Es muy probable que te haya pasado alguna vez. Vas conduciendo en una zona que no conoces, usando una aplicación de GPS que te guía por el camino. Todo va bien, hasta que te encuentras con que hace ya un rato que tendrías que haber cambiado de carril para coger la salida que necesitas.
El problema está en que el mapa usado por el GPS no ha diferenciado entre los diferentes carriles de la carretera; así que, cuando te indica la salida, es demasiado tarde y estás en el carril que no deberías coger.
Ese es sólo uno de los problemas derivados de la enorme cantidad de información relacionada con nuestras carreteras, que debe ser actualizada a diario por todos los servicios. No es que sea imposible hacerlo; algunas zonas están mejor mapeadas que otras. Es sólo que es muy costoso y trabajoso hacerlo.
Nuestro GPS será más preciso
Ahora el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) afirma que ha encontrado la solución. Se trata de un nuevo sistema de mapas de GPS que usa redes neuronales para predecir cómo serán las vías, incluso aunque no pueda verlas.
Este sistema se basa en imágenes por satélite, que pueden ser usadas con algoritmos para detectar la presencia de carreteras y los carriles que contienen. De esta manera, es posible marcar de manera automática dónde empieza cada carril y en cuál hay que estar para coger cada salida.
Pero estos algoritmos tienen un gran impedimento: las imágenes por satélite suelen estar tapadas u oscurecidas por otros objetos, como edificios, árboles, o la simple forma del terreno. En esas circunstancias, no es posible saber cuántos carriles hay en una carretera.
La solución ideada por el MIT implica predecir el tipo de vía, con un sistema que han bautizado como RoadTagger. Los resultados son sorprendentes, y en las pruebas el nuevo sistema fue capaz de contar la cantidad de carriles con una precisión del 77%, que ya es más de lo que tenemos ahora. Además, podía diferenciar entre calles residenciales y autopistas con una precisión del 93%.
Este sistema se ha desarrollado en colaboración con el instituto de investigación computacional de Catar, con el objetivo de mejorar los mapas digitales del país que en el 2022 será anfitrión de la Copa del Mundo FIFA. Ante la previsible llegada de turistas y el crecimiento de servicios como Uber, que dependerán del GPS, los investigadores se dieron cuenta de que los mapas no concordaban con la realidad.
En el futuro, este algoritmo será capaz de detectar carriles bici e incluso espacios de aparcamiento. De esta manera, nuestro GPS puede ser mucho más preciso.