Este lunes, 21 de marzo de 2022, entra en vigor la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Víal que aplica nuevas restricciones y obligaciones para los conductores. Con ella se puede usar la aplicación de miDGT como sustituto del carné de conducir, endurecen las multas y se restringe aún más el uso de dispositivos electrónicos como el móvil, así como el simple hecho de tener detectores e inhibidores de radares dentro del vehículo —aunque no se estén usando—.
Evitar los radares de tráfico con inhibidores o cinemómetros ya estaba prohibido, pero ahora la Dirección General de Tráfico (DGT) va un paso más y considera una infracción grave la "mera tenencia" de estos dispositivos en el vehículo que ayudan a localizar los radares para esquivar multas por exceso de velocidad.
Al conductor que lleve detectores o inhibidores de este tipo se le podrá sancionar con una multa de 200 euros, que ya puedes pagar con el smartphone, y 3 puntos menos del carné. Sin embargo, todavía es posible conocer si hay cerca un radar fijo con el teléfono y las aplicaciones de navegación.
Prohibido tenerlos
Hasta ahora, estaba prohibido usar los detectores de radares o cinemómetros, pero no portarlos en el vehículo. De ahí que cuando se paraba a un conductor en la carretera, muchos lo apagaran rápido para que los agentes no pudieran demostrar que se había utilizado para evitar un radar de velocidad. Esta es la razón en la que se basa la nueva ley.
Los detectores de radares rastrean el espectro electromagnético en el que operan los radares móviles y fijos de la DGT para encontrarlos. Cada dispositivo tiene un alcance diferente, algunos pueden estar colocados dentro del interior del vehículo, escondidos en algún habitáculo. También pueden ser portátiles y emiten una señal acústica para avisar al conductor cuando se acerca a un control y que tenga tiempo para reducir la velocidad.
Los inhibidores de radares a los que se refiere la DGT, no solo localizan los cinemómetros que miden la velocidad de los coches que circulan, también emiten una frecuencia que impide que ese radar funcione durante unos segundos, tiempo suficiente para que el vehículo salga de su alcance sin respetar el límite de velocidad.
Con ambos dispositivos, los conductores que quieran evitar multas pueden estar más alertas tanto de los controles fijos que la DGT tiene a simple vista, como de los radares móviles y aquellos que se esconden para pillar a los desprevenidos. El simple hecho de llevarlos en el coche ahora puede traducirse en una multa de 200 euros y perder hasta 3 puntos del carné, aunque esté desenchufado o guardado en la guantera o maletero. Mientras que para los talleres encargados de instalar estos dispositivos, la multa puede ascender hasta los 30.000 euros.
Avisar sí es legal
Por el contrario, la DGT se mantiene más permisiva con las aplicaciones de navegación como Waze o Apple Maps. Estos servicios online suelen alertar de radares fijos, aquellos que la DGT muestra su ubicación de forma pública y cuyos datos acaban indicados en los mapas digitales así como las gasolineras cercanas y otros datos de interés para el conductor.
Porque detectar e inhibir no es legal, pero avisar sí. Estas aplicaciones también sugieren la ubicación de radares móviles. Aunque sus datos exactos no se comparten en la DGT, los demás conductores que los descubren circulando pueden compartir su hallazgo con el resto de usuarios de la app, al igual que se hace con los accidentes o atascos. Son datos aproximados que no se verifican, pero ayudan a evitar multas.
También te puede interesar...
- El material que reduce el daño en los accidentes de tráfico: absorbe y libera la energía del golpe
- Los iPhone detectarán accidentes de tráfico y llamarán a emergencias para salvar vidas
- El videojuego de la DGT que alerta de cuántos metros recorres si usas WhatsApp conduciendo