La tensión militar entre Israel y Palestina ha provocado ataques cruzados en las últimas jornadas. Uno de los últimos ataques se produjo en la madrugada del día 12 (hora de España) cuando se realizó "el golpe más grande" por parte de los israelíes contra Hamás y la Yihad Islámica. El recuento de víctimas se ha saldado con 35 palestinos muertos y centenares de misiles cruzando de un lado a otro la Franja de Gaza durante horas.
Uno de los reportes apunta a que se han lanzado más de 850 misiles desde el lunes contra territorio israelí, mientras que éstos han respondido con alrededor de 500. Pero lo que no tiene Palestina, y sí Israel, es un avanzadísimo escudo antimisiles, uno que es capaz de fulminar una parte importante de los cohetes lanzados desde el otro lado del muro.
Más allá de los ataques, uno de los protagonistas de las últimas horas -con toda la población en refugios- han sido los vídeos que han aparecido de esta tecnología. Un planteamiento similar al que Estados Unidos tiene desplegado en alguno de sus barcos con base en Rota (Cádiz) solo que adaptados a tierra firme.
La cúpula de hierro
El Iron Dome, como así se llama comercialmente, es un escudo antimisiles desarrollado por la compañía israelí Rafael Advanced Defense System que lleva en servicio desde el año 2011. Y se ha convertido en la piedra angular de la defensa del país contra los ataques de Palestina, evitando que muchos de ellos impacten contra la población.
"Es el sistema de defensa antimisiles más desplegado del mundo, con más de 2.000 interceptación y una tasa de éxito superior al 90%", según anuncian desde la propia compañía. Ese número de interceptaciones ha aumentado notablemente en las últimas horas con su uso por parte del ejército de Israel. Aunque no son los únicos que lo tienen.
El planteamiento de Rafael es el despliegue de una tecnología que sea capaz de anular ataques con misiles en cualquier tipo de situaciones. Campos de batalla, bases militares, zonas urbanas, infraestructuras críticas... Son solo algunos de los emplazamientos donde colocar el Iron Dome, que dispone de una versión específica para barcos presentada en 2014.
Y es que la protección va mucho más allá de un mero escudo antimisiles. Los ataques mediante drones, como el que vivieron las reservas petrolíferas en Emiratos hace unos meses, se han convertido en un vector de ataque más y la Cúpula también puede servir contra ellos.
Así lo apunta la propia compañía, quien detalla que se puede aplicar a todo tipo de amenazas como misiles de crucero, misiles guiados, UAV (Unmanned Aerial Vehicle o Vehículo Aéreo No Tripulado), helicópteros e incluso aviones.
El funcionamiento se basa en la tecnología radar para detectar a mucha distancia las potenciales amenazas. El radar -fabricado por Israel Aerospace Industries- usado por el Iron Dome localiza, identifica el cohete o la munición de artillería lanzada y monitoriza su trayectoria. Los datos del objetivo se transmiten directamente al Battle Management & Weapon Control (BCM), un centro de mandos donde el sistema procesa automáticamente los datos y realiza los cálculos necesarios.
"La trayectoria de la amenaza se analiza rápidamente y se estima un punto de impacto. Si esa trayectoria estimada se traduce en una amenaza crítica, se ejecuta un comando y un cohete interceptor se lanza contra la amenaza", según recoge Rafael en la ficha del producto. El proceso completo desde que se detecta hasta el interceptor elimina la amenaza dura unos 15 segundos, por ese motivo su efectividad no es total si los palestinos lanzan sus proyectiles muy cerca de la frontera.
Los encargados de eliminar los proyectiles palestinos están siendo los misiles Tamir, también de fabricación israelí. Tienen una longitud de unos 3 metros, un diámetro de poco más de 15 centímetros y una masa situada alrededor de los 90 kilogramos. Los misiles Tamir están equipados con todo tipo de sensores electroópticos y cuentan con guiado gracias a los alerones movibles instalados.
Israel tiene desplegado una serie de baterías -más de 10- por la zona capaces de cubrir unos 150 kilómetros cuadrados y cada una de ellas dispone de 20 misiles interceptores Tamir. Las baterías pueden equiparse a bordo de camiones si se plantean como sistemas móviles o también como estaciones fijas ancladas a la superficie.
Estados Unidos, aliado más importante de Israel, también cuenta con un par de baterías de Iron Dome. La compra se anunció a principios del año 2019 y comprendía dos puestos de mando, dos radares, 12 lanzadores y 480 misiles por 378 millones de dólares. El acuerdo se completó el pasado mes de enero con el envío del segundo de las baterías.
Cazas y drones
Si los sistemas antimisiles se han convertido en fundamentales en los últimos días, los cazas Lockheed Martin F-35 no han sido menos. Según reportaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), en la tarde del 11 se movilizaron unos 80 cazas, entre ellos los F-35 de quinta generación. Una de las aeronaves militares más avanzadas del mundo cuya principal baza es la furtividad.
Este avión, de desarrollo estadounidense, es uno de los más preciados de su clase y se sitúa por delante del Eurofighter europeo en cuanto a capacidades de ataque y guerra electrónica. Del mismo modo, un portavoz de FDI también señaló el uso de 80 drones que habrían atacado a un total de 150 objetivos de Hamás en la Franja de Gaza.
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