Se acerca hacia la Tierra una llamarada solar que llegará hoy, 11 de octubre, y puede tener efectos nocivos en los sistemas de comunicación y las redes eléctricas de España y el resto del mundo. El impacto de esta con el planeta puede provocar tormentas geomagnéticas de clase G1 y G2, es decir, entre leves y moderadas.
La mancha solar activa AR2882 entró en erupción el sábado 9 de octubre de 2021, produciendo una fuerte llamarada solar de clase M1.6. Los meteorólogos espaciales del NWS-NOAA han modelado su trayectoria y calculan que llegará en las próximas 24 horas.
Las erupciones solares como esta son el origen de las tormentas geomagnéticas que se traducen en impulsos electromagnéticos (EMP en inglés) y que suponen una importante amenaza para las redes de energía eléctrica, las radiocomunicaciones o satélites.
Consecuencias tecnológicas
El impulso electromagnético que se podría sentir hoy con la llegada de esa llamarada solar es un fenómeno natural. Normalmente, la magnetosfera terrestre, la capa formada por la interacción del magnetismo de la tierra y el viento solar, es capaz de proteger al planeta y la tecnología creada por el ser humano de los efectos que estos fenómenos provocan.
A lo largo de la historia ha habido erupciones solares especialmente potentes, que al impactar con la Tierra han puesto en peligro los sistemas de comunicaciones de la época. Por ejemplo, en 1859 una tormenta solar provocó lo que se bautizó como el evento Carrington, dejó gravemente dañado el sistema telegráfico en norteamérica, Europa y parte de Australia y Asia.
Estos fenómenos actualmente con la digitalización en la que se ha sumergido la sociedad a nivel global puede provocar daños importantes. El Instituto Español de Estudios Estratégicos IEEE señala en un informe de 2018 que "ante esta posibilidad se deben tomar una serie de medidas para garantizar la continuidad de unos servicios mínimos que aseguren la vida de los ciudadanos".
La tormenta esperada para hoy no presenta el nivel de fuerza que debería tener para provocar daños como fallos en la señal GPS, dificultades en los sistemas de navegación, daños electrónicos en las naves espaciales, hasta problemas en la telefonía terrestre. Las Fuerzas Armadas cuentan con preparación para proteger los sistemas si se produce un ataque de este tipo, pues el EMP puede ser de origen natural o una potente arma de guerra.
Sin internet ni teléfono
Para muchos lectores quedarse sin internet puede no ser un problema muy grave, menos mensajes por WhatsApp y menos redes sociales. Sin embargo, el IEEE hace hincapié en la dependencia de la sociedad actual a estas nuevas tecnologías.
Este fenómeno y sus consecuencias están recibiendo cada vez más atención. Abdu Jyothi de la Universidad de California hablaba hace meses a The Wired de un Apocalipsis de Internet. Si la tormenta que se aproxima fuera de gran intensidad, podría dañar los cables submarinos que unen la red global de fibra óptica a través de los repetidores eléctricos que la alimentan.
Las consecuencias podrían durar meses, asegura Jyothi. Millones de puestos de trabajo dependen actualmente de la infraestructura de comunicaciones entre satélites, cables y antenas de electricidad. La red de transportes, los sistemas bancarios, e incluso servicios de emergencias dependen de esta tecnología.
Los datos recogidos de la llamarada solar de hoy no sugieren que la magnitud sea tan alta como para provocar ese "apocalípsis", pero más adelante sí podría alcanzar a la Tierra una con más fuerza. Por eso, cada vez es más frecuente ver nuevos proyectos que persiguen estudiar este fenómeno solar y calcular los efectos que pueda tener en una sociedad cada vez más vulnerable.
También te puede interesar...
- Este es el objeto humano que más cerca ha estado del Sol
- Los locos planes para cambiar la Tierra de sitio y escapar de la muerte del Sol
- Este nuevo combustible puede almacenar la energía del sol durante años