Muchas de las compras realizadas en el Black Friday en España, especialmente los dispositivos electrónicos, vienen acompañados de poliestireno expandido o EPS, de sus siglas en inglés. Este tipo de plástico derivado del petróleo es uno de los más utilizados en los embalajes de productos frágiles de alto valor y también son clave en el aislamiento térmico de los edificios.
El problema de este plástico es que no es biodegradable y su reciclaje es realmente complejo. Con ese panorama, un equipo de científicos alemanes está buscando una alternativa que pasa por el empleo de palomitas de maíz para construir un material con características similares al poliestireno expandido.
Tal y como recoge la propia Universidad de Göttingen, un grupo científico de esa misma entidad educativa lleva un tiempo investigando procesos de fabricación de productos hechos a base de palomitas de maíz que sean sostenibles a la vez que eficientes. Y pretenden colocarlo próximamente en las obras de edificios.
Han logrado desarrollar un proceso por el cual se pueden fabricar placas aislantes de palomitas de maíz granuladas que "tienen excelentes propiedades de aislamiento térmico y buena protección contra el fuego", según la propia Universidad. La gran ventaja, apuntan, es que es una alternativa vegetal, ecológica y sostenible para una industria que actualmente utiliza el plástico y la fibra de vidrio en el 90% de las ocasiones.
"Este nuevo proceso, basado en el de la industria del plástico, permite la producción rentable de paneles aislantes a escala industrial", ha explicado Alireza Kharazipour, jefe del grupo de investigación. "Especialmente en el campo del aislamiento de la construcción, esto asegura que los materiales aislantes naturales ya no son solo productos de nicho".
El material creado a base de palomitas de maíz tiene propiedades repelentes al gua, lo que abre aún más a oportunidades para otras aplicaciones prácticas al mismo tiempo que extiende su vida útil.
Según los datos de la propia universidad, absorbe mejor el calor que el EPS al mismo tiempo que es mucho menos inflamable y puede compostarse y triturarse para su reutilización. Como subproducto de las palomitas de maíz, se puede obtener biogás o incluso emplearse como alimento para animales.
La Universidad ha logrado un acuerdo de licencia con el Grupo Bachl para el uso comercial del proceso y de los productos resultantes para emplearlos en el aislamiento de edificios. "Estamos encantados de lanzar al mercado un producto de aislamiento tan innovador que utiliza palomitas de maíz junto con la Universidad de Göttingen", ha declarado Michael Küblbeck, director general del Grupo Bachl.
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