Hace unos meses vimos en España como se presentaban teléfonos con cámaras gigantescas. Sensores y ópticas propias de cámaras dedicadas, que desafiaban lo que habíamos visto hasta ahora en el mercado del smartphone. Ahora Sony se sumará a esta tendencia con su próximo móvil, el Sony Xperia Pro-I.
Según se ha filtrado en Weibo, la red social de China por excelencia, el futuro Xperia Pro que se presentará esta semana montará no solo un conjunto de cámaras renovado, sino que uno de ellos tendrá un sensor de una pulgada. Esta clase de sensores es los que vemos en cámaras compactas dedicadas, como las RX100 de Sony.
Concretamente, montará una cámara firmada por Zeiss que tendrá una apertura variable de 2.0 a 4.0 y con un tamaño de sensor de una pulgada, equivalente a un 24 milímetros y con estabilización óptica por hardware.
Un sensor gigantesco
Según lo filtrado en Weibo, el Xperia Pro-I de Sony que se presentará esta misma semana tendrá 4 sensores. Si bien se habría confirmado que tendrá un angular y un gran angular, no se sabe qué otros dos sensores montará este dispositivo, aunque se presupone que estos serán un sensor ToF (Time of Flight) y un teleobjetivo.
Este sensor estará firmado por Sony y la óptica tendrá la clásica colaboración entre Zeiss y la firma japonesa. En las imágenes promocionales podemos ver que la cámara tendrá una apertura focal variable, es decir, que podrá variar de 2.0 a 4.0 (o más, ya que nos basamos en las imágenes promocionales) permitiendo diferentes efectos en la imagen final y controlar mejor la luz que pasa por el sensor.
En las imágenes promocionales podemos ver, además de todo ello, un flash LED y láser autofoco. Obviamente, estas cámaras también contarán con todas las bondades fotográficas a nivel de software de Sony.
¿Qué tiene de especial?
Los sensores de las cámaras de los teléfonos actuales son extremadamente pequeños, de menos de una pulgada. Esto se debe a cuestiones de potencia, de espacio y de costes de fabricación. Ha habido algunos, como el Sharp R6 (y su modelo equivalente con Leica) los que han intentado esto mismo, frente a lo que hace el resto de los fabricantes que han optado por basarse casi enteramente en la fotografía computacional.
La principal ventaja de montar un sensor tan grande es que al tener más superficie, puede recoger mucha más información. Esto se traduce en una mejor capacidad de recoger luz, otorgando más definición a las tomas finales y mejor rendimiento en situaciones de poca luz. En definitiva, esta cámara debería conseguir recopilar más información.
Hay que ser justos y aclarar que esto no implica necesariamente que nuestras fotos salgan mejor de la noche a la mañana. No obstante, esto será un seguro de vida para evitar fotografías con poca información, poco definidas o con problemas en situaciones de poca luz. Dado que este Xperia Pro-I estará destinado a la gama profesional de dispositivos de Sony, este sensor será un seguro para los usuarios que basan su fotografía en su smartphone.
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