¿Cómo funciona el WiFi en los aviones?
El WiFi en los aviones puede ser muy práctico para permanecer conectados, si es que puedes permitirte su coste, ¿pero cómo funciona?
30 noviembre, 2016 13:36Noticias relacionadas
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El WiFi en los aviones puede ser muy práctico para permanecer conectados, trabajar o entretenernos. ¿Pero cómo funciona el WiFi en un avión, qué magia se esconde detrás de este elemento que parece tan básico?
Ya damos por hecho que vamos a estar conectados en cualquier parte. Damos por seguro que vamos a poder hablar con quien queramos, consultar cualquier página web o mirar una serie en streaming. Pero, además del metro y de los pueblos perdidos sin cobertura, hay otro lugar donde no podíamos hacerlo hasta ahora.
Estamos hablando de las latas metálicas, con motores a reacción, que nos llevan volando de un lugar a otro. Sí, de los aviones. El WiFi en los aviones llegó hace 4 días, relativamente. Y tener conexión a cientos de metros del suelo es más complicado de lo que parece. Así que hoy procedemos a explicaros cómo se hace que el WiFi llegue allí arriba.
Método 1: conexión por satélite y receptor
El primer método, y el más caro, es una conexión por satélite. El avión tiene un transmisor que se conecta a un satélite (KU-Band), y que a su vez genera una red WiFi. La conexión de los pasajeros en el avión se dirige a ese satélite, y de ahí a Internet.
La ventaja es la relativa velocidad que aporta -en comparación a otros sistemas-. Lo malo, como hemos dicho antes, es que es carísimo tener satélites conectados en el aire. Por ello las compañías aéreas te cobran extra por el WiFi.
Además, el futuro está aquí, porque se está investigando el uso de otro tipo de conexión entre el satélite y el avión. Esta nueva conexión (KA-Band) sería tan rápida que nos permitiría ver una película en Netflix, aunque el avión esté lleno de gente actualizando sus redes sociales.
Método 2: antenas en tierra conectadas al avión
Por otra parte, tenemos la posibilidad de estar conectados a torres en tierra. Se colocan antenas en tierra que envían datos a los aviones en el aire, algo que es mucho más barato que mantener un satélite.
Pero, y hasta que no inventemos antenas en globos (¿alguien ha dicho Project Loon?), este tipo de conexión sólo se puede usar si estamos sobrevolando tierra. Además de las restricciones geográficas, este método también proporciona una velocidad dolorosamente lenta.