Volar en un avión eléctrico en España puede que esté más cerca que nunca. En particular, entre las localidades de Málaga, Ceuta y Algeciras que forman un triángulo mediterráneo clave y cuyas conexiones aéreas, por ahora, se sirven mediante un helicóptero. Detrás de esta iniciativa se encuentra Lilium, compañía de vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical, y Hélity, la aerolínea que actualmente sirve las conexiones entre las 3 ciudades.
[El impresionante vídeo del primer viaje de casa al trabajo de un 'coche volador' unipersonal]
Lilium, fundada en 2015 en Múnich (Alemania), es una de las empresas más punteras de movilidad aérea eléctrica del mundo que además tiene un centro de experimentación en Jaén. Cuenta con sus propios desarrollos en forma de pequeñas aeronaves eVTOL y acaba de anunciar la intención de venta de 5 de estos vehículos a Hélity. Con el fin de crear una red eVTOL entre Andalucía y la ciudad africana.
Según han publicado en un comunicado conjunto, Hélity quiere emplear las aeronaves para ofrecer vuelos chárter premium y de negocios a sus clientes. Actualmente, la aerolínea cuenta con un helicóptero Augusta-Westlan AW-139 con capacidad para 15 viajeros que emplean tanto en vuelos regulares como chárter.
"El sur de España atrae una gran demanda de turismo premium. Combinado con el gran conocimiento y experiencia local de Hélity en la operación de helicópteros, así como la contratación de pilotos altamente cualificados, tenemos las condiciones ideales para el desarrollo de una red de movilidad aérea sostenible en la región", ha comentado Daniel Wiegand, CEO de Lilium.
eVTOL en España
El Lilium Jet, como se denomina la aeronave, es un vehículo eléctrico especialmente concebido para despegar y aterrizar de forma vertical. Un concepto que se encuentra actualmente en auge pero que lleva varias décadas en el terreno militar con muy buenos resultados. Además, la apuesta de los alemanes es la de emplear 100% energía eléctrica.
Una de las particularidades de esta aeronave es su cuidada aerodinámica que prescinde del clásico estabilizador vertical de cola. Para conseguir la máxima eficiencia, decidieron integrar los motores dentro de las propias alas con un sistema de empuje vectorial desarrollado por ellos mismos.
"Los motores de reacción eléctricos integrados en los flaps de las alas brindan ventajas en la carga útil, la eficiencia aerodinámica y un perfil de ruido más bajo", indican desde Lilium. También apuntan a que proporcionan mayor control del empuje de los motores en cada fase de vuelo.
Durante la maniobra de despegue y aterrizaje, el Lilium Jet exige aproximadamente el doble de la potencia si se compara con un concepto de roto abierto con el mismo peso. La baza de la compañía es que tan solo se invierten aproximadamente 20 segundos en estas fases críticas de vuelo y tan solo representa el 5% de la demanda energética de un vuelo.
La transición hacia el modo de vuelo horizontal, la aeronave acelera hacia adelante y aumenta en proporción su eficiencia al ir creando más sustentación en las alas fijas. Para ello, los flaps en los que se integran los motores se van recogiendo poco a poco —unos 20 segundos en total— hasta que conforman un ángulo de cero grados con la parte fija del ala.
En cuanto a las fases de ascenso, crucero y descenso, Lilium indica que la eficiencia es 10 veces mayor que durante el vuelo estacionario que se emplea para despegar y aterrizar. Según comentan, la física de vuelo del Jet se asemeja a la de un avión comercial como puede ser un Boeing 777 o un Airbus A350.
En total, cuenta con 36 motores totalmente carenados e integrados en unas superestructuras dispuestas en los flaps que se han diseñado para generar sustentación. Se acompañan de una tobera variable, una tecnología que está presente en algunos aviones cazas, que va cambiando el diámetro de la salida del aire del motor para ajustarlo a las necesidades. Menos diámetro de salida de la tobera se traduce en aire más rápido y más potencia. Y viceversa.
La velocidad de crucero es de 280 kilómetros por hora con una autonomía que le permite recorrer unos 250 kilómetros. Más que suficiente para cubrir los saltos entre Ceuta, Málaga y Algeciras. Todo ello a una altitud de crucero que llega a los 3.000 metros y con una huella sonora aproximadamente 7 veces menor que la generada por un helicóptero.
Actualmente, Lilium Jet se encuentra realizando pruebas con su quinto demostrador tecnológico en el Centro de Pruebas de Vuelo ATLAS en la localidad jienense de Villacarrillo. Según han indicado las dos partes, el acuerdo propuesto está todavía sujeto a la finalización de los términos comerciales a que se celebren los acuerdos definitivos al respecto. Por lo que no hay fecha de introducción.
A todo lujo
Desde el punto de vista operativo, el Lilium Jet puede despegar y aterrizar en helipuertos ya que su envergadura no traspasa los 14 metros. Convirtiéndolo en una aeronave perfecta para esos viajes VIP entre los maniones y urbanizaciones con esta instalación a lo largo de la costa malagueña y gaditana.
En cuanto al interior, la compañía alemana pone a disposición del cliente varios esquemas que se adaptan a cualquier necesidad. Desde uno con tan solo 4 asientos para el transporte más exclusivo a otro que recurre a una disposición de 6. También tienen disponible una versión para el transporte de mercancías.
"Con su emisión operativa cero y perfil de bajo ruido, el Lilium Jet es una gran adición a nuestra flota de helicópteros existente", ha comentado Antonio Barranco, CEO y dueño de Hélity. Actualmente la aerolínea cuenta con 3 helicópteros operativos.
"Gracias a la cabina grande y espaciosa, el avión está muy bien preparado para abordar el tráfico premium y de negocios en la región", prosigue Barranco. "No tengo ninguna duda de que a medio plazo revolucionará el concepto de aviación comercial y de negocios de corto alcance".