El avión presidencial más famoso del mundo, el Air Force One, tiene entre sus planes catapultar más allá de la velocidad del sonido a los próximos inquilinos de la Casa Blanca. Mientras en España el presidente Sánchez se mueve en el ya famoso Falcon, en Estados Unidos ya están planeando la próxima generación de una de las fortalezas volantes que acompañan a sus presidentes y vicepresidentes.
Para llevar a cabo el diseño, el gobierno de Estados Unidos concedió un millón de euros a la empresa Exosonic el pasado mes de agosto de 2020. En el contrato, con una duración de 24 meses, recogía el desarrollo de toda la parte de motores, peso, dimensiones, sistemas de comunicación y distribución de la cabina de pasajeros.
Justo de esta última rama, acaban de aparecer los primeros diseños hechos a ordenador. "Con este concepto, estamos planeando implementar nuevas tecnologías que no están disponibles en la actualidad o que, por el momento, o se ven en aviones comerciales o de negocios", ha dicho Stephanie Chahan, diseñadora principal de interiores en Exosonic, a CNN.
Por lo que se puede apreciar en los modelos en 3 dimensiones, el próximo Air Force One supersónico -o Air Force Two, si en él viaja el vicepresidente- contará con un par de zonas privadas para llevar a cabo reuniones de hasta tres asistentes. En ellas se instalará todo lo necesario para realizar videoconferencias de forma segura y para que los viajeros puedan trabajar.
Pensando siempre en la flexibilidad y modularidad que caracterizan las cabinas modernas de los aviones ejecutivos. La segunda estancia está compuesta por ocho asientos reclinables junto con mesas donde el personal de más alto rango podrá trabajar y descansar.
También contará con un tercer espacio con capacidad para 20 pasajeros en una clase inferior -todavía lejos de una simple clase turista- con asientos reclinables equipados con mesas plegables. Dispuestos en filas de cuatro, con el clásico pasillo central, en ella viajará el resto del equipo del presidente junto con la corte de periodistas que siguen al presidente a bordo del Air Force One.
Los planes de Exosonic pasan por crear una aeronave para 31 pasajeros capaz de mantener un crucero a 1.8 Mach, equivalente a 1,8 veces la velocidad del sonido o 2.222 kilómetros por hora, con una autonomía de 9.000 kilómetros. Según la propia Exosonic, planean tener el primer avión supersónico operativo en unos 15 años.
Hasta entonces y teniendo en cuenta que lo de Exosonic es un concepto todavía con muchos elementos que pulir, el presidente de Estados Unidos se tendrá que conformar con un vetusto Boeing 747-200, que será reemplazado próximamente por un modero Boeing 747-800. En este último modelo ya se está trabajando contrarreloj para que esté lista en 2024.
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