La curiosa relación entre el Parkinson y las bacterias intestinales
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Poco a poco vamos sabiendo más sobre la enfermedad de Parkinson, como por ejemplo que los arándanos, o incluso la cafeína, podrían dar lugar a cierta mejoría de la enfermedad. Por su parte, también se ha investigado hace relativamente poco una posible relación entre la migraña y la enfermedad de Parkinson. Pero las cosas no se han quedado ahí, pues un reciente estudio ha comparado las bacterias intestinales de los pacientes con Parkinson respecto a los pacientes sanos y… parece que los resultados han sido, cuando menos, curiosos.
Bacterias intestinales y Parkinson, directamente relacionados
En el estudio, llevado a cabo por el Instituto de Biotecnología de la Universidad de Helsinki, y publicado en Movement Disorders, afirma que los individuos con enfermedad de Parkinson poseen unas bacterias intestinales claramente diferentes a las de un individuo sano, recordando además que dichas bacterias, en una persona totalmente sana, superan en número a las células humanas de nuestro cuerpo.
Las nuevas investigaciones en la enfermedad del Parkinson han encontrado que los intestinos de los pacientes con enfermedad de Parkinson están prácticamente ausentes de una familia de bacterias intestinales concreta. Además, cuanta más profundos son los síntomas de Parkinson, más probable es que haya aumentado la cantidad de otras familias de bacterias intestinales en los pacientes que sufren esta enfermedad neurodegenerativa.
El estudio contó con 72 personas que sufrían la enfermedad de Parkinson y compararon sus bacterias intestinales con las de 72 individuos sanos. Los investigadores ya tenían indicios de que habría un vínculo entre las bacterias intestinales problemáticas y la enfermedad de Parkinson.
En el artículo publicado recientemente sobre estos hallazgos, los autores comentan:ç
“La disfunción gastrointestinal, en particular el estreñimiento, es un importante síntoma no motor. Nuestra investigación ya ha demostrado que las bacterias intestinales en realidad interactúan de forma natural con las áreas del sistema nervioso . La interacción incluye el “cerebro del intestino” o sistema nervioso entérico”
Las bacterias de las que carecen los individuos afectados por la la enfermedad de Parkinson eran concretamente las pertenecientes a la familia Prevotellaceae, que si se encontraban en un número considerable en los individuos del grupo de control ( los individuos sanos). Los investigadores no están seguros de qué es lo que sucede primero: la enfermedad de Parkinson o la ausencia de las bacterias intestinales normales.
Del mismo modo, no saben si el Parkinson se ve afectado por la familia de bacterias enterobacterias o si éstas son las afectadas, lo que sí saben es que estas bacterias poco amigables se encuentran en mayor cantidad en los intestinos de los pacientes con enfermedad de Parkinson. La familia Enterobacteriaceae incluye patógenos conocidos como Salmonella y Escherichia coli, por ejemplo, conocidas por provocar graves infecciones intestinales.
Por otra parte, una investigación adicional que ya se está llevando a cabo examinará si las bacterias se vuelven más prominentes en el intestino a la vez que la enfermedad de Parkinson evoluciona en los pacientes.
“Además, tendremos que ver si estos cambios en el ecosistema bacteriano son evidentes antes de la aparición de los síntomas motores”
Los investigadores seguirán buscando un vínculo entre la enfermedad de Parkinson y las bacterias intestinales y la microbiota intestinal en general, además esperan que su descubrimiento pueda conducir a mejorar los tratamientos de la enfermedad de Parkinson.
Fuente: Inquisitr