¿Por qué las mulas son estériles?
Hoy os contamos las causas de la esterilidad de las mulas y los mulos y otros híbridos, como el ligre, fruto del cruce entre un tigre y un león.
30 agosto, 2016 19:06Noticias relacionadas
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Si vais a cualquier población rural y preguntáis por una mula preñada probablemente se rían en vuestra cara, puesto que todo el mundo que vive cerca de estos animales, e incluso algunos de los que viven lejos, sabe que son estériles.
Sin embargo, poca gente conoce la causa exacta a la que esto se debe, por aquello de que a veces nos cuesta preguntarnos el porqué de las cosas cotidianas del mismo modo que lo hacemos con las poco frecuentes.
Hoy os vamos a dar una respuesta a esta pregunta, tanto si os la habéis planteado alguna vez como si no; pero, además, también os vamos a desmentir un poco el mito, pues en realidad no se trata de animales totalmente estériles, sino “semiestériles”. ¿Queréis saber qué quiere decir eso exactamente? Pues ojo al artículo.
La esterilidad de las mulas, cosa de cruces
Por si no lo sabíais exactamente, las mulas son animales híbridos, formados por el cruce entre una yegua y un burro. Y cuando digo yegua y burro no elijo los sexos al azar, pues si hablamos del fruto de una noche de pasión entre un caballo y una burra estaremos ante un burdégano, otro animal híbrido en el que no nos vamos a centrar hoy.
Es precisamente el tema de cruzar especies diferentes el que lleva a la esterilidad de estos animales, por lo que para entender exactamente el motivo es necesario saber cómo se da la reproducción de animales de la misma especie, como burros con burras, por ejemplo.
¿Cómo se reproducen los animales de una misma especie?
Como sabéis, cada especie animal tiene en casi todas sus células un número concreto de cromosomas repartidos en parejas. Por ejemplo, los seres humanos tenemos 23 parejas, que hacen un total de 46 cromosomas, y otras especies, como los burros, tienen 62. Ese “casi todas” hace referencia a los gametos, o células sexuales, pues son las únicas células que no contienen la pareja completa, sino una copia de cada cromosoma.
Cuando un macho y una hembra de la misma especie se cruzan, se produce la fusión del óvulo (gameto femenino) y el espermatozoide (gameto masculino), dando lugar a una nueva célula, conocida como cigoto, que será la que poco a poco se irá dividiendo para dar lugar a un nuevo individuo.
Durante este proceso, los cromosomas aportados por el padre y la madre se emparejan entre sí, pero no de forma aleatoria, sino uniéndose cada uno con su homólogo (el 1 paterno con el 1 materno y así sucesivamente).
Esta es la causa por la que se dice que la mitad de nuestro material genético procede de cada uno de sus progenitores, ¿pero qué pasa si éstos no tienen el mismo número de cromosomas?
La causa de la esterilidad de las mulas y los mulos
Tanto mulas y mulos como otros híbridos como el ligre (cruce de tigre y león) tienen un problema serio con el proceso que acabo de explicar, pues el emparejamiento de cromosomas queda defectuoso por dos causas muy concretas.
En primer lugar, porque puede que las dos especies a partir de las que se han formado no tengan el mismo número de cromosomas (el caballo tiene 64 y el burro 62), de modo que algún cromosoma quedará suelto, y, en segundo lugar, porque los cromosomas no tendrán los genes distribuidos del mismo modo, de modo que el 1 paterno y el 1 materno podrán codificar para el color de los ojos y el tamaño de las orejas, por ejemplo, en vez de hacerlo para una misma cualidad.
Esto dará lugar a diversas aberraciones, que generarán machos totalmente estériles debido a un bloqueo de las glándulas seminales, y a hembras casi siempre estériles, aunque en raras ocasiones sí que pueden gestar un embarazo al cruzarse con caballos o burros, puesto que sus óvulos se formaron únicamente a partir de material genético de su madre, la yegua.
Al menos el cruce entre yeguas y burros da lugar a un animal vivo, ya que en otros muchos casos ni siquiera esto sería posible. Y es que en la naturaleza hay muchas formas de crear diversidad, pero sin pasarse.