Científicos prueban que el racismo no es innato
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Clásicamente existen dos escuelas de pensamiento acerca de la raza. Una de ellas ve la raza como una invención social, y que sólo hay una raza real, la raza humana. La otra escuela no está de acuerdo con esta idea, diciendo que el cerebro reacciona cuando ve caras de otras razas y sostiene esto como prueba de que el racismo es innato.
Aquellos que creen en la idea de construcción social argumentan que los diferentes grupos étnicos estaban separados en gran parte hasta la era de los viajes náuticos, y que estos viajes no se abrieron a las masas hasta los viajes en avión, por lo que no habría razón evolutiva para la respuesta biológica en los seres humanos . Y asi, estas dos escuelas se reafirman en su opinión sin llegar a ningún acuerdo.
Pero ahora, un reciente estudio publicado en la Revista de Neurociencia Cognitiva parece sugerir que el racismo no es innato, después de todo. En el estudio, realizado por Eva H. Telzer en la Universidad de California, Los Ángeles y tres colegas, participaron 32 niños, tanto de origen Europeo-Amercano y Afro-Americano a los que se realizaron resonancias magnéticas funcionales mientras se les mostraban caras europeas de América Latina y África.
Estudios previos sobre la raza que usaban IRMf de los adultos habían encontrado que la amígdala, la parte del cerebro que registra las emociones y sobre todo la detección de amenazas, se iluminó al ver los rostros de otras razas.
Sin embargo, en el estudio con niños, que estaban entre las edades de 4 y 16, la amígdala no se encendía hasta que los participantes pasaban la edad de 14 años. Es más, la amígdala no se iluminaba por igual para todos. Para los niños que se habían criado con grupos de compañeros de diferentes etnias, el efecto de la amígdala desaparece por completo. Y, en niños cuyas amígdala respondian a las fotos de rostros afro-americanos, ese efecto existía independientemente de la raza (o grupo étnico) al que pertenecía dicho niño. Eso significa que los niños afro-americanos vieron las caras de otros niños afro-americanos con miedo, a pesar de que estos rostros no eran “diferentes” a los suyos.
Según los autores del estudio :
“Estos hallazgos sugieren que los prejuicios de raza neuronales no son innatos y que la raza es una construcción social, aprendido con el tiempo”.
Los investigadores no tienen claro la dirección exacta de la correlación; ¿tienden los niños con la respuesta más débil en la amígdala a buscar grupos más diversos de compañeros, o es al revés? Es la pubertad la razón por que los niños ven la raza moderadamente? Parece probable que los niños sean más cautelosos de cara a los otros grupos – pero el significado de grupos enemigos puede y ha cambiado sustancialmente con el tiempo. En cualquier caso, este estudio pone de manifiesto que este debate continuará durante al menos un poco más de tiempo.
Fuentes: Medical Daily