Descubren cómo llega el cerebro al sueño profundo
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Como ya sabéis, la falta de sueño, por falta de horas o por querer trasnochar en exceso, no le sienta nada bien a nuestro cerebro. Desde poder sufrir síntomas similares a la esquizofrenia hasta provocar daños cerebrales irreversibles, pasando por pérdidas de memoria o mayor propensión a la obesidad, la realidad es que no dormir la cantidad y calidad de sueño adecuada puede ocasionarnos una factura impagable. Hace poco os explicamos cuales eran las horas de sueño adecuadas según la edad. Lo que no sabíamos, sin embargo, es cómo llegamos a ese ansiado sueño REM o sueño profundo, ni siquiera sabíamos cómo funcionaban los fármacos sedantes. Pero ahora, gracias a un reciente estudio, se ha resuelto la duda.
El área cerebral responsable del sueño profundo
Según la nueva investigación llevada a cabo por el Imperial College de Londres, y publicada en Nature Neuroscience, existe un área cerebral específica cuya activación funciona a modo de “interruptor” para apagar el resto de áreas cerebrales, las cuales pasarán a encontrarse inactivas y desencadenarán el sueño profundo. Anteriormente se pensaba que el efecto de los sedantes modernos era general, y que inactivaban por si mismos todo el cerebro, pero la realidad es que se dirigían a esta área en especial y a partir de aquí se desencadenaba todo el proceso.
Esta área cerebral es la zona del hipotálamo preóptico, la cual se activa tanto de forma natural cuando sufrimos una privación del sueño como cuando consumimos sedantes. Los investigadores hicieron las pruebas en ratones, marcando neuronas específicas del hipotálamo preóptico, y demostrando que ahí es donde empezaba todo.
Tras el marcaje genético de estas neuronas, los investigadores dirigieron una sustancia química selectiva a esta área cerebral para comprobar si se desencadenaba el sueño profundo, y efectivamente funcionó, tanto para provocar el sueño como para despertar a los roedores.
Nuevos tratamientos para las enfermedades del sueño
Según comentan los investigadores, este estudio tiene relevancia porque nos ayudará a comprender mejor el funcionamiento de los sedantes y cómo se unen a ciertos receptores cerebrales de manera selectiva, pues previamente se había asumido un funcionamiento generalizado. Sabiendo que existe un área cerebral para el sueño profundo será más fácil desarrollar nuevos fármacos orientados y selectivos para lograr el sueño, con menos efectos secundarios y tiempos de acción y recuperación más cortos.
Así lo comenta Bill Wisten, coautor del estudio, del Departamento de Ciencias de la Vida del Imperial College de Londres:
“Si usted no duerme durante un tiempo, su cuerpo se apaga, casi como si hubiera consumido una droga. Hemos demostrado que los sedantes provocan esto en las neuronas de una forma muy similar a la privación del sueño”
Otro de los autores del estudio también comenta nuestros conocimientos sobre la efectividad de ciertos sedantes, pero la necesidad de ser más específicos, pues aún existen muchas lagunas en estos tratamientos. Sabemos que funcionan y se usan a menudo, pero el cómo era una incognita, hasta hoy. Ahora sabemos qué circuito cerebral específico se activa, en este caso un área determinada que inactiva a todas las demás, curiosamente.
Como siempre, los investigadores ya están pensando en nuevos estudios al respecto, y harán falta diferentes investigaciones para comprobar el descubrimiento.
Vía | Neuroscience News.
Fuente | Nature Neuroscience.