del despegue produce unos 84 decibelios.
En ese sentido, la ventaja competitiva de Geopannel es que, para alcanzar los mismos niveles de absorción acústica utilizando tecnologías convencionales, se deben emplear entre un 30% y un 50% más de espesor que con sus materiales reciclados.
En defintiva, lo que han buscado las tres generaciones de la familia Ruiz que han estado presentes en la dirección desde los inicios de la empresa, es la mejora continua en sus "procesos, selección de materias primas e inversión en nuevos equipamientos". Eso es lo que les ha permitido desarrollar productos de altas prestaciones que, además, son respetuosos con el medioambiente y aprovechan lo que otros consideran simples desechos.
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