¿Es el cara o cruz realmente aleatorio? No te la juegues tan rápido

Estudios científicos demuestran que el cara o cruz no es tan aleatorio como pensabas, te contamos el porqué.

El cara o cruz es un juego mundialmente reconocible, comúnmente aceptado en muchas circunstancias del día a día, basta con lanzar una moneda al aire y apostar por qué lado caerá boca arriba, para dejar a la suerte decidir el resultado de cualquier disputa.

Bueno, no exactamente a la suerte, más bien a las matemáticas, dado que según investigaciones como la del matemático Persi Diaconis, las probabilidades del resultado dependen de muchos factores, pero podemos afirmar que no es del 50% sobre cada lado de la moneda.

No es suerte, son las matemáticas

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El investigador Persi Diaconis, profesor de matemáticas y estadística de la Stanford University y mago profesional, es conocido entre otras cosas, por un artículo en el que determina cuántas veces debe ser barajada una baraja de cartas para conseguir un orden matemáticamente aleatorio (atención spoiler: 5 o 7 veces según el criterio). Diaconis también nos saca de dudas sobre las probabilidades que existen detrás del juego de la moneda.

De acuerdo a su artículo, existen varios factores que determinan la existencia de una probabilidad de 51/49 de que la moneda caiga sobre el mismo lado sobre la que se lanzó. Es decir, que realmente existen más probabilidades de que el lado que queda a la vista antes de lanzar la moneda, sea el mismo que quede a la vista al caer. ¿Y si giramos la moneda sobre su canto en lugar de lanzarla al aire? En ese caso, factores como la suciedad alojada en la moneda o el volumen que representa cada relieve de la misma, determinan que saldrá cara con una sorprendente probabilidad del 80%.

El mundo de la probabilidad es muy caprichoso. Pero si quieres realizar tus propios experimentos para contrastar la investigación sobre el cara o cruz de Diaconis, te recomendamos que trates de reproducirlos en una moneda lo más nueva posible, para evitar la influencia de residuos alojados en el metal. Así que ya sabes, la próxima vez que te juegues algo a cara o cruz, acuérdate del bueno de Diaconis y elige siempre cara en el nombre de las matemáticas.

Vía | Smithsonian