Unos exingenieros de SpaceX, empresa de Elon Musk que recientemente vio cómo se desintegraba uno de sus satélites sobre el cielo de España, han fundado la compañía Parallel Systems y logrado una financiación de casi 50 millones de dólares para construir unas plataformas de carga autónomas y con batería eléctrica con las que pretenden revolucionar la industria ferroviaria y acabar con los trenes.
El objetivo de la empresa con sede en California, Estados Unidos, es del reimaginar la industria ofreciendo un sistema más limpio y eficiente. "Fundamos Parallel para permitir que los ferrocarriles se abran a nuevos mercados, aumenten la utilización de la infraestructura y mejoren el servicio para acelerar la descarbonización del transporte de mercancías", señala Matt Soule, cofundador y director ejecutivo de la compañía y exjefe de aviónica en SpaceX.
Soule afirma que su modelo de negocio es dar a los ferrocarriles las herramientas que le permitan atraer a parte de la industria camionera a las vías. También indica que "el sistema de Parallel puede aliviar la crisis de la cadena de suministros permitiendo el traslado de mercancías desde y hacia los puertos a bajo coste. Nuestros vehículos ferroviarios autónomos y eléctricos están diseñados para mover carga de forma más limpia, rápida, segura y económica que los trenes o camiones tradicionales".
¿Cómo funciona?
La idea de la compañía es más compleja de lo que pueda parecer, y más teniendo en cuenta que gran parte de la industria sigue apostando por utilizar locomotoras pesadas que funcionan con diésel y no con electricidad. El sistema elaborado por los exingenieros de SpaceX está compuesto por una especie de vagones o plataformas eléctricas y autónomas que transportan contenedores de tamaño estándar.
Cada una de estas plataformas son autopropulsadas, lo que significa que se pueden unir a otras o moverse en solitario hacia sus destinos; y esto supone una gran ventaja, ya que podrían ofrecer un servicio más receptivo que reduce drásticamente los tiempos de espera que se asocian con la carga de trenes, según la compañía.
"Con este sistema se ahorran horas, o incluso días, de tiempo de tránsito, ya que se evitan las maniobras que se utilizan para clasificar y volver a ensamblar manualmente la carga en trenes secundarios", indican en un comunicado. En cuanto a sus especificaciones, estas plataformas autónomas están equipadas con un motor eléctrico de imanes permanentes y alimentadas por una batería de alta densidad.
Unos dispositivos que también disponen de un sistema de percepción basado en una cámara birideccional completamente autónoma. Una de sus principales características es que la autonomía de la batería les permite recorrer hasta 800 kilómetros y necesitan tan sólo una hora para cargarse al completo; mientras que tienen una capacidad de carga útil de 58 toneladas.
Reducir la contaminación
Uno de los objetivos que busca la compañía con estas plataformas autónomas es el de reducir la contaminación ambiental, ya que el transporte por carretera es responsable del 7% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) equivalentes a CO2 en los Estados Unidos. Además, también buscan conseguir que sean más ligeras, aerodinámicas y eficientes energéticamente.
Cada una de estas plataformas también incluye un sistema de seguridad basado en cámaras que detectan imprevistos, como que haya un vehículo en mitad de un rail; además de un sistema de frenado de emergencia que es 10 veces más rápido que el de un tren tradicional. En la actualidad, la compañía está probando estos vehículos autónomos en una vía cerrada en la ciudad de Los Ángeles.
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