El bajo nivel educativo, ¿tan letal como fumar?
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En muchas ocasiones veréis como en los diferentes estudios, con el objetivo de evitar los sesgos o errores, se tienen en cuenta diversos factores como la edad, el sexo, el nivel socioeconómico o riqueza, y el nivel educativo. Sin embargo, algunos de ellos no pasan de ser precisamente factores de sesgo, y poco más. Posteriormente, si se estudian con detenimiento, resulta que más de uno resulta tener una gran relación con alguna que otra enfermedad (a veces siendo causante, y otras solo colaborando o estableciendo relaciones no-causales). Es el caso de el nivel socioeconómico y el cáncer, por ejemplo, pues parece que dependiendo de la riqueza somos más propensos a padecer diferentes tipos de cáncer.
Ahora bien, ¿y el nivel educativo? Es decir, ¿puede un alto nivel educativo salvarnos la vida, o un bajo nivel educativo acabar matándonos precozmente? Precisament esto último es lo que afirma un reciente estudio de Estados Unidos, equiparando la mortalidad del bajo nivel educativo con el tabaquismo.
El bajo nivel educativo, una situación letal
La investigación, a cargo de la Universidad de Colorado, Universidad de Nueva York y Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill ha llegado a esta sorprendente conclusión a base de estimar la mortalidad vinculada al nivel educativo: El bajo nivel educativo puede ser tan mortal como fumar.
Según Virginina Chang, una de las autoras del estudio de la Universidad de Nueva York, uno de los problemas actuales en las políticas de salud pública es habernos centrado tan solo en hábitos de salud y evitar hábitos tóxicos (tabaco, alcohol y otras drogas), olvidándonos de que la educación puede ser igual de importante. Preciesamente allí, en EE.UU., más del 10% de los individuos entre 25 y 34 años no han llegado a lo que en España sería la enseñanza secundaria obligatoria, y más de un 25% tienen algún titulo universitario pero sin llegar a licenciatura, según comentan en Tendencias21.
Ya en anteriores estudios, como uno del pasado año 2013 publicado por la Agencia SINC, demostraban que un mayor nivel educativo significa más salud y mayor longevidad. En tal estudio internacional se llegó a la conclusión de que los padres con menor nivel educativo daban a sus hijos alimentos ricos en azúcares y grasas más frecuentemente; en comparación a los padres con mayor nivel educativo que daban a sus hijos una dieta de alta calidad nutricional.
El bajo nivel educativo y su mortalidad, en números
Para llegar a esta coclusión, equiparando la mortalidad del bajo nivel educativo con el tabaquismo, los investigadores usaron datos de la encuesta de salud National Heatlh Interview Survey, la cual albergaba datos de más de un millón de personas desde 1986 hasta 2006. Según sus datos, hasta 145.243 muertes podrían haberse evitado solo en 2010 si dichos individuos hubiesen completado la enseñanza secundaria. Dicha cifra sería comparable a las tasas de mortalidad que tendrían los fumadores en el mismo periodo de tiempo (y serían precisamente las muertes que no se habrían producido si dichos individuos no hubiesen fumado, llegando a las tasas de los exfumadores).
Asimismo, hasta 110.068 mujeres podrían haberse evitado si los individuos analizados hubiesen tenido algún título universitario.
Finalmente, parece que había una correlación positiva entre nivel educativo y longevidad: A mayor nivel educativo, más rápido caían las tasas de mortalidad (sobre todo si los individuos poseían títulos universitarios).
Parece que el nivel educativo no solo es necesario para poseer una mayor cultura o un mejor trabajo, sino también por pura y dura supervivencia.
Vía | Tendencias21, SINC, News Wise.