El bloqueo industrial y comercial en China ha obligado a las empresas a recurrir a líneas de distribución de hardware alternativas. Las fábricas en el gigante asiático están paradas unido a una logística centrada en el transporte de material sanitario.
El stock de productos informáticos es cada vez más escaso y las empresas tienen que ideárselas para seguir abasteciendo a sus trabajadores y teletrabajadores. Los productos reacondicionados llevan siendo una excelente forma de mantener los puestos de trabajo activos a un coste sensiblemente menor que un hardware nuevo.
Los dispositivos reacondicionados para empresas suelen venir de lotes defectuosos o provenientes de otras empresas que se han desecho de ellos. Bien por el final de un contrato o por la simple necesidad de renovación de hardware.
Reacondicionados: única alternativa
Aunque los ordenadores antiguos puedan servir para muchas otras tareas, las cosas funcionan muy diferente en el sector empresarial. Cuando se cambia un parque más o menos amplio de ordenadores -o cualquier otro tipo de dispositivo- existen compañías que se hacen cargo del reciclaje o reacondicionado para ponerlos de nuevo a la venta.
La denominada tecnología circular, consigue que "productos, componentes y materiales ofrezcan su máxima utilidad y valor durante el mayor tiempo posible, minimizando el desperdicio". Esta es la definición que ofrece Flex IT, una distribuidora de equipos reacondicionados a nivel europeo. En concreto, colabora con marcas como HP, Dell, Apple o Lenovo para comprar excesos de stock y reacondicionar portátiles, servidores y otros dispositivos móviles como smartphones o tablets.
Con el repunte del teletrabajo, muchas empresas se han visto obligadas a adquirir nuevos equipos para que sus trabajadores puedan continuar realizando sus tareas desde casa. "Los grandes distribuidores europeos nos están contactando para preguntarnos si podemos suministrarles, por ejemplo, partidas de 1.000 portátiles porque los vendedores en China tienen la producción parada", ha declarado Timmermans, CEO de Flex IT. A lo que añade, "existen muchas empresas que necesitan urgentemente contar con el hardware necesario para que sus empleados puedan teletrabajar".
La tecnología actual ha evolucionado tanto que tanto el software como las herramientas que utilizamos diariamente en línea no requieren de muchos recursos. "Un portátil de 5 años de antigüedad puede ser perfectamente válido para trabajar estos días y por eso la demanda de los productos de tecnología circular se ha disparado en las últimas ocho semanas", en palabras de Timmermans.
Según explican, "en España es un mercado cada vez más aceptado aunque aún se encuentra por detrás de otros países centroeuropeos". La filosofía del reacondicionado o de segunda mano lleva en nuestro país implantada menos tiempo que en otros como Reino Unido, donde es casi una forma de vida.
En una situación como la actual, las empresas "están valorando ahora la calidad y las funcionalidades de los productos más que si es la última versión del mercado", afirma Timmermans. Bien sea por ahorrarnos unos cuantos euros, cuidar el medio ambiente o porque no queda otra alternativa; lo que está claro es que los productos reacondicionados están demostrando ser uno de los actores principales en esta complicada época.
También smartphones reacondicionados
Basta echar un vistazo a algunas tiendas online o a plataformas como Flex IT para darnos cuenta de la cantidad de smartphones reacondicionados que hay en el mercado. Muchos de ellos, al igual que ocurren en los ordenadores, provienen de sobrantes de marcas pero otros son directamente dispositivos devueltos por sus compradores originales.
La vida útil de un smartphone y de un ordenador es la principal diferencia a la hora de comparar unos y otros. Por ejemplo, en un ordenador portátil podemos cambiar la memoria RAM y el disco duro sin muchas complicaciones para alargarle unos años, mientras que los smartphones son productos mucho más cerrados y, por tanto, con una vida útil potencialmente menor. Ocurre exactamente lo mismo con las tablets, el otro dispositivo estrella de la productividad personal, que sigue sin desbancar al ordenador tradicional.