¿Somos propietarios de lo que compramos en formato digital?
Noticias relacionadas
La distribución digital de contenidos es algo de lo que cada vez se habla más, y pese a que en España está poco extendido, por unos motivos u otros que ahora no voy a tratar, este modelo de negocio es el futuro. Hoy en día tenemos acceso a Internet desde casi cualquier lugar, y una de las mejores formas de explotar el mundo conectado en el que vivimos es poder tener la posibilidad de acceder a contenidos, como música, películas o series cuando queramos y desde casi donde queramos.
Como ya he dicho, desgraciadamente en España no podemos disfrutar de ciertos servicios como Netflix, que tuvo que echar marcha antrás en su entrada a nuestro país o el reciente caso de Youzee, que pese a su intento por ofrecer series y películas, se ha encontrado con problemas por todos los lados.
Pero, como también he dicho, no voy a tratar el tema del porque de todo esto, no, de lo que voy a hablar de de un problema que está estrechamente ligado a la distribución digital.
Os voy a plantear una simple pregunta, ¿quién es el propietario de la canción que compraste el otro día en iTunes, el libro que descargaste desde Amazon, o el juego que compraste en PlayStation Network? La respuesta te parecerá sencilla, si lo has pagado, el propietario eres tú, ¿no es así? Pero ahora piensa por un instante que ese contenido, que has comprado de manera legal, y en formato digital, lo hubieses comprado en formato físico. El ambos casos, como supondrás, tú eres el dueño.
Aunque, démosle una vuelca de tuerca a todo esto, y, usando como ejemplo el libro, la canción o el juego de antes, supongamos que cualquier persona te pide que le prestes ese contenido que tú has pagado, y por lo tanto es tuyo. Estoy seguro de que todos nosotros, en algún momento de nuestra vida, hemos jugado con el juego del vecino, hemos leído un libro que nos ha prestado un amigo o escuchado el último disco de música de tu grupo favorito que se acababa de comprar tu hermana. Pero, ¿qué tiene todo esto en común? Es fácil, este contenido se encontraba en formato físico.
¿Y qué pasaría si lo que quieres prestar se encuentra en formato digital? ¿Cómo compartes esa canción que has pagado en iTunes, y por lo que es tuya? ¿Cuántos de vosotros habéis prestado a un amigo un libro que habéis descargado para el Kindle?
Muchas preguntas, pero la respuesta es sencilla: No nos permiten compartir este contenido, que como ya he dicho en varias ocasiones, nos pertenece.
Pero, y continuemos con las preguntas, ¿por qué no podemos compartir contenido en formato digital, pero en cambio en formato físico sí?
Esta pregunta se ha generado a partir de un rumor del que muchos blogs se han hecho eco, y que recientemente ha sido desmentido, y es que al parecer, la estrella de Hollywood Bruce Willis se habría planteado emprender acciones legales contra Apple por impedir dejar a sus familiares como herencia la gran colección de música que tenía comprada en iTunes.
Desde Mashable nos llega un vídeo (en inglés) que nos explica un poco todo este tema.
Como ya he dicho, tal rumor ha sido desmentido por la mujer del actor en Twitter:
@richied_ it’s not a true story— Emma Heming-Willis (@EmmaHeming) September 3, 2012
Pero la caja de Pandora ha sido abierta, la distribución digital necesita mejorar en muchos aspectos para poder convertirse en la mejor forma de obtener las canciones, películas, libros o juegos que queramos sin tener que recurrir al formato físico o a otros medios que no ponen tantas restricciones a la hora de compartir el contenido.
¿Qué opináis de todo esto? ¿Perdemos derechos sobre lo que compramos en formato digital?