Los drones se han convertido en los mejores aliados de las fuerzas armadas de todo el mundo. Cada vez más, y gracias a su enorme desarrollo en las últimas décadas, se han conseguido aeronaves capaces de ejecutar ataques con misiles o recabar información esencial sin poner en peligro al piloto de un caza convencional. Una de las últimas incorporaciones en el Ejército del Aire de España ha sido el Predator, un dron que vigilará los cielos a gran altitud con una enorme autonomía. Pero los rusos, como suele suceder, están yendo mucho más allá.
Tanto Rusia como Estados Unidos son 2 de los países que más invierten en defensa lo que se traduce directamente en proyectos más avanzados que el resto de naciones. Una de las últimas novedades en salir a la luz es la de los drones suicidas capaces de ser lanzados desde helicópteros.
Este tipo de dron es uno de los campos donde más se está investigando en la actualidad. Que cada aeronave cuente con una pequeña flota de estos aparatos sin tripulante para poder ser lanzados de forma remota contra los objetivos deseados sin poner en peligro al piloto del helicóptero 'nodriza'.
El dron suicida ruso
El proyecto del dron se ha dado a conocer gracias al anuncio de las nuevas versiones de un misil no guiado capaz de ser lanzado desde un helicóptero. En concreto, el desarrollo pertenece al centro de investigación Zaslon para los cañones de misiles equipados en el helicóptero de ataque Mi-28NM.
Estos nuevos misiles permitirán a los helicópteros disparar minidrones y drones suicidas desde los tubos de lanzamiento, según recoge la agencia TASS. Se trata del módulo B8V10-UV fabricado por Zaslon y tienen entre sus particularidades la posibilidad de adaptar el número de tubos de lanzamiento para cada misión.
"Los instrumentos incorporados transmiten información desde el sistema de control de armas del helicóptero a la carga útil, ya sean misiles de detonación, minidrones o drones suicidas", según recogen. Uno de los ejemplos que ponen es que el sistema puede cargar la batería del dron, transmitir el comando de activación y encender el dron para enviarlo a "una misión preprogramada". Todo desde el mismo lanzador y empleando un misil.
Aunque el diseño inicial tan solo contemplaba su utilización en el Mi-28NM, el sistema se podrá instalar en otros helicópteros como los Mi-18, Ka-52 y los modelos de ataque del Mi-8.
"En términos generales, una unidad flash [un memoria USB] es capaz de reprogramar los sistemas de control de armas para usar no solo misiles de aviación no guiados, sino también armas inteligentes"; como los drones diminutos y los drones suicidas. Todo ello en un calibre de 80 milímetros.
Por el momento no se conocen más detalles acerca de los tiempos de implementación y despliegue. De lo único que estamos seguros por el sistema de lanzamiento, es que no serán como los drones guardaespaldas de Estados Unidos.
Drones hipersónicos
La industria militar está acogiendo proyectos hipersónicos con los brazos abiertos. Lo último que se conoce al respecto proveniente de Estados Unidos es el desarrollo de un dron hipersónico capaz de impactar contra un objetivo. Un paso más allá a los misiles guiados con relativo poco margen de maniobra.
El programa Vintage Raven, como lo han denominado internamente, apareció 'por sorpresa' en los papeles de una feria de industria militar donde se hablaba de "armas merodeadoras". Este dron, que estará dentro de la flota de la Armada de Estados Unidos, hará las funciones de vigilancia y defensa activa en una zona preestablecida por el operario.
En su operativa normal, dedicará la mayoría del tiempo a las tareas de observación, pero, si tiene que estrellarse contra un objetivo, lo hará. En el documento se habla de "capacidades hipersónicas" y una autonomía de vuelo que va entre los 60 y 90 minutos.
Israel es otra de las naciones con una industria militar muy desarrollada, y desde ahí también vienen algunas propuestas de drones hipersónicos kamikaze. En concreto, el proyecto Green Dragon ya ha demostrado mucho más que los programas de Estados Unidos y Rusia. Eso sí, su propulsión a cargo de una hélice no consigue superar siquiera la barrera del sonido.