Descongestionantes nasales: ¿Sirven para algo?
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Los descongestionantes nasales parecen ser la panacea contra el resfriado común, la gripe o las alergias, todas dolencias caracterizadas por compartir entre ellas el hecho de que nuestra nariz queda casi o totalmente taponada por mucosidad no bienvenida.
Sin embargo, aunque en ese momento pensemos que estamos ayudando a nuestras pobres vías respiratorias en su búsqueda de una bocanada de aire, la realidad podría ser otra.
Y es que, según un reciente estudio publicado en el Journal of Allergy & Clinical Immunology, la conclusión sobre los descongestionantes nasales como la conocida fenilefrina es contundente: Son inútiles.
Descongestionantes nasales: ¿Una pérdida de dinero y de tiempo?
En el estudio, llevado a cabo por Leslie Hendeles y sus colegas de la Universidad de Florida, se contó con la colaboración de 500 adultos que sufrían alergias. Dichos voluntarios fueron tratados con fenilefrina común, incluso a dosis más altas que las aprobadas actualmente.
¿La conclusión? Los descongestionantes nasales como la fenilefrina son tan eficaces para destapar nuestra nariz como un mero placebo. De hecho, los mismos autores del estudio pidieron a la Foods & Drugs Administration de los Estados Unidos la retirada inmediata de la fenilefrina de su lista de descongestionales nasales “eficaces”.
Por otro lado, cabe añadir que este nuevo estudio no es el primero que demuestra que la fenilefrina y otros descongestionantes nasales relacionados son completamente inútiles, pues existen otras investigaciones a favor de tal afirmación. Curiosamente, el anterior estudio más reciente también se llevó a cabo por Hendeles junto a su colega Randy Hatton, de la Universidad de Florida, donde se quejaban de la ineficacia de la fenilefrina y la forma por la cual fue aprobada a duras penas por la FDA.
La polémica aprobación de la fenilefrina como descongestionante nasal
Específicamente, la fenilefrina obtuvo la aprobación por parte de la FDA en la década de 1970 gracias a pequeños estudios, sin una correcta revisión de por medio. Posteriormente, en 2006, Hatton y Hendeles revisaron dichos estudios en busca de datos contradictorios y cuestionables. Según sus conclusiones, sólo cuatro de los estudios apoyaban la eficacia de la fenilefrina a dosis de 10 mg como las actuales, mientras que otros siete estudios no diferenciaban su eficacia respecto al placebo.
“En nuestra opinión, la FDA llegó a una conclusión engañosa que no se basa en una revisión sistemática de los datos disponibles”
Pero las cosas no acaban aquí, ya que recientemente un rival de la fenilefrina, la pseudoefedrina, fue retirado de los estantes de las farmacias en EE.UU. por el peligro de ser usado para fabricar metanfetamina (¿os suena la escena de la serie Breaking Bad comprando cientos de descongestionantes nasales en las farmacias?).
Evidentemente, tras suceder esto el pasado año 2006, se produjo un dramático aumento del uso de fenilefrina y se dispuso como gran alternativa a la pseudoefedrina.
Posteriormente, en el año 2007, otros 12 investigadores de la FDA reexaminaron la eficacia de la fenilefrina y expresaron su preocupación al respecto: Por una votación de 11 a 1 dieron el medicamento como eficaz, aunque admitieron que se necesitaba más investigación al respecto sobre dosis del fármaco.
Esta vez se han tenido en cuenta dosis contra placebo en el nuevo estudio, usando grupos de 100 individuos tratados con placebo o bien dosis de 10, 20, 30 y 40 mg de fenilefrina durante una semana. Incluso en las dosis más elevadas (40 mg, cuando la dosis recomendable son 10 mg), el supuesto descongestionante nasal no era mejor que el placebo.
Posiblemente la polémica no acabará aquí, y ya se están planteando nuevos estudios sobre los descongestionantes nasales y su cuestionable eficacia. Como imaginaréis, hay mucho dinero en juego, y la FDA es la única que acabará decidiendo lo que sucederá en un futuro.
Vía | Ars Technica.
Fuente | Journal of Allergy & Clinical Immunology.