Pedro Duque, ahora Ministro de Ciencia, hizo que una generación entera de jóvenes soñara con llevar la bandera de España en viajes espaciales. Ahora, algunos años después, con el plan de hacer regresar al hombre a la Luna y con Marte como siguiente parada, la Agencia Espacial Europea (ESA) necesita más astronautas.
Justo para eso y adaptándose a las nuevas tecnologías, acaba de anunciar que próximamente se abrirán los plazos de inscripción para que candidatos europeos postulen como nuevos astronautas. Más de una década después de la incorporación del último, millones de jóvenes de países de la Unión Europea podrán inscribirse a partir del próximo 31 de marzo de 2021 y hasta el 28 de mayo.
Aunque las naves espaciales hayan mejorado notablemente en los últimos años, estos viajes siguen significando un desgaste físico importante. Además de uno psicológico que puede verse afectado por la convivencia en muy pocos metros cuadrados, el tiempo de viaje y la lejanía de la tierra firme donde viven familiares y amigos.
Según han informado desde la propia ESA, los próximos astronautas estarán especialmente enfocados trabajo en la Estación Espacial Internacional y en misiones como el Programa Artemis. El objetivo será tener al menos un vuelo al año que podrá ser a bordo de naves comerciales como las Dragon de SpaceX o las próximas de Boeing.
¿Qué necesita un astronauta?
El primer requisito es solicitar la plaza mediante el formulario que la propia ESA abrirá el próximo 31 de marzo. Según publica en las condiciones, el candidato deberá enviar un currículo, una carta de motivación, una copia de su pasaporte y un certificado médico como el que se exige para los pilotos privados con una visión (con posibilidad de llevar gafas o lentillas) y audición perfecta.
Ese es todo el 'papeleo', pero los requerimientos son muchos más. El primer requisito académico que plantea la ESA es que los candidatos necesitan tener un máster en una institución académica en una serie de ramas científicas.
Las ciencias naturales, medicina, ingeniería, matemáticas y ciencias computacionales serán los títulos que tendrán los astronautas. Otro de los requisitos es que hayan trabajado durante 3 años y la edad máxima para aplicar se ha establecido en los 50 años.
También estarán considerados los pilotos con licencia de vuelo experimental expedido por las fuerzas aéreas de algunos países como Francia, Reino Unido y Estados Unidos. Todos los candidatos que cumplan con estos requisitos serán examinados uno por uno para ir pasando las diferentes pruebas.
En cuanto a los idiomas, la Agencia ha hecho hincapié en el conocimiento de un inglés fluido y se valorará positivamente conocer otros idiomas. Uno de los más relevantes y que más puntúan es el ruso, debido a la estrecha relación de la ESA con la agencia espacial rusa para el lanzamiento de astronautas a través de las Soyuz y a que es el segundo idioma oficial de la Estación Espacial Internacional.
"Para superar los desafíos y complejidades en un entorno tan hostil como el espacio, los astronautas deben cumplir con un conjunto de estándares de salud física, médica y psicológica", declaran desde la ESA.
"Ser astronauta es extremadamente exigente para el cuerpo y la mente, con largos periodos lejos de familiares y amigos, alta carga de trabajo y jornadas laborales irregulares con rutinas más allá de la zona de confort". Y para terminar con este apartado, también han señalado que los candidatos no deben tener adicciones de ningún tipo.
Formarse como astronauta
Una vez pasado el primer filtro medido por el currículo y el resto de los requisitos de formación y experiencia, el candidato pasará un extenso e intenso periodo de formación que durará alrededor de año y medio.
Desde la ESA han apuntado que las condiciones físicas de los aspirantes son muy importantes, pero tampoco están buscando atletas profesionales ni personas con una elevada capacidad física. Entre los entrenamientos más específicos, los futuros astronautas tendrán que realizar actividad de natación, simulación de gravedad cero o inmersiones bajo el agua durante ocho horas al día.
Y también cierto nivel de entrenamiento psicológico. "Es fundamental que los astronautas trabajen bien en equipo, incluso en espacios reducidos y en condiciones estresantes", apuntan desde la Agencia Espacial.
Uno de esos entrenamientos es el de pasar durante varios días en una cueva. Se trata de una actividad que realizan los astronautas europeos junto con otros provenientes de otras agencias para potenciar el trabajo en equipo en una situación tan compleja.
Tras pasar satisfactoriamente las seis etapas de entrenamientos -tanto psicológicas como físicas- el astronauta podrá recaer en dos grupos preestablecidos. El primero de ellos, en el que solamente hay 4 plazas disponibles, corresponde a los astronautas de carrera. Que se integrarán directamente en la plantilla de la ESA.
Por otro lado, existe la posibilidad de caer en el grupo de reservas, donde la ESA ha establecido un total de 20 plazas. Estos astronautas seguirán desarrollando su actividad profesional fuera de la ESA y tan solo serán requeridos para misiones concretas. Se espera tener a todos los astronautas listos en octubre del 2022.
Parastronautas
Una de las novedades de la apertura de candidaturas es que también habrá hueco para astronautas con discapacidad. Según han indicado desde la ESA, se trata de un proyecto que han estado llevando a cabo junto con el Comité Paralímpico Internacional en la búsqueda para la adaptación de algunas misiones espaciales.
"Ahora mismo estamos en el paso cero. La puerta está cerrada a personas con discapacidad. Con este proyecto piloto tenemos la ambición de abrir esta puerta y dar un salto, pasar de cero a uno".
Los requisitos para ser parastronauta son muy similares. Todos ellos deberán ser calificados psicológica, cognitiva, técnica y profesionalmente para ser astronautas. Solo que la discapacidad les dejaría fuera de cualquier otro proceso de selección en el resto de agencias espaciales del mundo.
En concreto, serían seleccionables aquellos candidatos con una deficiencia en alguna extremidad inferior (en uno o los dos pies por debajo del tobillo o bien en una o las dos piernas por debajo de la rodilla). Del mismo modo, aquellos que tienen una diferencia en la longitud de las piernas y personas de baja estatura (menos de 1.30 metros). Todos ellos, del que no se conoce el número concreto, pasarán a formar parte del equipo de astronautas de reserva.
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