En ocasiones, el mundo de los yates de lujo parece una competición por ver quién tiene el más extravagante de todos. Fernando Alonso, el piloto español de Fórmula 1, es el último en unirse a esta 'carrera' y estrenará próximamente uno híbrido, con paneles solares y aspecto futurista. Pero hasta ahora esta industria nunca había visto uno como Earth 300, un superyate de propulsión nuclear que tiene una gran esfera que alberga un total de 22 laboratorios para estudiar los océanos.
El Earth 300 está diseñado por el especialista en superyates Ivan Salas Jefferson, que reside en Barcelona, y es el sueño del empresario Aaron Olivera, nacido en Gibraltar y residente en Singapur. Una embarcación de lujo con una eslora de casi 300 metros y un puntal de 60 metros que destaca por contar con un diseño atrevido con una enorme plataforma de observación en proa y una gran esfera en popa que incluye 13 pisos y 22 laboratorios de vanguardia para salvar el planeta.
"¿Por qué no tomar a las personas más ricas del mundo, juntarlas con los científicos más inteligentes y brillantes y permitirles experimentar de primera mano lo que está sucediendo?", plantea Aaron Olivera. De hecho, ese es el propósito de las dos docenas de laboratorios del yate, ya que servirán para encontrar soluciones que ayuden a mitigar la crisis climática y a estudiar y proteger el mar.
Un reactor nuclear
Al principio, el Earth 300 estará propulsado por combustibles sintéticos ecológicos. Pero para cumplir con el requisito de ser completamente libre de emisiones contaminantes, el magnate planea utilizar un reactor nuclear de sal fundida, un sistema desarrollado por la firma británica Core Power en colaboración con TerraPower, empresa de Bill Gates, que utiliza energía atómica y que es libre de carbono; aunque aún se está desarrollando.
La compañía asegura que la versión marina del reactor de sales fundidas será pequeña, con pocas partes móviles y proporcionará la energía limpia y sostenible necesaria para mover el barco. También permitiría que el yate permaneciera en el mar indefinidamente, con total autonomía energética. Mientras se fabrica el reactor nuclear, el barco está diseñado para operar durante 300 días al año, generando alrededor de 100 millones de dólares, teniendo en cuenta ingresos adicionales por albergar eventos o por servir como escenario de películas, según sus creadores.
El objetivo de este yate es que en cada viaje se realice una investigación científica. Para estudiar las aguas profundas, además de los laboratorios los investigadores contarán con inteligencia artificial, robótica, aprendizaje automático, procesamiento de datos en tiempo real y una computadora cuántica, la primera en altamar. Además, el Earth 300 también incluirá una flota de naves submarinas y un helipuerto para permitir que los científicos puedan realizar exploraciones desde las profundidades del mar y desde los aires.
El barco tiene capacidad para un total de 425 personas. La idea que Olivera tiene en mente es que 160 de ellos sean científicos y 165 tripulantes. Además, también habrá espacio para 20 estudiantes que serán seleccionados por méritos propios para cada uno de los viajes y 20 expertos en diferentes campos, entre los que se podrán encontrar economistas, ingenieros, exploradores, artistas, activistas y políticos, que trabajarán conjuntamente.
Invitados VIP
El yate también permitirá alojar a un total de 40 invitados, concretamente turistas ricos para ocupar las 20 suites VIP del barco y que tienen un precio que ronda el millón de dólares por persona. Un dinero que servirá para financiar parte del proyecto científico, ya que el propio Olivera estima que construir el Earth 300 tendrá un coste que asciende a los 700 millones de dólares.
La compañía cree que el barco se pondrá en marcha a partir del año 2025 y Olivera asegura que este superyate se convertirá en un objeto icónico de su generación; incluso lo compara con la antorcha olímpica y la torre Eiffel de París. Por el momento tan sólo queda esperar para ver si finalmente esta embarcación terminará "salvando el mundo", como afirman sus desarrolladores.
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