El WiFi se asoma a una etapa en su historia en la que podría pasar de ser simplemente el vínculo entre internet y todos los dispositivos del hogar, a servir también como fuente de información y vigilancia. Proyectos científicos de todo el mundo estudian cómo aprovechar las señales de tu router para salvarte la vida cuando estás enfermo o para detectar ladrones. Aplicaciones pensadas para el bienestar de las personas que podrían volverse en tu contra si no se acompañan con nuevas medidas de ciberseguridad.
Tres investigadores de la Universidad Carnegie Mellon han presentado un sistema capaz de detectar el cuerpo en movimiento de las personas a través de las paredes y generar una representación más detallada y reconocible de cada individuo o mascota dentro de casa.
Jiaqui Geng, Dong Huang y el español Fernando de la Torre, han publicado el resultado de su trabajo en la web de prepublicaciones científicas arXiv. Lo primero que se pasa por la cabeza cuando se lee que algo así es posible es en la invasión a la privacidad que puede suponer esta idea, pero los investigadores aseguran en su informe que su intención es precisamente reforzarla.
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"Esta tecnología se puede escalar para monitorear el bienestar de las personas mayores o simplemente identificar comportamientos sospechosos en el hogar", explican. En vez de recurrir a cámaras de vigilancia por toda la vivienda o sistemas costosos para ver de noche, el WiFi puede ser la ayuda definitiva para proteger los bienes y a los familiares. Su tecnología, aseguran, supera obstáculos como la mala iluminación y la oclusión que presentan las lentes de las cámaras normales.
Por supuesto, esta seguridad se puede extender a un ámbito más amplio con aplicaciones militares en las que las fuerzas de seguridad utilicen esta tecnología para observar a las personas dentro de un espacio y localizar a sospechosos o analizar secuestros. No obstante, también es posible que se convierta en un arma para ladrones y otros criminales.
Ver a través del WiFi
El invento del MCU se basa en otros dos proyectos. El primero y detonante de la idea de este nuevo estudio, fue un trabajo de 2018 en el que investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del MIT idearon una forma de analizar señales de radio que rebotan en los cuerpos de las personas.
Probando esta tecnología, notaron que al mapear las señales a lo largo del tiempo, podían ver dónde el WiFi estaba siendo bloqueado por el cuerpo de una persona. La señal que da internet a tu móvil atraviesa paredes, objetos y personas hasta llegar a los dispositivos, para después realizar el camino de vuelta hasta el router.
De igual manera que los muebles o las paredes suponen una alteración de la señal, algo que en algunas casas implica colocar repetidores para mejorar el alcance, los movimientos de las personas. La interferencia es ligera y no implica un problema grabe para el funcionamiento de la red, pero puede servir para otros usos.
Generando cuerpos virtuales
Para mapear esas fluctuaciones de la red, se utilizó un segundo proyecto, Dense Pose. Desarrollado por investigadores con sede en Londres y expertos de inteligencia artificial de Facebook, este programa sirve para mapear todos los píxeles de la superficie de un cuerpo humano en una foto.
Con esta red neuronal, los tres investigadores de la Universidad Carnegie Mellon 'rellenan' los cuerpos que el estudio del MIT presentaba como simples figuras de palitos con colores. Las imágenes son más realistas y, por lo tanto, algo más reconocibles.
Esta inteligencia artificial puede hacer el trabajo en tiempo real, siguiendo a las personas por la casa. Para ponerlo a prueba, el equipo colocó tres transmisores WiFi junto a tres receptores alineados en el interior de una habitación. Este equipo tecnológico solo cuesta 30 dólares en Estados Unidos (27 euros). Un precio mucho más asequible que los de un sistema LiDAR.
Las señales WiFi rebotan en los receptores y estos las mandan a la GPU del ordenador donde la IA las procesa. La red neuronal se encarga de mapear la amplitud y la fase de las señales en coordenadas, para crear la imagen virtual del cuerpo humano. El resultado es una animación virtual que se muestra en la pantalla de la computadora que imita las ubicaciones y acciones de las personas en la escena original.
Durante el proceso, el cuerpo humano virtual se divide en 24 partes en las que se asignan coordenadas de textura bidimensional según los datos del WiFi. Más tarde, se vuelven a unir en una figura humana, similar al proceso de patronaje de un sastre antes de crear la prenda.
¿El fin de la privacidad?
Aunque los investigadores han trabajado con el objetivo de ayudar a las personas a sentirse más seguras en sus casas y cuidar de sus seres queridos, una vez lanzada al mundo toda tecnología es susceptible de ser usada de forma peligrosa o dañina.
En principio, para utilizar el WiFi como sistema de vigilancia casera sería necesario tener el control de esa red particular, lo que protegería a las personas de fisgones. Sin embargo, no son pocas las veces que se ha comprobado lo fácil que resulta a veces hackear una cámara de vigilancia o la red WiFi del vecino.
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También con la intención de mejorar la seguridad y privacidad de las personas, un grupo de ingenieros de la Universidad de Waterloo demostró a finales de 2022 una vulnerabilidad de la red WiFi que les permitía espiar con un pequeño dron a través de las paredes. Futuras correcciones de las brechas que se encuentren en la red reforzarán la idea de que el WiFi se use para proteger y no para atacar.