Mailbird: Gmail en tu Escritorio con todas sus funciones
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Eudora, Outlook, Outlook Express… No se vosotros, pero yo durante años usé un cliente para acceder a mi correo electrónico. Después hubo una época en la que simultaneaba cliente de correo con el acceso webmail, principalmente por razones de trabajo. Y los últimos años nada que se parezca a un cliente de correo clásico ha “pisado” mi escritorio ni mi dispositivos móviles. Dicho esto, he vuelto al pasado con Mailbird. ¿O no? ¿Es realmente un cliente de correo clásico o se parece más a una aplicación “visor” tipo Gmail?
Mi primera impresión fue que si, que había instalado después de mucho tiempo un cliente clásico, en todo caso esa es la impresión que da su uso, veremos el porqué. Ahora pensándolo mejor, diría que también se parece a la aplicación de escritorio de Gmail. La realidad es que respecto a los clientes tradicionales con los que he trabajado, es una fusión de ambas cosas, ya que trabaja con el servidor en tiempo real pero también puede funcionar sin conexión. Mailbird es para Windows, sólo funciona con cuentas Gmail y es gratuito, aunque dispone de una versión Pro por 7,17 € al año, para por ejemplo, un uso multicuenta. Hay que añadir que muchas de las funciones están en desarrollo y mejora.
El uso de la aplicación es en principio el habitual de cualquier cliente de correos, pero veamos las diferencias y añadidos que llaman más la atención. La instalación se inicia desde el enlace de descarga de su web y la configuración de la cuenta es realmente sencilla, tanto como el login en gmail. Introducimos nuestro nombre, email y contraseña y no hay nada más que hacer, la aplicación empieza a funcionar sin esperas, aunque disponemos de un ligerísimo y brevísimo tutorial para suavizar aún más el aterrizaje. A partir de ahí nos encontramos con todas las funciones básicas y una de las añadidas, que consiste en la opción de conectar nuestro cliente con Facebook para “hacer social nuestro email”. Para facilitarnos su uso, Mailbird ha desarrollado unos sencillos shortcuts con los que acceder inmediatamente a varias funciones recurrentes. Por ejemplo, en cualquier momento pulsamos Ctrl+Alt+Space (incluso fuera del programa) y nos aparece un mensaje nuevo listo para redactar. También es interesante la elegante barra vertical expansible en la parte izquierda, que facilita el acceso y contiene incluso un centro de notificaciones.
Otro punto interesante de Mailbird, es las extensiones gratuitas que nos permiten ampliar sus funciones. Calendar, Google Drive, Dropbox, Attachments son algunos ejemplos para aumentar nuestra productividad. Los desarrolladores han prestado una atención especial a la automatización con la posibilidad de configurar múltiples identidades y firmas.
La usabilidad me parece el punto más fuerte de Mailbird, y es que la calidad está en los detalles. Cada pequeño rincón está cuidado desde el punto de vista del usuario, todo destinado a hacer nuestra relación con la aplicación intuitiva y sencilla. Esto reduce el tiempo de adaptación al mínimo, permitiendo desde el principio movernos con gran soltura, y es que en Mailbird no cuesta nada encontrar la función que estamos buscando. El menú de configuración esta también reducido al mínimo, aunque tiene que contener necesariamente algunas de las opciones que no recargan la pantalla principal.
El diseño está también en consonancia para completar una aplicación que de forma integrada se enfoca al usuario. Es minimalista, atractivo e impecable, y notamos en pequeños detalles cómo se pone al servicio del usuario y refuerza la sencillez de uso. Puestos a pedir, podría ser interesante la posibilidad de personalizar la apariencia con skins.
Para los indecisos entre probarlo o no, os diré que durante años había descartado tener un cliente instalado y que tras catar Mailbird se va a quedar instalado en mi escritorio, sobre todo porque me facilita el uso de cuentas adicionales ya que Gmail me daba algunos problemas en este sentido.