Quizás no somos muy conscientes del impacto que ha tenido la IA en estos últimos meses. En España hemos podido presenciar cómo ChatGPT, el modelo de chatbot del momento, destacaba por encima del resto hasta el punto de conseguir la atención de Microsoft. Parece que la popularidad del modelo ha llegado hasta tal punto que hasta la mismísima Google pretende tener su propio ChatGPT, y ya estaría intentándolo.
Según recoge la CNBC, Google ya estaría probando varios posibles competidores de ChatGPT, como parte de la oferta de Alphabet para ofrecer una respuesta a nivel tecnológico a los avances de su desarrolladora, OpenAI. Tanto es así, que según el The New York Times, la cúpula superior de Google habría declarado un "código rojo" para acelerar el desarrollo de la inteligencia artificial.
La idea sería presentar al menos 20 productos impulsados por esta tecnología. Entre ellos se encontraría un chatbot llamado, al menos por el momento, 'Apprentice Bard' que usa la tecnología LaMDA de Google. Sí, esa misma inteligencia artificial que según un ingeniero de Google, consiguió consciencia propia.
Google se prepara
Google habría pedido a los responsables del equipo de LaMDA que prioricen en la creación de un competidor de ChatGPT. Hasta el punto de haberles asegurado que este tiene prioridad sobre cualquier otro proyecto, advirtiéndoles incluso de que no asistan a reuniones que no están relacionadas con dicho proyecto.
Apprentice Bard ya se estaría probando, y su funcionamiento y estética serían muy similares a la alternativa de OpenAI. Su funcionamiento sería muy similar; el usuario le da un comando, una pregunta al chatbot y este le da una respuesta en un cuadro de texto.
Eso sí, según la CNBC que ha tenido acceso a muestras de respuesta de Apprentice Bard, la diferencia principal entre estos dos chatbots es que mientras que ChatGPT tiene un conocimiento ciertamente escaso de lo ocurrido después de 2021, Apprentice tiene en cuenta eventos pasados recientemente.
Otro de los productos de Google en lo referente a la inteligencia artificial incluye una nueva página de búsqueda que usa un formato de preguntas y respuestas. Una especie de Google pero basado en la forma de funcionar que tienen ChatGPT y otros tantos modelos de conversación.
Esta página presenta hasta 5 indicaciones de preguntas potenciales que cambian el clásico "Me siento afortunado" de la barra de búsqueda. El usuario escribe una consulta, la página genera respuestas similares a las que un humano proporcionaría y debajo de estas mismas respuestas se sugieren preguntas de seguimiento, con resultados de búsqueda clásicos.
El último de los proyectos se llama 'Atlas', aunque no se sabe exactamente de qué trata. Aún hay que esperar a que Google vaya dando a conocer al público estos proyectos, aunque es de esperar que la compañía pula los problemas ya conocidos de este tipo de modelos, especialmente en lo que a respuestas erróneas se refiere. Algo peliagudo, tratándose de Google y su compromiso con la información veraz.