Si en los mares los barcos pueden recoger las toneladas de plásticos y reutilizarlos como combustible, en las ciudades los coches podrían limpiar el aire de partículas contaminantes. Esto es lo que ha planteado un estudiante en España con su diseño Reverso, un proyecto que compite a nivel internacional y propone mejorar la calidad del aire circulando.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las partículas en suspensión que se encuentran en el aire son los agentes cuyos efectos negativos para la salud son más amplios. Se adentran en los pulmones y pueden llegar al torrente sanguíneo, siendo la causa de enfermedades cardiovasculares y respiratorias graves como el cáncer.
Francisco Lara de la Camara, graduado en Diseño Industrial en el Instituto Europeo di Design en Madrid, ha querido dar una respuesta a este problema con Reverso. "Los gobiernos y compañías automovilísticas se están centrando en electrificar los vehículos y están solucionando un problema muy grande que es el del CO2 en la atmósfera, pero estas partículas vienen del desgaste de los neumáticos, del uso de los frenos y del alquitrán del asfalto, un problema para el que no hay tantas soluciones" explica Lara a EL ESPAÑOL-Omicrono.
¿Cómo funciona Reverso?
El 55% de las partículas en suspensión perjudiciales para la salud provienen del desgaste de los neumáticos con la fricción del asfalto y el uso de los frenos. Las partículas o SMOG que expulsan estos elementos, aumenta en el caso de los coches de mayor peso y los vehículos eléctricos pesan más al usar baterías.
Reverso persigue solventar este problema al que no estaría dando solución la conducción eléctrica ni por combustión. El objetivo es "alcanzar un balance 0 o negativo de las partículas que emiten los vehículos mientras circulan, es decir, que lleguen a limpiar tanto o más de lo que emiten".
Se trata de un aparato a modo de portaequipajes que recoge el aire en la parte superior del vehículo y lo limpia de contaminación. El sistema se beneficia del flujo de aire que genera la silueta del coche al circular. Desde el capó, pasando por el parabrisas, el aire llega a la parte superior del coche y entra en el tubo, donde le esperan tres filtros que atrapan las partículas.
El primer filtro atrapa las partículas PM.10, de mayor tamaño y deja las de PM.2.5 a los otros dos filtros. "Si ponemos solo filtros para partículas pequeñas, estos colapsan más rápido obstruidos por las de mayor tamaño", cuenta el diseñador.
Lara se ha inspirado en el Efecto Venturi para plantear Reverso. En 1797, el físico italiano Giovanni Battista Venturi demostró este fenómeno por el cual un fluido como el aire incrementa su velocidad al pasar por un estrechamiento y subir la presión. "En un embudo, si el aire entra a 40 Km/h por la parte ancha, puede duplicar su velocidad en la parte estrecha", explica.
Por este motivo, Lara ha creado un aparato que se ensancha en el centro donde el aire tiene menor presión y reduce la velocidad. "Los expertos que he consultado, me explicaron que los filtros tienen una mayor eficacia cuanto más lento pasa el aire", afirma.
Su diseño no requiere de electricidad ni debe estar conectado al vehículo o al móvil. "La idea era que su fabricación no fuera muy costosa y su uso sencillo", dice Lara. Bastaría con instalarlo en el techo del coche y comenzar a circular para contribuir con la limpieza del aire.
Sistema reutilizable
Los cálculos realizados en el proyecto determinan que el sistema de filtros soporta una actividad de 15.000 kilómetros hasta llenarse. Fabricados en algodón, los filtros se pueden desmontar, lavar y volver a utilizar. Para cambiarlos, Reverso se abre en membranas para acceder al interior.
"Circulando 5 horas al día, a una media de 30 km/h, durante los 7 días de la semana, un coche con este dispositivo puede limpiar al año hasta 7.300.000 metros cúbicos (273 kg de partículas) del aire de una ciudad, lo que equivale a un 34% más del volumen del estadio Santiago Bernabéu en Madrid", pone como ejemplo el responsable del proyecto. Teniendo en cuenta estas cifras, Lara se plantea qué pasaría si se usara Reverso en cada taxi o VTC de la ciudad.
"Propongo usarlo en vehículos públicos como los taxis, los Uber o las flotas de carsharing, porque sería más fácil controlar el mantenimiento de los filtros, pasados los 15.000 km recorridos". Aún así, el sistema podría utilizarse en cualquier turismo, ya que no requiere conexión ninguna, solo anclarlo en el techo del vehículo como ocurre con los portaequipajes.
El futuro de Reverso
Este diseño ha pasado la primera fase del concurso internacional Global Grad Show 2021 en el que han participado 464 universidades de 70 países. Este martes 9 de noviembre, Reverso ha entrado en los 150 finalistas, seleccionados por su impacto social y ambiental de 2.600 proyectos presentados.
El concurso forma parte de la Semana del Diseño de Dubái y pretende dar a conocer estas ideas innovadoras y ayudar a sus creadores a conseguir financiación. Lara, por su parte, ya está buscando dar vida a su diseño, "ahora mismo estoy trabajando con una empresa de ingeniería para pulir más detalles del diseño y fabricar un prototipo funcional que pueda presentar a más concursos con los que encontrar financiación.
Puede que en unos años se vean coches circulando con este peculiar accesorio y contribuyendo a reducir la contaminación en entornos urbanos. En el momento de terminar este reportaje, los índices de PM2.5 y PM10 en el Parque del Retiro están rozando los límites de 5 y 15 microgramos por metro cúbico, según el mapa de la plataforma AirVisual.
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