Los drones son algo más que simples juguetes; para los militares de todo el mundo, incluido el Ejército del Aire de España, son herramientas y armas letales que pueden cambiar el campo de batalla como pocos avances lo han hecho antes.
Conforme estos vehículos no tripulados se hacen más pequeños y baratos, la posibilidad de usar Inteligencia Artificial para crear enjambres que se muevan de manera autónoma ya ha dejado de ser una idea imposible.
En concreto, cada vez está ganando más fuerza el concepto de los "drones suicidas", que en la práctica serían misiles capaces de volar de manera autónoma y atacar el objetivo de la manera más eficiente posible. Ya hemos visto cómo Rusia ha hecho realidad esta idea, pero China se ha adelantado en el uso de enjambres.
Drones suicidas
Un vídeo publicado en Internet muestra el resultado de unas pruebas de drones suicidas, en las que un enjambre ha sido, aparentemente, capaz de ser disparado desde la parte trasera de un vehículo todoterreno, unirse con sus compañeros y atacar un objetivo ficticio.
El experimento fue realizado el pasado mes de septiembre por el CAEIT (la academia de electrónica y tecnologías de la información de China), una filial de una empresa de electrónica controlada por el gobierno comunista, según apunta The Drive.
Esta empresa pública ya tiene una gran experiencia en el desarrollo de drones de combate, después de batir el récord creando un enjambre de 120 drones autónomos, capaces de volar por su cuenta.
Aunque inicialmente estos aparatos se usaron para demostraciones aéreas como los espectáculos nocturnos cada vez más populares en Asia, el uso de estos drones para fines miliares fue evidente en su día; ahora se ha confirmado con este último experimento.
Futuro de la guerra
Los detalles del estudio aún no se han hecho públicos, y sólo el vídeo, editado como si fuese el tráiler de una película, es la única prueba que hay del experimento. Sin embargo, las imágenes parecen indicar que China ya estaría usando el CH-901, un dron suicida presentado hace dos años, al contar con dos estabilizadores y un peso de sólo nueve kilogramos.
En el vídeo se muestran dos métodos para lanzar estos drones. El primero consiste en un lanzador similar al usado para misiles de tierra-aire, desde un vehículo todoterreno que abre su parte trasera para desvelar el lanzador y disparar, potencialmente, decenas de drones en pocos minutos.
El otro método consiste en lanzar el dron directamente desde un helicóptero, con la ventaja de que a partir de ahí, el sistema sólo tiene que planear hasta su objetivo.
El vídeo muestra cómo una docena de drones se une y vuela en grupos, cambiando de dirección al mismo tiempo; es una imagen que recuerda a la de las aves. Finalmente, el vídeo cambia al punto de vista de un dron cuando va a impactar contra un objetivo de prueba.